GERMÁN GUILLÉN | TENERIFE
Soy de Ribesalbes, Castellón, y llegué a la isla de La Palma, en Canarias, en 2013. Ese mismo año conocí el budismo y, después de comenzar a practicar, decidí terminar mis estudios y conseguir el graduado escolar en un centro para adultos.
Pero no quería quedarme ahí: me presenté a las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 años, ¡y también lo conseguí! En 2021, con la determinación de embarcarme en más desafíos –tanto personales como laborales–, me mudé a Tenerife.
En estos años, muchas han sido las pruebas reales del beneficio de la práctica budista en mi vida, pero la más importante ha sido vencer mi propia negatividad, que me llevaba a no encontrar valor ni sentido a nada de lo que hacía. El primer gran resultado fue reconocer esta tendencia; luego, gracias al desafío constante en el estudio del budismo y a la entonación de Nam-myoho-renge-kyo, pude comenzar a transformarla. Ahora mi fe se ha vuelto inquebrantable. Mi compromiso con mi vida y mi felicidad comienza con los desafíos en las actividades de Gakkai y en el estudio, y el fin es transformar mi karma desde la raíz.
Fruto de mi revolución humana, he experimentado muchos beneficios. Por ejemplo, he conocido a mi compañera de vida, Silvia, con quien me casé a finales de 2023. La ceremonia tuvo lugar en el Centro Cultural de la SGEs en Tenerife, frente al Gohonzon, un momento que vivimos rodeados de nuestra familia.
Otro objetivo importante para mí era transformar mi karma en relación con la economía. Tras el fallecimiento de mi padre, mi madre y yo habíamos perdido nuestra casa, pero gracias a un firme daimoku el resultado ha llegado. El verano pasado, Silvia y yo logramos comprar una vivienda.
Por último, en mi profesión también he experimentado grandes cambios. Soy soldador, hace muchos años que me dedico a ello y me apasiona lo que hago. Decidido a seguir formándome, el año pasado hice la solicitud para obtener un certificado de profesionalidad, es decir, un reconocimiento de experiencia y profesionalidad para personas que, sin tener una titulación, tienen muchos años de experiencia en un campo determinado. Mi solicitud tuvo éxito y en julio recibí mi certificación, que se convalida como un grado medio. Este logro me impulsó a buscar continuar mi formación, así que, para asumir un desafío aún mayor, decidí inscribirme en el grado superior de Construcciones Metálicas y logré una plaza. Actualmente lo estoy cursando gracias también al apoyo de mi jefe, que me permite compaginar trabajo y estudios.
Realmente estoy experimentando las palabras de Ikeda Sensei cuando dice: «La dicha genuina surge de la valentía. Y la valentía es el portal de la felicidad».1
- Adaptado de IKEDA, Daisaku: Ikeda Daisaku zenshu (Obras completas de Daisaku Ikeda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 2003, vol. 136.