Forjar al Departamento Futuro y a los jóvenes para crear un siglo de paz


A continuación presentamos un extracto del discurso que el presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada, ofreció en la 3.ª reunión de la sede central para responsables, celebrada junto con la reunión nacional de responsables del Departamento de Jóvenes, el encuentro general del Ikeda Kayo-kai, la reunión general del Departamento de Estudiantes y el Curso de Jóvenes de la SGI. La actividad se llevó a cabo en el Auditorio en Memoria de Josei Toda de Sugamo, Tokio, el 29 de junio.

Minoru Harada pronuncia su discurso en la 3.ª reunión de la sede central para responsables de la Soka Gakkai (Tokio, 29 de junio) | Foto: Seikyo Shimbun

Muchas felicidades por la 3.ª reunión de la sede central para responsables, la reunión nacional de responsables del Departamento de Jóvenes, el encuentro general del Ikeda Kayo-kai y la reunión general del Departamento de Estudiantes, donde palpita una energía renovada para la construcción de una Soka Gakkai juvenil en todo el mundo. Además, hoy nos acompañan 260 líderes de la nueva era que han llegado de 60 países y territorios para participar en el Curso de Jóvenes de la SGI. Quiero darles a todos la bienvenida más afectuosa y agradecerles el largo viaje que han hecho para estar hoy aquí.

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En mayo pasado mantuve una audiencia privada con el papa Francisco, líder de la Iglesia Católica Apostólica Romana. En nuestra reunión, que duró unos 30 minutos, le presenté las iniciativas que la Soka Gakkai ha tomado a lo largo de los últimos cincuenta años para abolir las armas nucleares. En respuesta, el pontífice manifestó su dura crítica contra estas armas y elogió la labor de nuestra organización.

Le hablé sobre nuestro movimiento por la paz, basado en el espíritu que corporeiza la frase inicial de La revolución humana: «No hay barbarie que se compare con la guerra. No existe nada más cruel», ante lo que el papa asintió enfáticamente y afirmó la importancia del mensaje. Creo que nuestro firme acuerdo en torno al compromiso con la paz tiene una gran trascendencia histórica.

Ikeda Sensei tenía previsto visitar el Vaticano para reunirse con el papa Pablo VI en 1975. Sensei, que desde hacía tiempo creía en la importancia del diálogo interreligioso para la paz mundial, había mantenido un contacto sostenido con el embajador del Vaticano en Japón y con representantes papales desde ocho años antes. Ellos propusieron un encuentro con el pontífice, y fue así como nuestro maestro recibió una invitación formal al Vaticano.

Sin embargo, poco antes de su partida, se vio obligado a cancelar el encuentro por interferencia del clero de la Nichiren Shoshu, de pensamiento estrecho y dogmático.

Sensei, que se refirió a esta situación en La nueva revolución humana, lamentó profundamente tener que declinar una invitación potencialmente tan valiosa para la paz global.

Como un integrante más de la comisión encargada de los preparativos de aquel encuentro y como persona enviada por la Soka Gakkai a la Curia para explicar las razones de la repentina cancelación, no puedo sino sentir una profunda emoción al haber hecho realidad finalmente, casi cincuenta años más tarde, el deseo de Ikeda Sensei de dar ese paso por la paz.

Quiero expresar también mi sincero agradecimiento por los esfuerzos de nuestros miembros para hacer posible este encuentro, en Italia, en Argentina –la tierra natal del pontífice– y en cada país y sociedad del mundo donde se han ganado la confianza de sus compatriotas como buenos ciudadanos.

Ahora que estamos haciendo sonar orgullosamente la segunda serie de Siete Campanadas, [1] en la que Sensei vislumbró que consolidaríamos los cimientos de la paz mundial, estamos decididos a hacer realidad su visión, sin falta.

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En un ensayo (de 2001), Ikeda Sensei escribió: «La revolución humana es encontrarse con la gente. El kosen-rufu es hablar con la gente».

Es cierto que «las semillas de la budeidad germinan como resultado de las circunstancias causales».[2] Cada uno en su respectivo país, esforcémonos con alegría, acercándonos incluso a una sola persona más, y aprovechemos esta temporada del año para avanzar firmemente en nuestra revolución humana y el kosen-rufu.

En sus días de juventud, Sensei se dedicó personalmente a encontrarse con la mayor cantidad posible de miembros del distrito de Bunkyo en Tokio para alentarlos y forjarlos. Una vez dijo a los compañeros de ese lugar: «Hay personas que, sin haber jamás conversado conmigo, sin siquiera haberme conocido, están apoyando a la Soka Gakkai de todo corazón, dando lo mejor de sí. Desde mi punto de vista, tienen una fe genuina».

Esta es la esencia de la relación de maestro y discípulo, y la clave para construir una Soka Gakkai juvenil en todo el mundo. También está a tono con el mensaje que Ikeda Sensei envió a la tercera ceremonia de ingreso a la Universidad Soka (en 1973), en el que declaró: «A partir de ahora, la educación será el centro de mi trabajo y mis preocupaciones. Estoy decidido a trazar las bases para los treinta años posteriores a mi muerte».

Cuando culmine la segunda serie de Siete Campanadas, en 2050, y comience la tercera serie –cuya meta es establecer la filosofía del respeto a la dignidad de la vida como espíritu de la época y el mundo–, habrán pasado unos treinta años desde el fallecimiento de Sensei.

De nuestra capacidad para forjar hoy individuos con una fe genuina, aunque nunca se hayan encontrado con Ikeda Sensei en persona, dependerá que en ese período emerjan incontables personas capaces, danzando jubilosamente en el verdadero escenario del kosen-rufu mundial.

Una fe genuina solo puede ser pulida por alguien de fe genuina. Adoptando la determinación de nuestro maestro como nuestro propio juramento, forjemos a nuestros preciados integrantes del Departamento Futuro y jóvenes como campeones del kosen-rufu, directamente unidos a Ikeda Sensei, mientras abrimos resueltamente el camino hacia un siglo de paz.

(Traducción del artículo publicado el 6 de julio de 2024 en el Seikyo Shimbun).


[1] ↑ Siete campanadas: La primera serie de Siete Campanadas se refiere a siete períodos consecutivos, de siete años cada uno, en la historia de la Soka Gakkai desde su fundación en 1930 hasta 1979. El 3 de mayo de 1966, Daisaku Ikeda habló de una nueva serie de Siete Campanadas en el siglo XXI. Tiempo después, amplió esta visión a un total de siete series de Siete Campanadas hasta mediados del siglo XXIII.

[2] ↑ SL, cap. 2, pág. 41.

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