A continuación presentamos el mensaje enviado por Daisaku Ikeda a la reunión de la sede central para responsables de la Soka Gakkai[1] celebrada en el Auditorio Toda de Sugamo, Tokio, el 9 de julio pasado, conjuntamente con las reuniones generales del Departamento de Estudiantes y del Departamento Futuro. Al encuentro asistieron 23 representantes de la Soka Gakkai de Costa de Marfil.
Las canciones de los miembros del Departamento Futuro son campanadas matinales de esperanza; sus sonrisas son arcoíris de paz.
¡Mis sinceras felicitaciones por esta animada e inspiradora reunión de la sede central para responsables, «a todo motor»,[2] engalanada por las brillantes canciones y sonrisas de nuestros jóvenes amigos!
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Hace ochenta años, el 1 de julio de 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, nuestro primer presidente Tsunesaburo Makiguchi mantuvo un diálogo amistoso con tres estudiantes en su casa en Mejiro, no lejos del Auditorio Toda, donde están reunidos hoy.
Uno de ellos, originario de Kyushu, cursaba su carrera en la Universidad de Comercio de Tokio (la actual Universidad Hitotsubashi), y se sintió tan conmovido por el aliento claro, compasivo y seguro del señor Makiguchi que ese mismo día ingresó en la Soka Gakkai.
El maestro Makiguchi le habló sobre la importancia de vivir una vida dedicada al gran bien siendo amable con sus padres, esforzándose en los estudios y eligiendo un camino que le permitiera crear el máximo valor posible. El joven, grabando en su corazón esta orientación tan concreta, desarrolló una práctica budista sólida y maravillosa, y mantuvo una fe inquebrantable hasta el final de su vida.
Cinco días después de ese encuentro, Makiguchi Sensei, campeón de la paz y el humanismo, fue injustamente arrestado por las autoridades del Gobierno militarista.
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Incluso en medio de una dura persecución, Makiguchi Sensei siguió dedicando a los estudiantes y los jóvenes una cálida atención, sembrando en sus corazones juveniles las semillas de la Ley Mística y orando para que tuvieran un futuro de logros y de victoria.
Cuando el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, fundó el Departamento de Estudiantes el 30 de junio de 1957, él y yo estábamos embarcados en una contienda feroz contra la función demoníaca de la autoridad, que se había manifestado a través del Incidente con el Sindicato de Mineros Carboníferos de Yubari[3] y en el Incidente de Osaka.[4] En ese momento, en nuestros corazones ardió el mismo espíritu invencible que había mostrado Makiguchi Sensei.
¡Cuán felices estarían nuestros dos presidentes fundadores viendo las reuniones generales que hoy están llevando a cabo los departamentos de Estudiantes y Futuro, que anticipan un porvenir luminoso para nuestro movimiento en pos del kosen-rufu mundial!
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Recordando la actitud de los presidentes Makiguchi y Toda, quisiera presentar cuatro obras caligráficas para celebrar el encuentro de hoy.
La primera es «Castillo de príncipes y de princesas».
El deseo profundo de nuestros dos primeros presidentes, ambos grandes educadores, fue la felicidad de todos los niños. La Soka Gakkai es un bastión dedicado a concretar este preciado anhelo y, en este castillo de maestro y discípulo, los sucesores del Departamento Futuro son príncipes y princesas del máximo valor.
El deseo profundo de nuestros dos primeros presidentes, ambos grandes educadores, fue la felicidad de todos los niños.
Nichiren Daishonin asegura a Nanjo Tokimitsu –predecesor de los miembros del Departamento Futuro y brillante ejemplo de compromiso con el budismo– que, aunque debamos sufrir por un tiempo, en última instancia obtendremos un estado de deleite comparable al de un rey.[5]
Vosotros, mis amigos del Departamento Futuro, estáis avanzando a ritmo con la Ley Mística, junto a la Soka Gakkai y los compañeros miembros de todo el mundo. Espero que lleguéis a ser campeones de la felicidad: grandes campeones triunfales de la buena fortuna y la sabiduría dedicados a trabajar por la felicidad de todos. De hecho, estoy absolutamente seguro de que así será.
Decidí ser discípulo del señor Toda e inicié el camino de la fe antes de cumplir los veinte años. Mi esposa Kaneko comenzó a practicar el budismo Nichiren junto con su familia cuando estaba en la escuela primaria. Con tan pocos años, acompañó personalmente a Makiguchi Sensei desde la estación de tren hasta su casa, donde se iba a realizar una reunión de diálogo. Por favor, sabed que ella y yo seguiremos entonando daimoku por todos y cada uno de vosotros, quienes seguís nuestros pasos en este gran camino de felicidad absoluta.
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La siguiente caligrafía es «Alegre danza de la juventud».
Dedico esta caligrafía a los integrantes de los departamentos Futuro, de Estudiantes y de Jóvenes, y a toda nuestra familia Soka, siempre juvenil.
Hablando de una «alegre danza», recuerdo haber citado un pasaje de un escrito del Daishonin titulado El gran mal y el gran bien en la conferencia que dicté en el Institut de France [en junio de 1989]: «Aunque no sean el honorable Mahakashyapa, deberían estar todos bailando. Aunque no sean Shariputra, deberían estar brincando y danzando. Cuando el bodhisattva Prácticas Superiores irrumpió de la tierra, ¿acaso no lo hizo bailando?».[6]
En esta época de desafíos sin precedentes, la sabiduría budista del Camino Medio –que corporeiza el respeto a la vida y a la dignidad humana, así como la importancia de crear valor– resplandece más aún.
