«Lo importante es el corazón»: Esforzarnos con perseverancia en profundizar y fortalecer el lazo de maestro y discípulo
Presentamos la segunda entrega de la disertación de Daisaku Ikeda sobre la carta de Nichiren Daishonin cuyo estudio empezamos el mes pasado.
Quienes hagan ofrendas al Sutra del loto recibirán el mismo beneficio que si ofrendaran a todos los budas y bodhisattvas de las diez direcciones, puesto que todos los budas de las diez direcciones se originan en el solo ideograma myo. Supongamos que un león tiene cien crías. Cuando un león rey ve que sus cachorros son atacados por otras bestias o aves de rapiña, lanza un rugido; al oírlo, los cien jóvenes leones cobran valor, y hacen que a las bestias y aves de rapiña se les parta la cabeza en siete pedazos. El Sutra del loto es como el rey león, que gobierna sobre todos los demás animales.
La mujer que abraza al rey león del Sutra del loto jamás teme a ninguna de las bestias del infierno ni de los reinos de las entidades hambrientas o los animales.[1]
Hacer ofrendas al Sutra del loto genera beneficios ilimitados
El beneficio de hacer ofrendas al Sutra del loto es ilimitado. A través de ese beneficio, podemos triunfar sobre cualquier obstáculo y función demoníaca. Y nada es más poderoso que una persona cuya vida está imbuida de tamaña convicción.
El Sutra del loto –cuyo epítome es el ideograma myo– es el origen de la iluminación de todos los budas de las diez direcciones y de las tres existencias. Los sutras enseñan que desde el infinito pasado han aparecido en el universo incontables budas, y que seguirán haciéndolo en el infinito futuro. El Sutra del loto es el maestro por el cual todos los budas logran la iluminación.[2] Por lo tanto, hacer ofrendas al Sutra del loto equivale a hacer ofrendas a todos los budas del tiempo y del espacio, y el beneficio que deriva de ello es inconmensurable.
En la primera parte de este escrito, el Daishonin cita los nombres de cada uno de los budas de las diez direcciones descritos en los sutras.[3] También explica que los budas de las tres existencias –es decir, el pasado, el presente y el futuro– son descritos en un sutra como «los mil budas del pasado Kalpa Glorioso, los mil budas del actual Kalpa Sabio y los mil budas del futuro Kalpa de la Constelación».[4] De este modo, describe la existencia de una miríada de budas y bodisatvas a través del extensísimo tiempo y espacio que denota la expresión «diez direcciones y tres existencias». ¿Por qué el Daishonin aquí ofrece una visión tan grandiosa y magnífica del universo?
Desde el punto de vista de la sociedad feudal de Japón, la destinataria de la carta, Sennichi, era una anciana común y corriente, sin ninguna singularidad especial, que vivía en una remota isla septentrional de un archipiélago diminuto y aislado como Japón. Pero, desde el punto de vista de la fe, su espíritu de proteger y dar sustento al Daishonin, líder de la propagación universal de la Ley Mística, era excepcionalmente admirable, y brillaba de una sublime nobleza. Al describir la existencia de incontables budas del universo, el Daishonin sin duda busca poner de relieve la buena fortuna y los beneficios de Sennichi, inmensos como el cosmos. Es como si le dijera: «Hacer ofrendas al Sutra del loto es hacer ofrendas a todos los budas y bodisatvas de las diez direcciones. Por eso, todos ellos la protegerán con absoluta certeza. Usted jamás se encontrará en una situación sin solución. No tiene que preocuparse por nada. Puede disfrutar con total serenidad de un estado de vida eterno y vasto como el universo».
El beneficio inherente al ideograma myo: los tres significados de myo
El Daishonin señala que es así «puesto que todos los budas de las diez direcciones se originan en el solo ideograma myo».[5] El «solo ideograma myo» se refiere al myo de myoho, la Ley Mística o prodigiosa, y también al myo de Myoho-renge-kyo, el título del Sutra del loto.
Aunque en el Sutra del loto de veintiocho capítulos se exponen diversos principios, en última instancia todos tienen el propósito de expresar, enseñar y transmitir el principio místico de myo. Cuando una persona entiende y encarna en forma cabal y completa este principio místico, llega a ser un buda. El Sutra del loto es, entonces, el maestro de todos los budas. Y para posibilitar que la gente del Último Día de la Ley tome conciencia del poder de myo, Nichiren Daishonin reveló y propagó Nam-myoho-renge-kyo de las tres grandes leyes secretas,[6] la enseñanza implícita en las profundidades del Sutra del loto.
