Atesorar a cada persona a través de las reuniones de diálogo, las visitas y el aliento personal


A continuación presentamos un resumen del discurso pronunciado por el presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada, en la segunda reunión de la sede central para responsables hacia el centenario de la organización en 2030. Esta se realizó de forma conjunta con la reunión general de la Soka Gakkai de Kansai el 13 de abril pasado en Toyonaka, Osaka.

El presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada, pronunciando el discurso | Foto: Seikyo Shimbun

Felicitaciones por esta segunda reunión de la sede central para responsables, realizada de forma conjunta con la reunión general de Kansai, para celebrar el 3 de mayo, Día de la Soka Gakkai y Día de las Madres de la Soka Gakkai.

Hoy nos acompañan 128 compañeros y compañeras provenientes de 17 países y territorios. Démosles una cálida bienvenida, en reconocimiento a las largas distancias que han recorrido para estar aquí en esta oportunidad.

Entre enero y marzo de este año, los distritos de la Soka Gakkai de Japón se han lanzado a la campaña «Nueva partida hacia una Soka Gakkai juvenil en todo el mundo», realizando animadas reuniones de diálogo centradas en la juventud.

Las reuniones de diálogo, las visitas y el aliento personal que impulsamos día a día y mes tras mes son el epítome de una sociedad sostenible, diversa e inclusiva, donde no se deja a nadie atrás.

Asimismo, en marzo, los miembros del Departamento de Jóvenes de Japón participaron en el Mirai Action Festival,[1] alineado con la Cumbre del Futuro que patrocinan las Naciones Unidas (y con fecha prevista en septiembre) para promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre otros compromisos. ¡Me gustaría agradecer y felicitar a todos por el gran éxito de estas actividades, que prenuncian la llegada de una nueva época!

El interior del Estadio Nacional de Japón durante el Mirai Action Festival, el 24 | Foto: Seikyo Shimbun

Las acciones que iniciemos a partir de ahora serán cruciales. Los ODS son cuestiones de primera importancia para todos nosotros, no algo que debamos percibir como alejado de nuestra vida cotidiana. Las reuniones de diálogo, las visitas y el aliento personal que impulsamos día a día y mes tras mes son el epítome de una sociedad sostenible, diversa e inclusiva, donde no se deja a nadie atrás. Aprovechemos nuestras reuniones de diálogo mensuales, los encuentros personales y los diálogos «uno a uno» para fortalecer y enriquecer los lazos que hemos entablado […] y, en el proceso, hagamos posible que más jóvenes comprendan y valoren nuestro movimiento.

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Hiroshi Kainuma, profesor asociado de la Universidad de Tokio, adscrito a la Iniciativa Interfacultativa en Estudios sobre la Información, es un sociólogo que ha entrevistado a numerosos miembros de la Soka Gakkai en el marco de una investigación sobre la tradición de las reuniones de diálogo, las visitas y el aliento personal. En un artículo publicado en el Seikyo Shimbun expresó: «La fortaleza de la Soka Gakkai se origina en que considera las reuniones de diálogo, que ponen en valor el encuentro entre personas diversas, su actividad central». También reconoció la gran importancia de las visitas y el aliento personal: «Aunque en la Soka Gakkai se incentiva a participar en las actividades al mayor número posible de personas, no creo que hubiese podido crecer en la medida en que lo ha hecho si no fuese una organización inclusiva, que se preocupa en la misma medida por quienes no pueden asistir a las reuniones».

La conclusión del profesor Kainuma fue: «En la sociedad japonesa de posguerra, la mayoría de las instituciones religiosas y hasta de las empresas han sido incapaces de sostener sus actividades y, con el tiempo, han declinado o han desaparecido. En cambio, la Soka Gakkai ha sabido evolucionar y adaptar sus actividades ante circunstancias cambiantes, en respuesta a fenómenos con un gran impacto social como desastres naturales o la pandemia de la COVID-19. Esta historia de resiliencia es la gran fortaleza de la Soka Gakkai».

Ahora mismo, en el marco de nuestros esfuerzos por forjar y acercar a las generaciones más jóvenes, responder a los retos de la época significa encontrar modos de adaptar nuestras tradicionales reuniones de diálogo, visitas y diálogos de aliento personal a las necesidades actuales.

En los últimos años se ha hablado mucho sobre la importancia de «establecer una narrativa», una expresión que puede interpretarse de maneras diferentes en función del ámbito.

No es lo mismo una «narrativa» que una «historia». Mientras que una historia no cambia, independientemente de quien la cuente, una narrativa es un registro que transmite lo que el narrador siente al experimentar los hechos y los significados que les asigna. De este modo, un mismo acontecimiento puede dar lugar a tantas narrativas como personas han participado de él.

