Interpretemos la canción de la vida


Orientación para la SGEs


En la primera quincena de mayo, recibimos en Europa a una delegación de la Soka Gakkai encabezada por el presidente Minoru Harada, la responsable del Departamento de Mujeres Kimiko Nagaishi, en su primer viaje al continente, y el director ejecutivo de la SGI Shinji Shimizu.[1] Este último remarcó dos propósitos de la visita.

El primer propósito era impulsar un nuevo avance del kosenrufu en Europa, protagonizado por todos los miembros del continente, al avivar la llama del juramento de maestro y discípulo de la Soka Gakkai –que es el de lograr el kosenrufu, la paz mundial y la felicidad de todas las personas– y hacerla arder más que nunca en nuestros corazones.

La quintaesencia del Sutra del loto se encuentra en ese gran juramento del kosen-rufu, transmitido del buda Shakyamuni a Nichiren Daishonin, y heredado en la época contemporánea por los tres presidentes fundadores de la Soka Gakkai. En particular, como sucesor de Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda, Daisaku Ikeda mostró el carácter global de ese juramento, convocando a Bodisatvas de la Tierra en todo el mundo.

En la actualidad, nuestro continente está haciendo frente a durísimos retos, y el modo en que respondamos a ellos tendrá una influencia decisiva en el rumbo de la humanidad entera. Se trata, por tanto, de un momento crucial para los miembros de la Soka Gakkai de Europa, en el que estamos llamados a cumplir nuestra misión como Bodisatvas de la Tierra y ponernos a la vanguardia del kosenrufu en el lugar donde nos encontramos.

En una ocasión, Ikeda Sensei comentó lo siguiente sobre la visión de la historia propuesta por el profesor Arnold J. Toynbee según la cual las civilizaciones crecen en la medida en que responden a los desafíos:

«Responder» podría ser interpretado también como el «contraataque» que nos permite vencer y superar las dificultades y, así, convertir el veneno en medicina.

El profesor Toynbee fue una persona siempre dispuesta a aprender y a ver los aspectos positivos incluso de los problemas y el sufrimiento.

Hagamos que la sabiduría budista del Camino Medio, en la cual el profesor Toynbee depositaba grandes expectativas, brille mucho más en nuestro mundo, y transformemos vigorosamente las mayores adversidades en un trampolín para crear esperanza y felicidad en bien de la humanidad.[2]

El segundo propósito de la visita a Europa de la delegación de la Soka Gakkai fue señalar un nuevo punto de partida, también, en lo concerniente a la misión social de la organización. Esta es, en esencia, la de expandir el círculo del bien entre la ciudadanía trascendiendo las diferencias de credo, otro aspecto necesario para avanzar hacia la paz en el mundo y poner la felicidad al alcance de todas las personas.

Los casi diez días de actividades de la delegación en Europa culminaron con una significativa Conferencia del Kosen-rufu de Representantes Africanos y Europeos que, con el lema «Interpretemos la canción de la vida», se celebró el 11 de mayo en el Centro Cultural Ikeda por la Paz de Frankfurt.

Europa es el lugar donde estallaron las dos guerras mundiales, y el continente africano ha experimentado sufrimientos y tragedias infinitos. Este encuentro entre ambos, unidos por el juramento del kosen-rufu compartido como Bodisatvas de la Tierra y por su determinación de cambiar el destino de la humanidad, representa una inmensa esperanza, más aún cuando representantes de los departamentos juveniles de los dos continentes dieron voz a este compromiso común mediante una declaración conjunta.

Nichiren Daishonin asumió como propio el sufrimiento del pueblo y luchó junto al pueblo. En Sobre la reconvención a Hachiman, tras citar un pasaje del Sutra del nirvana que expresa el amor compasivo de El Que Así Llega, afirmó: «Los diversos sufrimientos que experimentan los seres son los propios sufrimientos de Nichiren».[3] Ese padecimiento que comparte Nichiren, Sensei lo interpretó como un sufrimiento experimentado por la sociedad en su conjunto.

