Artamy Rodríguez Plata · Santa Cruz de Tenerife
Comencé a practicar el budismo Nichiren en el año 2014, cuando mi pareja, que ya practicaba, estaba embarazada de nuestra hija. Lo hice con el propósito de forjarme como un buen padre y formar así una familia fuerte e inspiradora para los demás.
Estamos suscritos a la revista Civilización Global desde hace algo más de siete años, y el contacto con sus páginas me acerca más, si cabe, a mi maestro Daisaku Ikeda y a los compañeros de fe, sin importar la distancia.
A pesar de encontrarnos en plena era digital, aguardo mes a mes con ilusión la llegada de mi ejemplar impreso de la revista. Todo su contenido me transmite una energía que me reconecta con la práctica y el estudio budistas, insuflándome hilos de esperanza, amor y paz. Además, me permite afrontar el día a día con energías renovadas, alentado por sus artículos y experiencias.
Esta vivencia no es mía y de mi esposa exclusivamente: nuestra hija Emma durante años nos pedía siempre que le leyéramos la sección dedicada al Departamento Futuro, y ahora es ella misma la que lo lee y comparte así la ilusión y la inspiración de niños y niñas como ella.
Sin duda, la lectura –no importa si digital o en papel– nos abre las puertas al mundo que nos atrevemos a soñar, y yo sueño y construyo un mundo de paz, junto a mi familia, mis compañeros de fe y mi maestro.