Las invencibles torres de tesoros de la vida


Por Daisaku Ikeda · Mayo de 2020

¡CUÁN INCREÍBLEMENTE FUERTES, nobles y profundos son los lazos que unen a los maestros y discípulos que han superado juntos toda clase de adversidades, firmemente unidos por una misma aspiración y compromiso!

Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley, transmitió sus enseñanzas más importantes específicamente a discípulos que habían prevalecido sin flaquear ante las dificultades, en el período siguiente a la persecución de Tatsunokuchi y el exilio a la isla de Sado.

En Carta a Misawa, donde esclarece el significado de las enseñanzas que expuso durante el destierro a Sado y después, el Daishonin escribe: «sólo esta gran enseñanza [de Nam-myoho-renge-kyo] se propagará en toda la tierra de Jambudvipa [es decir, el mundo entero]. Dado que todos ustedes poseen un lazo con ella, deberían sentirse tranquilos y seguros».[1]

En las nueve décadas transcurridas desde su fundación, la Soka Gakkai ha triunfado sobre el asedio de los tres enemigos poderosos, y ha establecido la propagación de la Ley Mística en todo el mundo, tal como pronosticó Nichiren Daishonin. Esto les ha permitido a sus miembros adquirir incalculables beneficios y buena fortuna. Leo las palabras del Daishonin «Dado que todos ustedes poseen un lazo con ella, deberían sentirse tranquilos y seguros» como si hubieran estado escritas directamente para nuestros nobles miembros de la Soka Gakkai.

Mi maestro Josei Toda, deplorando las condiciones de Japón en los años de posguerra, me dijo visiblemente conmovido: «Nichiren Daishonin se lamentaba: “hoy vivimos en una época de desorden, que no permite hacer mucho a las personas comunes [porque el poder del pueblo es débil]”.[2] Para poner fin a esta época de aflicciones, es fundamental que empoderemos al pueblo y que hagamos todo lo posible por unir solidariamente a la familia global».

Hoy, mientras la humanidad enfrenta la pandemia del coronavirus y otros graves problemas mundiales, nuestros miembros están esforzándose en cada lugar, con la postura del tratado Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra. Unidos trascendiendo las fronteras, están orando sinceramente para llevar «orden y tranquilidad a los cuatro sectores del territorio»[3] y transformar el veneno en medicina, mientras contribuyen a la sociedad donde viven con su dedicación incondicional y altruista.

El potente sonido de Nam-myoho-renge-kyo reverbera en todo el universo. Hemos construido una red de personas comunes, de Bodisatvas de la Tierra, que no se deja vencer por ninguna de «las tres calamidades y los siete desastres» mencionados en los escritos del Daishonin. De cara al futuro ilimitado, sigamos creando relaciones de respeto y de confianza con la gente de cada lugar, basados en la convicción de que «todas las personas poseen la naturaleza de Buda».[4]

Cuando di mi segunda conferencia en la Universidad de Harvard (en 1993), concluí la presentación con las siguientes palabras del Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente: «Empleamos estos [cuatro] aspectos del nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte para adornar la torre [de los Tesoros] de nuestro cuerpo».[5]

Los miembros de la Soka Gakkai, unidos por los lazos de maestro y discípulo, están dando constantes ejemplos de victoria en su revolución humana, que les permiten transformar positivamente los sufrimientos del nacimiento, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte con las enaltecedoras virtudes de la eternidad, la felicidad, la verdadera identidad y la pureza.

Ahora, todos y cada uno, hagamos resplandecer nuestra vida más y más; persistamos en la tarea de crear un mundo donde la vida de cada integrante de la familia humana sea valorada y respetada de verdad, como una invencible Torre de los Tesoros.

Camaradas de la Soka
en quienes confío,
personas de vida luminosa y deslumbrante,
transformen todas las desdichas y adversidades
e iluminen a la humanidad.

(Traducción del artículo publicado en la edición de mayo de 2020 de Daibyakurenge). |


[1] ↑ Carta a Misawa, en END, pág. 938.

[2] ↑ El cuerpo y la mente de los seres, en END, pág. 1180.

[3] ↑ Véase Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, pág. 25.

[4] ↑ Véase Las catorce acciones contra la Ley, en END, pág. 793.

[5] ↑ OTT, pág. 90.

Scroll al inicio