Sobre el camino de la pluralidad
«Ni nueva ni ajena» es una exposición de la Fundación Pluralismo y Convivencia (FPyC) que da cuenta del camino recorrido para dejar atrás siglos de confesionalidad doctrinal e intolerancia, hasta alcanzar el reconocimiento de la libertad religiosa como un derecho fundamental, y visibiliza la histórica presencia de las minorías religiosas en nuestro país y su lucha por el reconocimiento de la libertad religiosa.
España es hoy, en materia religiosa, un país plural que reconoce y protege la libertad religiosa. Sin embargo, llegar hasta esta situación no ha sido fácil. El camino ha sido largo, lleno de avances y retrocesos: una lucha constante contra la intolerancia y por la libertad.
A pesar del marco de intolerancia que durante siglos se mantuvo en el país, a pesar de la censura, las prohibiciones y las persecuciones, España siempre albergó cierto grado de diversidad religiosa, ya fuera clandestina o abiertamente.
En el panel dedicado al período entre 1967 y 1978, «Tardofranquismo y Transición, el primer reconocimiento legal», se alude al establecimiento de las primeras comunidades budistas, reflejando que en 1973, en Madrid y Canarias, se establecen miembros de la actual Soka Gakkai de España, y entre 1977 y 1978, las primeras comunidades zen y del budismo tibetano.
La situación actual, no es, por ello, nueva; lo nuevo es el marco abierto a partir de 1978, que ha permitido un desarrollo sin precedentes de la diversidad religiosa en España, presidido por el respeto, la igualdad y la libertad. Tampoco es ajena a la propia evolución interna del país.
Presentada en noviembre pasado en la sede de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), «Ni nueva ni ajena» es una exposición itinerante, y está disponible en formato digital en el sitio pluralismoyconvivencia.es.