En su escrito El daimoku del «Sutra del loto», el Daishonin explica que myo tiene tres significados: abrir, estar plenamente dotado y revivir. Ahora, examinemos cada uno de estos tres significados.
- «El ideograma myo significa “abrir”».[7] Esto quiere decir que el Sutra del loto es la llave que abre el cofre de todos los sutras predicados por el Buda, permitiendo que los tesoros contenidos en dichos sutras puedan ser utilizados.
- «Myo significa “estar plenamente dotado”, lo cual, a su vez, denota lo “perfecto y pleno”».[8] Esto significa que, así como una joya de los deseos, pequeña como una semilla de mostaza, contiene la satisfacción de todos los anhelos, y así como todas las plantas y flores crecen y se abren gracias a la luz del sol, así cada ideograma del Sutra del loto contiene en sí mismo todas las enseñanzas y beneficios.
- «Myo significa “revivir”; es decir, volver a la vida».[9] Esto significa que el Sutra del loto puede infundir nueva vida y esperanza a todas las personas, incluso a aquellas consideradas incapaces de lograr la iluminación en las enseñanzas anteriores al Sutra del loto, y puede permitirles a todas lograr la Budeidad, sin falta.
La Ley Mística es la Ley perfecta y fundamental que abarca todos los fenómenos (el principio de lo «plenamente dotado») y tiene el poder de abrir o extraer el valor inherente a todas las cosas (el principio de «abrir»). En tal sentido, también tiene el poder de revitalizar y energizar aun a aquellas personas que enfrentan las circunstancias más adversas e irresolubles, y de permitirles lograr la Budeidad (el principio de «revivir»).
Cuando entonamos Nam-myoho-renge-kyo por nuestra propia felicidad y enseñamos a otras personas a hacerlo, podemos manifestar correctamente el poder del «solo ideograma myo» en nuestra vida. Estos son los beneficios espléndidos del budismo de Nichiren Daishonin. Llevamos a cabo nuestra práctica budista para percibir profundamente y corporificar «el solo ideograma myo». Este es, también, el propósito de nuestras actividades por el kosen-rufu.
El presidente Toda compuso el siguiente poema:
Ha llegado el momento de iniciar
la amplia propagación
de la enseñanza correcta;
confiamos nuestra vida
íntegramente
al solo ideograma myo.
Cuando nos esforzamos por impulsar el kosen-rufu sin escatimar la vida, podemos recibir plenamente el beneficio de «el solo ideograma myo» en cada faceta de nuestro ser.
El beneficio de las mujeres que abrazan el rey león de los sutras
En esta carta relativamente corta, el Daishonin comienza unas cuantas oraciones con palabras como «por ejemplo» o «supongamos», para aclarar su intención. Esto, cabe interpretar, refleja la profunda benevolencia del Daishonin de explicar los principios budistas en los términos más accesibles y fácilmente comprensibles para su destinataria.
En la metáfora que comienza diciendo «Supongamos que un león tiene cien crías…», el Daishonin esclarece de qué forma se manifiestan en nuestra vida los beneficios de hacer ofrendas al Sutra del loto. Aquí, el Sutra del loto, dotado del infinito poder de «el solo ideograma myo», se compara con un rey león, mientras que quienes creen en el Sutra del loto y le hacen ofrendas se comparan con las crías del león. En cambio, quienes residen en los desdichados estados de infierno, hambre y animalidad –los más bajos de los diez estados– se comparan con «bestias o aves de rapiña». Cuando el rey león ruge, por mucho que amenacen las bestias o las aves de presa, sus cien cachorros están imbuidos de valor y son capaces de derrotarlas. Del mismo modo, las personas que hacen ofrendas al Sutra del loto pueden adquirir el inconmensurable poder de «el solo ideograma myo», y triunfar sobre quienes viven en estados de vida inferiores, como el estado de infierno, de las entidades hambrientas y de los animales.