En este sentido, los desafíos que experimentamos en Europa en este momento no solo nuestros, sino que los compartimos con toda la humanidad. Al mismo tiempo, podemos asumirlos como retos personales, no para lamentarnos de ellos, sino para mirarlos de frente y abordarlos con la máxima seriedad, y con la convicción en que está en nuestras manos transformar las circunstancias para superarlos.

Durante la conferencia, Kimiko Nagaishi aludió a la imperiosa necesidad de sabiduría para llevar a cabo esto, citando un escrito de orientación de Ikeda Sensei.

En las palabras conclusivas de la conferencia en Frankfurt, el presidente Harada citó otro pasaje del Gosho: «La persona de sabiduría no es la que practica el budismo alejada de los asuntos mundanos, sino, antes bien, la que comprende cabalmente los principios con los que el mundo se gobierna». Y nos alentó a que, como ciudadanos comprometidos, ampliemos nuestra red de confianza en nuestras respectivas comunidades, con humanidad sobresaliente y con sentido común y a que, de ese modo, contribuyamos con orgullo al desarrollo de nuestros amados países y a la realización de la paz en el mundo. La tarea de hacer realidad la visión de nuestro maestro de convertir el siglo XXI en un siglo de paz y felicidad depende de nosotros, los discípulos y discípulas de Daisaku Ikeda.

Hagamos de estas reflexiones nuestra hoja de ruta al embarcarnos, este mes colmado de significados, en la conmemoración el 4 de junio, Día del Ikeda Kayo-kai; el 6 de junio, Día de Maestro y Discípulo de Europa; el 16 de junio, Día del Departamento de Mujeres de la SGEs, y el 30 de junio, Día del Departamento de Estudiantes. Convirtamos cada encuentro de este mes en una oportunidad para responder a la llamada que encontramos en este mismo número: «promovamos con coraje el diálogo y, de ese modo, sembremos las semillas del budismo a lo largo y ancho de la tierra».[4]

LO QUE MÁS NECESITAMOS: LA SABIDURÍA
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«¿Qué es lo que más falta hace en esta época de grandes cambios? Para dar una respuesta simple, lo que más necesitamos es sabiduría.
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Individualmente o en grupo, cuando las personas observan los asuntos de la sociedad y la época con capacidad de discernimiento y manifiestan genuina sabiduría, no se dejan manipular ni siquiera por los acontecimientos más tumultuosos. En cambio, son capaces de encauzar los cambios hacia el desarrollo, la victoria y la creación de valor.
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Por el contrario, quienes se adhieren a formas de pensar inflexibles y obsoletas quedan a la zaga de los tiempos. Asimismo, responder a los cambios del modo incorrecto resulta en la derrota. Esta es una época tan rigurosa que tales errores son imperdonables; no subestimemos el desafío que nos presentan los tiempos.
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Por esta razón, en bien de nuestra felicidad y de nuestra victoria, se torna cada vez más importante la sabiduría de El Que Así Llega, que percibe el verdadero aspecto del mundo, exactamente como es.
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Para decirlo en pocas palabras, el conocimiento corresponde al pasado; el conocimiento es tecnología. Pero el futuro es de la sabiduría, y esta es filosofía. Es el corazón del pueblo capaz de transformar la época. Si bien el conocimiento puede brindar puntos de referencia útiles, no puede convertirse en una fuerza capaz de guiar el futuro.
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En cambio, la sabiduría conmueve el corazón del pueblo y tiene la fuerza necesaria para inaugurar una época nueva. La sabiduría es la clave para comprender los tiempos e, incluso, para “crearlos”».[5]
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(Volver a la mención en el texto principal del artículo).


[1] ↑ En relación con la visita mencionada, véase también, en este número, la sección «Actualidad».

[2] ↑ Véase la revista CG, n.º 220, agosto 2023, sección «Orientación». El primer párrafo se ha extraído del original japonés.

[3] ↑ On Reprimanding Hachiman (La reconvención a Hachiman),en WND-2, pág. 920

[4] ↑ Véase, en este número, la sección «Orientación».

[5] ↑ IKEDA, Daisaku: Disertación sobre los capítulos «Medios hábiles» y «Duración de la vida» del «Sutra del loto», entrega 26: «La luz de la personalidad del Buda es inextinguible».

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