«Avanzando hacia un mundo sin armas nucleares»
Un placentero sol sobre un cielo despejado saludó a las cerca de trescientas personas que acudieron en Rivas-Vaciamadrid al I Encuentro de la Alianza por el Desarme Nuclear. Esta red, formada por más de sesenta entidades de la sociedad civil que comparten la meta de que el Gobierno de España se adhiera al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), entre las cuales está la SGEs, escogió el Centro Cultural Soka y el Jardín de la Paz para conmemorar su primer aniversario el 28 de septiembre.
Entre los participantes se encontraban activistas; vecinos de Rivas; miembros de la SGEs, que en no pocos casos asistían con familiares o amigos interesados en la temática; y una cincuentena de estudiantes llegados de toda España para participar en un curso convocado por la SGEs ese mismo día (véase la noticia en esta misma sección) con la voluntad de que las sesiones matinales fueran comunes a las de «Avanzando hacia un mundo sin armas nucleares», el encuentro de la Alianza.
La primera parte del evento se desarrolló en el auditorio del Centro Cultural Soka. Allí, tras la proyección de un audiovisual introductorio a la historia del movimiento global para incorporar el TPAN al derecho internacional, el director general de la SGEs Enrique Caputo pronunció unas palabras de bienvenida. En ellas compartió una noticia auspiciosa: el 26 de septiembre, apenas 48 horas antes y en coincidencia con el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, el pleno del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid había acordado sumarse a la iniciativa Cities Appeal promovida por ICAN. «Quiero agradecer a la alcaldesa […], Aída Castillejos, no solo su presencia aquí hoy, sino también su sensibilidad y el coraje político de poner en la agenda de Rivas el tema de la construcción de la paz y el desarme nuclear», dijo.
Seguidamente habló Maribel Hernández, coordinadora de la Alianza, quien remarcó que «la amenaza nuclear puede parecer un problema lejano que no nos concierne, pero precisamente por ello necesitamos una sociedad activa por el desarme nuclear». Justamente con la intención de ampliar la conciencia acerca de las consecuencias humanitarias de las armas nucleares, intervino a continuación Carlos Umaña, copresidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW) y miembro de la junta directiva de ICAN. Él señaló la gravedad de la actual amenaza nuclear, motivada entre otras cosas por la retórica incendiaria de los líderes de los países poseedores de armamento nuclear o el debilitamiento de la arquitectura de derecho internacional, pero concluyó con un mensaje empoderador: «El poder normativo del TPAN se fortalece con cada persona que hable de este tema. Los cambios no surgen en las cúpulas, sino en las bases. Tenemos que ser conscientes cada uno de nuestro rol en la historia».
Para dar ejemplo del rol que puede jugar un solo individuo, subió al escenario Yoshihiro Nakashima, artista japonés comprometido con la paz y el desarme nuclear, miembro de tercera generación de una familia hibakusha y de la SGEs, y autor del inspirador monumento escultórico Liberar la paz, realizado en colaboración con Lina Cofán y Manuel Sánchez-Algora (véase la sección «Mi historia» de este número).
La intervención final corrió a cargo de Castillejo, quien hizo notar que «las ciudades, por muy pequeñas o grandes que seamos, no somos ajenas a lo que sucede fuera de nuestros territorios. Los grandes retos globales comienzan en nuestros barrios». Entonces tuvo lugar un acto memorable, al hacerse entrega a la alcaldesa de un certificado de adhesión de Rivas a la moción en favor del TPAN. Con la inauguración conjunta de Liberar la paz en un área cercana del Jardín de la Paz concluyó la primera parte del encuentro.
Tras un descanso, en el que se pudieron ver varias exposiciones dispuestas en el auditorio y el vestíbulo, se inició la segunda parte. Con el nombre #ErradicArmasNucleares, esta consistió en un recorrido temático por el Jardín de la Paz, organizado y dinamizado por jóvenes. Contó con varias etapas y paradas, entre las cuales una exposición participativa de fotos de lo que «nos negamos a que sea destruido por la amenaza nuclear», una pieza de teatro original, una interpretación musical infantil y un mural colaborativo, todo ello articulado por explicaciones ofrecidas por estudiantes.
El encuentro concluyó por la tarde con una reunión de trabajo en la que participaron representantes de entidades integradas o interesadas en la Alianza, cuyo primer encuentro presencial se reveló como una oportunidad para concienciar a la ciudadanía, celebrar los hitos logrados y emprender con esperanza nuevas acciones por un futuro sin armas nucleares.