¡Recuerdos de oro hacia 2050!

Jóvenes fénix · A los miembros del Departamento Futuro de la SGEs

¡Hola, compañeras y compañeros!

Ya estamos en noviembre, mes en el que celebramos en toda España nuestras asambleas conmemorativas del Día del Departamento Futuro de la SGEs. ¡Qué alegría encontrarnos y compartir ese momento juntos!

Nuestro lema es:

«Recuerdos de oro hacia 2050»

En La nueva revolución humana, Ikeda Sensei cita al poeta indio Rabindranath Tagore (1861-1941), que dijo: «Un país es creación del hombre. Un país no es la tierra que se extiende dentro de sus fronteras, sino las almas que la habitan. Sólo cuando las personas son expresivas ese país puede expresarse plenamente». Y añade: «Las actividades de Gakkai permiten a las personas brillar y expresarse plenamente».[1]

¿Qué os parece aprovechar estas asambleas para expresarnos y brillar plenamente, tal y como cada una y cada uno es, construyendo así fantásticos recuerdos que perduren en la historia de nuestras vidas y de la Soka Gakkai?

Un ejemplo de las expresiones de las que hablamos es este vídeo en el que niñas y niños de toda España realizan acciones por la paz. ¿Queréis verlo?

También este mes conmemoramos el día en que se creó la Soka Gakkai, el 18 de noviembre de 1930. La organización surgió gracias al esfuerzo de un maestro y un discípulo que tenían un deseo común: llevar a cabo el kosen-rufu, es decir, concretar la paz en el mundo y hacer que las personas sean felices. Para hacer realidad este cometido, hicieron un juramento, se comprometieron con ese sueño.

Pero, ¿qué quiere decir ese juramento? Ikeda Sensei nos lo aclara:

Nichiren Daishonin superó cada adversidad con el espíritu de: «¡Este es mi juramento, y jamás lo abandonaré!». Nuestras oraciones como miembros de la Soka están directamente ligadas con este gran compromiso. No se trata de aferrarse a un poder superior ni tampoco de tener suerte. Es el punto de partida para comprometerse y accionar a lograr todo objetivo, pase lo que pase. A través del esfuerzo tenaz y la oración invencible, abramos el camino hacia un futuro pleno de esperanza.
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El presidente fundador Tsunesaburo Makiguchi declaró: «Una flecha disparada a un blanco difuso no atina a nada». Lo importante es trazarse metas claras, ya sea en la vida cotidiana, en los exámenes escolares o en la dirección que se busca tomar en el futuro. Entonad Nam-myoho-renge-kyo como si tensarais la cuerda al máximo y lanzarais la saeta al blanco. Orad al Gohonzon expresando libremente vuestros sentimientos de preocupación o temor. Al hacerlo, el valor y la sabiduría surgirán sin falta desde vuestro interior.[2]

@GRUPO CASALS y @GRUPO PICASSO: ¡PRENDED EL INTERRUPTOR PARA CRECER!

Determinar es como apretar el interruptor del propio crecimiento. Ponemos en marcha el motor para avanzar.[3]

El maestro de Daisaku Ikeda, Josei Toda, solía ponerle metas importantes y preguntarle si creía que podría hacerlo, y Sensei le respondía que sí, sin dudar. La gente decía que eran imposibles de alcanzar, pero como él se lo había prometido a su maestro y lo había decidido, oraba y se desafiaba con la seguridad de que las iba a cumplir sin falta. Él mismo cuenta que esta actitud multiplicaba sus fuerzas, lo hacía crecer y avanzar. Así, se dedicó a enfrentar diferentes retos y los fue superando cada uno.

En el libro Un arcoíris de esperanza, Ikeda Sensei comparte que los maestros que tuvo en primaria le ayudaron a descubrir la alegría de aprender cosas, de lo grande que es el mundo; la importancia de tener sueños y el verdadero valor de la sinceridad y el esfuerzo. Y allí también nos habla de Helen Keller, una niña que no podía ver, oír ni hablar, y que construyó una vida positiva y alegre convirtiéndose en escritora dedicada «a ayudar a otras personas ciegas y sordas para que pudieran tener vidas felices. Viajó por el mundo para defender la paz y alentar a los demás».[4] Todo gracias a su maestra, que la ayudó y confió siempre en ella.

¿Qué os parece aprovechar estas asambleas como punto de partida para comprometernos y accionar para lograr todos nuestros objetivos, por nuestra felicidad y la de los demás, pase lo que pase? ¿A qué blanco queremos dirigir la flecha? Sin duda, podemos crear un futuro de esperanza como el arcoíris que «se extiende a través de la bóveda celeste después de la lluvia, como un gigantesco puente luminoso de siete colores».[5]