Levantémonos decidiendo, cada uno: «¡La Soka Gakkai soy yo!»


Por Minoru Harada · Para el número de noviembre de 2024 de Daibyakurenge


Los tres presidentes fundadores de la Soka Gakkai, con su lucha altruista para propagar la Ley Mística, abrieron las rutas de nuestro avance, mostrando que los obstáculos pueden proyectarnos hacia la iluminación. Como escribe Nichiren Daishonin: «Surgirán dificultades, que deberán considerarse prácticas “pacíficas”».[1]

El 18 de noviembre de este año conmemoraremos el octogésimo aniversario del fallecimiento de Tsunesaburo Makiguchi en la cárcel, como prisionero de conciencia. En la ceremonia recordatoria celebrada en el primer aniversario de su muerte, su sucesor Josei Toda proclamó: «Declaro aquí y ahora que yo, Toda, me dedicaré a lograr el kosen-rufu, aunque tenga que hacerlo solo». Luego, en la tercera ceremonia en su memoria, correspondiente al segundo aniversario del fallecimiento, expresó con lágrimas en los ojos: «Usted, con su inmenso amor compasivo, me permitió que lo acompañara incluso a la cárcel», y agregó: «¿Podría haber acaso una felicidad más grande que esta?».

Ante las funciones negativas que causaron la muerte de su maestro, la forma de reivindicar su vida que Toda Sensei encontró fue ese juramento de lograr el kosen-rufu sin falta.

Tiempo después, en el primer aniversario de la muerte del propio presidente Toda, su discípulo Daisaku Ikeda escribió en la revista Daibyakurenge: «A partir de hoy, iniciamos una contienda aún más intensa en pos del kosen-rufu». Llevando a su mentor en el corazón, mantuvo esa lucha compartida hasta el final de su existencia.

Hoy, en los días que restan hasta el 15 de noviembre, el primer aniversario del fallecimiento de Ikeda Sensei, decidamos asumir personalmente ese mismo gran juramento de lograr el kosen-rufu, mientras reflexionamos sobre el legado que nos dejó nuestro maestro. ¡Hagamos de hoy el punto de partida para comprometernos juntos a saldar la inmensa deuda de gratitud contraída con nuestro maestro, logrando impresionantes victorias con miras al centenario de la Soka Gakkai en 2030!

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En un discurso pronunciado en la reunión general de la sede central de otoño, el 8 de noviembre de 1959 –el año siguiente a la muerte de Toda Sensei–, Ikeda Sensei recalcó la importancia del momento posterior al fallecimiento de su maestro: «El auténtico espíritu de la Soka Gakkai y nuestra verdadera misión como Bodisatvas de la Tierra se encuentran en transmitir seria y cuidadosamente la orientación de Toda Sensei y ponerla en práctica de manera cabal».

En aquella reunión se anunció la creación del distrito general Hiroshima. Cuatro días más tarde, Sensei viajó a esa ciudad, a la que su mentor siempre había querido ir, sin haber podido llegar a hacerlo. En Hiroshima participó en el encuentro inaugural del distrito general y alentó a los miembros sin reservas, en nombre de Toda Sensei. Esta es la actitud de un discípulo genuino.

La fuerza integral de la historia, que transforma el karma de la humanidad y permite a cada persona elevar su estado de vida, es forjar una red de sucesores que avancen por el arduo camino del kosen-rufu en unión con su maestro. Recordemos que esa es también la manera de afianzar un estado de vida de absoluta satisfacción.

Makiguchi Sensei acostumbraba a decir: «¡Prefiero un solo león antes que mil corderos!». Fue él quien afirmó también: «Una sola persona valiente comprometida con el gran bien podrá lograr grandes proezas».

La Soka Gakkai es una organización de leones. Todo empieza por un solo individuo que se pone de pie decidiendo: «¡La Soka Gakkai soy yo!». En esta nueva partida, con espíritu renovado, informemos a Ikeda Sensei nuestras victorias como discípulos.

(Traducción del artículo publicado en la edición de noviembre de 2024 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai).


[1] The record of the orally transmitted teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), trad. por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, pág. 115.

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