La realización del despertar
El mes de marzo, de por sí destacado en el calendario Soka y particularmente esperado por la juventud, ha tenido una trascendencia especial este año. Es así porque, si el 16 de marzo de 1958 el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, convocó a sus discípulos jóvenes para legarles el liderazgo del kosen-rufu mundial poco antes de morir, el sincero respeto y el agradecimiento que tantos jóvenes de hoy sienten por Daisaku Ikeda –quien, tras tomar el testigo espiritual en aquella ceremonia, dio todo de sí al frente de la organización– han motivado que, en este primer 16 de marzo tras su fallecimiento, hayan decidido protagonizar un verdadero «despertar del discípulo»: el nombre que propusieron para las asambleas conmemorativas de la fecha en la SGEs.
Un espíritu a la vez serio y jovial caracterizó la preparación y la celebración de las aproximadamente 340 asambleas convocadas por todo el país. Es de destacar el papel protagónico que los departamentos de Jóvenes y de Estudiantes asumieron en la organización. En unión con los antecesores de los departamentos sénior, e invitando a sus «hermanos pequeños» del Departamento Futuro a compartir protagonismo, su entusiasta dedicación logró convocar a más de ochocientos jóvenes, niñas y niños. Esto representó cerca de un tercio de la participación total, que superó las tres mil personas. Además, el espíritu juvenil impregnó a todas y todos, sin distinción de edad.
Esto último se pudo comprobar, entre otros modos, a través de las interpretaciones conjuntas con que se presentó en cada asamblea Un azul más intenso. Esta nueva canción creada por el Departamento de Jóvenes concluye, significativamente, con la siguiente declaración: «Junto a Sensei, ahora es el momento / de cumplir mi juramento».