Tener una meta es tener esperanza. Si existe un objetivo, cada paso tiene dirección y fuerza. […] [L]o más importante, sea cual fuere su posición social, es que se conviertan en filósofos del pueblo dentro de la Soka Gakkai, para proteger y alentar a la gente, y que se dediquen al kosen-rufu.

DAISAKU IKEDA[1]

Jorge de la Cruz, responsable del Departamento de Hombres Jóvenes de la SGEs en el distrito Alegría (primero desde la izquierda), y Sebastián Fiquitiva, que está cursando estudios de máster en Barcelona, se reúnen cada viernes para entonar daimoku juntos y dialogar. En esta ocasión, conversaron sobre los beneficios que Sebastián está experimentando en su salud, y sobre cómo esto le está haciendo sentir mayor confianza en sí mismo en lo relativo a la práctica budista. También hablaron sobre la actitud de orar como el león que ruge, sin miedo a tener grandes objetivos basados en la filosofía budista.


[1]La nueva revolución humana, vols. 17 y 18, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2020, pág. 30.

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