El Sutra del loto es el rey león de los sutras. Por eso, el Daishonin alienta a Sennichi diciendo: «La mujer que abraza al rey león del Sutra del loto jamás teme a ninguna de las bestias del infierno ni de los reinos de las entidades hambrientas o los animales». Aquí, específicamente dice «la mujer». En la sociedad guerrera de aquella época, dominada por el poder masculino, las mujeres solían verse en una posición muy débil y desfavorecida. Podemos imaginar que Sennichi, una de las seguidoras más prominentes del Daishonin en la isla de Sado, haya conocido o escuchado de otras mujeres afligidas por la enfermedad, la vejez o los problemas familiares, y que haya solicitado consejo al Daishonin sobre este tema. O tal vez el Daishonin haya percibido alguna vacilación o inquietud en el corazón de Sennichi, que lo instó a escribir tales palabras. Sea cual fuere el caso, lo cierto es que la alienta cálidamente y le asegura que la mujer que adopta la fe en el Sutra del loto, rey león de los sutras, no tiene absolutamente nada que temer.
En verdad, este pasaje también puede interpretarse como un franco reconocimiento de la fe firme que poseen las mujeres. Porque, en general, hallamos que son las mujeres –mucho más que los hombres, quienes a menudo se dejan frenar por las apariencias o el egoísmo– las que mejor pueden exhibir el infinito poder de la Ley Mística en momentos cruciales, tal como enseñan a hacer las enseñanzas. El poder de la fe conduce a un estado de vida libre de miedo o de dudas, que es la esencia misma de lo que significa tener fe. No hay función destructiva o negativa que pueda vencer a una mujer armada de este estado de vida. La mujer de fe profunda, que practica correctamente la Ley Mística, posee la sabiduría necesaria para distinguir instantáneamente entre el bien y el mal. Tiene el coraje fundamental para barrer los tres venenos de la codicia, el odio y la estupidez. Está dotada de un amor compasivo inmenso que todo lo nutre. Inspirada por el ejemplo de un maestro que ha tomado conciencia de la Ley Mística, su sabiduría, coraje y amor compasivo se funden en una determinación firme e inquebrantable. Una mujer así jamás será doblegada por las manipulaciones de ninguna función demoníaca.
El maestro Toda solía decir: «El éxito o el fracaso en el logro del kosen-rufu dependerán de la lucha de las mujeres». Absolutamente nada puede interponerse en el camino de las mujeres que conocen «la mayor de todas las alegrías», que deriva de entonar Nam-myoho-renge-kyo.[10] La presencia y el ejemplo de mujeres que han podido revitalizar su vida gracias a esa alegría puede obrar como una potente fuente de inspiración para muchas otras.
(Traducción del original en japonés publicado en la edición de septiembre de 2007 del Daibyakurenge; continuará).
[1] ↑ El tambor en el Portal del Trueno, en END, pág. 993.
[2] ↑ Véase ib., pág. 992.
[3] ↑ El Daishonin escribe: «Los budas de las diez direcciones son: el buda Buena Virtud, en el este; el buda Virtud que Disipa el Pesar, en el sudeste; el buda Virtud del Sándalo, en el sur; el buda Dador de Tesoros, en el sudoeste; el buda Resplandor Infinito, en el oeste; el buda Virtud de la Flor, en el noroeste; el buda Virtud como un Estandarte, en el norte; el buda Práctica de los Tres Vehículos, en el noreste; el buda Virtud Vasta como una Miríada, en el cenit, y el buda Virtud Radiante, en el nadir » (El tambor en el Portal del Trueno, en END, pág. 992). Estos budas de las diez direcciones se enumeran en el Comentario sobre el «Sutra de los diez niveles». Sin embargo, ya que la expresión «budas de las diez direcciones» aquí se emplea como alusión a todos los budas del universo, debe considerarse que los diez enumerados en realidad representan a todos los budas de las diez direcciones.
[4] ↑ El Kalpa Glorioso, el Kalpa Sabio y el Kalpa de la Constelación son los tres kalpas del pasado, presente y futuro, respectivamente. Cada kalpa mayor consiste de cuatro kalpas medianos: un kalpa de formación, un kalpa de continuación, un kalpa de declinación y un kalpa de desintegración. El Registro de los tres mil budas de los tres kalpas menciona el advenimiento de mil budas en forma sucesiva, en cada uno de estos tres kalpas mayores. Véase ib., pág. 992.
[5] ↑ Ib., pág. 993.
[6] ↑ Tres grandes leyes secretas: Principios centrales del budismo de Nichiren Daishonin: 1) el objeto de devoción; 2) la entonación o daimoku de Nam-myoho-renge-kyo y 3) el santuario o lugar donde uno entona el daimoku frente al objeto de devoción.
[7] ↑ El daimoku del Sutra del loto, en END, pág. 152.
[8] ↑ Ib., pág. 153.
[9] ↑ Ib., pág. 156.
[10] ↑ Véase OTT, pág. 212.