GIVANNA PÉREZ FARIÑA · TENERIFE

Estudié Filosofía y me interesó particularmente la filosofía de las religiones. Esa curiosidad me llevó a indagar en diferentes creencias y sentí especial conexión con el budismo.

En agosto de 2020 me reencontré con una antigua compañera de instituto que no veía desde hacía diez años. Como sabía que ella y su familia eran budistas, le pedí que me hablara más de la práctica. Aún recuerdo el primer día que escuché a su madre recitar Nam-myoho-renge-kyo y las dos me invitaron a unirme: una sensación muy profunda me invadió en el pecho, me sentía tremendamente feliz y en paz.

Desde abril de 2021 soy miembro de la Soka Gakkai, pero, ya que la inseguridad y la inestabilidad siempre formaron parte de mi vida, no me sentía segura a la hora de compartir la práctica con mi familia o amistades. Sin embargo, después de un encuentro de jóvenes, algo en mí me dijo que ya era hora de vencer esos miedos y transformar el veneno en medicina, así que decidí que mi madre sería la primera persona con quien compartiría mi práctica. Nuestra relación siempre ha sido complicada, pero hemos dado pasos muy positivos estos últimos tres años. Ella es católica, al igual que toda mi familia, sin embargo, sus primeras palabras cuando supo de mi práctica fueron: «Me hablas de budismo y me parece que resuena muchísimo contigo».

Givanna

También empecé a dialogar sobre la práctica con mis compañeras de clase. Una de ellas me ha dicho que se siente muy alentada después de nuestras conversaciones, sobre todo por el proceso en el que se encuentra ahora.

En septiembre de 2022 me casé con aquella compañera del instituto con quien me reencontré después de tantos años. Celebramos una ceremonia budista y fue el escenario perfecto para invitar a mi familia y amigos. Ha sido un paso importantísimo en mi vida, no solo por lo que una boda conlleva, sino para que mi entorno pudiera ver y conocer la Soka Gakkai un poco más, y por abrir mi alma y corazón a todos mis seres queridos.

Finalmente, mi madre y su pareja han compartido su deseo de participar en las reuniones de diálogo de las que tanto les hablo. Mis amistades me preguntan más sobre el budismo, y yo siento que es mi momento para profundizar aún más en la práctica.

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