Una de las características de la actual generación de jóvenes es el énfasis que pone en la autenticidad a la hora de evaluar a las personas y a las organizaciones. En otras palabras, otorgan importancia a si alguien les resulta genuino en su proceder o si, en cambio, sienten que tiene segundas intenciones.

Por eso, más que una historia perfectamente coherente, a estos jóvenes que aprecian la autenticidad les llegan más las narrativas que reflejan de manera natural a la persona, incluidas sus vulnerabilidades y sus fallos, cuando comparte su experiencia de vida, real y única.

Sigamos empleando nuestra creatividad para innovar, mientras aprendemos de la sabiduría de los jóvenes y asumimos con proactividad sus propuestas.

Con esto en mente, necesitamos considerar con atención si las experiencias y los informes de actividad que se ofrecen en las reuniones de diálogo, las visitas, los diálogos de aliento personal y otros encuentros son narrativas o historias. Hemos tendido a enfocarnos de manera notable en los resultados, pero, cuando hablamos sobre el proceso y expresamos nuestros pensamientos y sentimientos, quienes nos escuchan pueden identificarse de verdad con nuestras vivencias. E, incluso si no hemos obtenido resultados tangibles o si aún no hemos logrado el objetivo que nos habíamos puesto, el desafío transmite un valor positivo de por sí.

En un seminario organizado por la Soka Gakkai en Kioto, Yoko Yamada, profesora emérita de la Universidad de Kioto, especialista en psicología evolutiva y narrativa, dijo que admiraba cómo la Soka Gakkai pone en práctica el «enfoque narrativo», es decir, cómo permite a cada persona, a través del diálogo, transformar su historia de vida en un relato positivo y darle nuevo significado.

El diálogo es el elemento esencial que infunde vida a nuestras reuniones, visitas y encuentros de aliento personal. Corporeiza el espíritu fundamental de la Soka Gakkai, que es el de valorar a cada individuo. Muchos distritos están introduciendo nuevos enfoques en nuestras reuniones de diálogo, en un proceso de prueba y error, en respuesta a las circunstancias propias de cada comunidad; por ejemplo, algunos están subdividiendo a los asistentes en grupos más pequeños, para que todos los participantes tengan oportunidad de expresarse.[2]

Sigamos empleando nuestra creatividad para innovar, mientras aprendemos de la sabiduría de los jóvenes y asumimos con proactividad sus propuestas.

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En su visita a Kansai el 3 de mayo de 1980, un año después de haber renunciado a la presidencia de la Soka Gakkai, Ikeda Sensei expresó: «Oh, cielo de Kansai, “cielo siempre victorioso”. 3 de mayo, nuestro hito eterno».

Ese mismo año, escribió un ensayo titulado «Nuestra eterna piedra de toque: el 3 de mayo», que se publicó en la edición de mayo de la revista Daibyakurenge. En él sostuvo: «En esta cumbre monumental del kosen-rufu que es el 3 de mayo, juremos intrépidamente avanzar junto a nuestros compañeros en la fe, la práctica y el estudio. Agradeciendo el crecimiento, los logros y los esfuerzos de nuestros miembros, oro para que el 3 de mayo sea nuestra eterna piedra de toque».

Como discípulos de Ikeda Sensei, juremos seguir impulsando el kosen-rufu y nuestra propia revolución humana en unión de «distintas personas con un mismo propósito», y hagamos del 3 de mayo nuestra eterna piedra de toque. Este fue el deseo y la oración de nuestro mentor.

Nichiren Daishonin escribe: «Los discípulos del Buda, en cualquier circunstancia, deben reconocer las cuatro deudas de gratitud y saber cómo saldarlas».[3] Para retribuir nuestra gran deuda de gratitud con Ikeda Sensei, promovamos con coraje el diálogo y, de ese modo, sembremos las semillas del budismo a lo largo y ancho de la tierra.

(Traducción del artículo publicado el 21 de abril de 2024 en el Seikyo Shimbun).


[1] ↑ N. de E.: Véase en la revista CG, n.º 229, mayo 2024, sección «Especial» un reportaje sobre este festival, que, celebrado el 24 de marzo pasado, convocó a unos 66 000 jóvenes en el Estadio Nacional de Japón, en Tokio, para reclamar acciones inmediatas sobre la abolición de las armas nucleares y el cambio climático. El evento contó con el auspicio de diversas organizaciones juveniles japonesas, entre las cuales la Soka Gakkai, varias ONG y organismos de las Naciones Unidas. El comité organizador emitió una declaración conjunta sobre la abolición nuclear y la crisis climática, dirigida a la Cumbre del Futuro que tendrá lugar en septiembre en la sede de la ONU en Nueva York.

[2] ↑ N. de E.: En las reuniones de diálogo de la Soka Gakkai de Japón no es extraño que la participación, que puede contarse por decenas, supere largamente el número de personas que podría intervenir en un único diálogo durante la duración habitual de estos encuentros.

[3] ↑ La apertura de los ojos, en END, pág. 239.

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