Señalé que esa danza de los Bodisatvas de la Tierra simboliza la suprema alegría, y sugerí a los asistentes, entre quienes se contaban algunos de los pensadores y académicos más prominentes de Europa, que un movimiento de revolución humana, caracterizado por el vibrante dinamismo de la vida creativa, abrirá el camino hacia una solidaridad del espíritu humano y revitalizará todas las actividades y quehaceres humanos.
En esta época de desafíos sin precedentes, la sabiduría budista del Camino Medio –que corporeiza el respeto a la vida y a la dignidad humana, así como la importancia de crear valor– resplandece más aún. Espero que vosotros, nuestros jóvenes Soka, pletóricos de energía y exuberancia, invitéis a muchos nuevos amigos a acompañaros en vuestra «alegre danza de la juventud» como Bodisatvas de la Tierra, en el escenario sobre el que habéis elegido cumplir vuestro juramento por el kosen-rufu.
Espero que vosotros, nuestros jóvenes Soka pletóricos de energía y exuberancia, invitéis a muchos nuevos amigos a compañeros en vuestra «alegre danza de la juventud» como Bodisatvas de la Tierra.
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La siguiente caligrafía es «Pueblo».
El budismo Nichiren enseña que todas las personas sobre nuestro planeta poseen el estado vital de la budeidad. Es un budismo del pueblo, que ilumina todo como el sol y permite a cada individuo brillar al máximo. La Soka Gakkai es una prodigiosa organización de personas comunes que, en todo el mundo, se levantan por sí solas y se inspiran mutuamente a ser más fuertes, mejores y más sabias, tal como deseó el Daishonin.
Hoy nos acompañan representantes de Costa de Marfil, nobles campeones del pueblo. En un contexto de numerosas dificultades y retos, han hecho oír su voz con un potente rugido en defensa de la verdad y del kosen-rufu en África. Son una verdadera agrupación de Bodisatvas de la Tierra que viven fieles a las palabras del Daishonin: «Cada uno de ustedes debe armarse del coraje de un león rey y jamás sucumbir a las amenazas de nadie. […] Los seguidores de Nichiren son como leones que rugen».[7]
Tengan la seguridad de que Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley, conoce todos sus esfuerzos. ¡Expresemos nuestra alabanza y gratitud a estos compañeros con un resonante aplauso!
Como miembros de la Soka Gakkai unidos por los lazos de maestro y discípulo, arremetemos siempre con la valentía de los reyes leones, con la gente y por la gente. Con esta actitud, ¡sigamos expandiendo con armonía y regocijo este gran movimiento para la eterna victoria del pueblo!
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Por último, quisiera dedicarles un poema. Lo escribí originalmente para la reunión general del Departamento de Estudiantes celebrada en julio de 1970, en una época de gran turbulencia.[8]
¡Avanzad, amigos míos,
navegando con coraje
a través de la tormenta,
firmes en vuestro compromiso
como campeones de la paz!
(Traducción del artículo publicado el 11 de julio de 2023 en el Seikyo Shimbun).
[1] ↑ Concretamente, se trató de la 14.ª reunión de la sede central para responsables de la Soka Gakkai hacia el centenario en 2030.
[2] ↑ Referencia a un verso de la canción Be Brave! With a Lion’s Heart! (¡Sed valientes! ¡Con el corazón de un león!) del Departamento de Estudiantes de Primaria.
[3] ↑ Incidente con el Sindicato de Mineros Carboníferos de Yubari: Episodio de flagrante discriminación religiosa acaecido en 1957, en el cual los mineros miembros de la Soka Gakkai en Yubari, Hokkaido, fueron amenazados con perder sus puestos de trabajo.
[4] ↑ Incidente de Osaka: Episodio en el cual Daisaku Ikeda, por entonces responsable del grupo directivo del Departamento de Jóvenes de la Soka Gakkai, fue arrestado e injustamente acusado de violar la ley electoral en Osaka, en 1957, durante las elecciones de renovación parcial de la Cámara de Senadores (Cámara Alta) de Osaka. El juicio, que duró más de cuatro años, terminó con su absolución, al ser sobreseído de todos los cargos el 25 de enero de 1962.
[5] ↑ Véase Protecting the Atsuhara Believers (La protección a los creyentes de Atsuhara), en WND-2, pág. 882.
[6] ↑ El gran mal y el gran bien, en END, pág. 1165. Mahakahyapa y Shariputra son dos de los diez discípulos principales de Shakyamuni. El primero era el más destacado en prácticas ascéticas, y el segundo, en sabiduría. El bodisatva Prácticas Superiores es el líder de los Bodisatvas de la Tierra, los incalculables bodisatvas a quienes Shakyamuni convoca en el capítulo «Surgir de la tierra» del Sutra del loto, y a quienes les encomienda la misión de propagar la Ley Mística en el Último Día de la Ley.
[7] ↑ Sobre las persecuciones acaecidas al venerable, en END, pág. 1042.
[8] ↑ Referencia al Incidente de la Libertad de Expresión, nombre dado a una controversia surgida en 1970, cuando la Soka Gakkai ejerció su defensa ante un caso de libelo. Para conocer más detalles, véase el capítulo «Vientos feroces» de La nueva revolución humana, vol. 14.