Reflexiones sobre el volumen 24 de La nueva revolución humana · Por Hiromasa Ikeda
[…] El capítulo «Protección» del volumen 24 de La nueva revolución humana contiene valiosas orientaciones que permiten profundizar la comprensión sobre la postura que se debe asumir al llevar adelante las actividades de grupos de capacitación como [Byakuren,][1] Sokahan y Gajokai, integrados por miembros del Departamento de Jóvenes de la Soka Gakkai. A pesar de que estos se conformaron en diferentes períodos de tiempo a lo largo de la historia de la Soka Gakkai y en circunstancias diversas, todos buscan infundir en la juventud el espíritu de esforzarse en la práctica budista con la firme convicción de que los budas y bodisatvas, así como las funciones protectoras de todo el universo, observan sus acciones.
En otras palabras, sean nuestras acciones reconocidas o no por los demás, los esfuerzos que hacemos en bien del kosen-rufu sin duda se manifestarán como buena fortuna y beneficios en nuestras vidas. Esto es lo que se expresa de manera breve en el siguiente poema haiku compuesto por Shin’ichi Yamamoto para el grupo Byakuren:
Dedicadas a su labor
sus acciones resplandecen
con el brillo de la budeidad.
[…] Es alentador saber que en todo el mundo estos valores budistas han arraigado en las vidas de los miembros de nuestro Departamento de Jóvenes.
En el capítulo «El faro» encontramos relatos sobre la tenaz lucha de los integrantes de los departamentos de Profesionales de Empresa, de Complejos de Viviendas, y de Comunidades Agrícolas y de Pesca de la Soka Gakkai de Japón, todas establecidas en octubre de 1973. El mundo en aquel entonces atravesaba una recesión global ocasionada por el conflicto en Oriente Medio y la subsiguiente crisis del petróleo. Muchos países también padecían escasez de alimentos debido a las condiciones climáticas extremas.
En medio de estas difíciles circunstancias, la Soka Gakkai anunció su lema para 1974: «Año de la sociedad», que los miembros adoptaron con orgullo y con la decisión de hacer frente a los desafíos sociales, encontrar soluciones e infundir valentía en los demás, con miras a cumplir su misión como practicantes budistas. Continuaron expandiendo extensamente la red de confianza en sus ámbitos laborales y en sus comunidades. En cualquier época, luchar para que el budismo tenga relevancia en la sociedad es parte de nuestra misión, y comprometernos con nuestra revolución humana es el núcleo central de ese esfuerzo.
EL MOVIMIENTO SOKA DE ESTUDIO BUDISTA
Con respecto a la función del estudio budista, el capítulo «Protección» enfatiza: «el estudio tiene que estar arraigado en la vida cotidiana y servir de guía para la acción. Se convierte en una fuerza revitalizadora cuando brinda seguridad en sí mismo y confianza en el potencial que uno posee para superar las dificultades y las tribulaciones de la vida».
Shin’ichi sentía la necesidad de replantear los principios de las enseñanzas del Daishonin a partir de la concepción del budismo como religión que existe en bien de las personas. Estaba convencido de que este sería un paso decisivo a fin de hacer que las enseñanzas del Daishonin resultaran accesibles para las personas de todas las latitudes. Con miras a fortalecer el movimiento de estudio de budismo de la Soka Gakkai, propuso que 1977 fuera el «Año del estudio», y lo inició dando una conferencia especial sobre la historia del budismo en la reunión general del Departamento de Estudio realizada el 15 de enero en Osaka.
En su disertación, se refirió a las funciones que en principio cumplirían el clero y el laicado, afirmando que, hoy día, la Soka Gakkai está realizando actividades que abarcan ambos aspectos. También agregó que, de acuerdo con el significado original de los templos budistas, podríamos decir que los edificios de la Soka Gakkai representan dichos templos en la era actual. El capítulo «Justicia» del volumen 27 de La nueva revolución humana expone cómo un grupo de sacerdotes de la Nichiren Shoshu interpretó esta conferencia como una crítica hacia ellos y la usó como un arma en contra de la Soka Gakkai.
En la edición del 12 de octubre de 2020 de la serie de artículos «Estudios Daisaku Ikeda» publicada semanalmente en la revista japonesa AERA, el escritor japonés Masaru Sato analizó este tema. Destacó que un grupo de sacerdotes de la Nichiren Shoshu comenzó a atacar a la Soka Gakkai en 1977, lo cual dio lugar a mayores disputas entre ambas partes. Observó que dichas confrontaciones derivaron de la diferencia fundamental de sus perspectivas: el clero se consideraba superior a los creyentes laicos, mientras que la Soka Gakkai rechazaba tal jerarquía y sostenía la visión de que la religión existe en servicio de las personas comunes. Sato concluyó que la separación de la Soka Gakkai del clero era inevitable para que realmente avanzara como movimiento religioso de alcance global.
Tengo la convicción de que la clave para el desarrollo internacional de la Soka Gakkai ha sido su énfasis constante en que la religión existe en bien de la humanidad y en nuestros esfuerzos para que las enseñanzas budistas sean accesibles y prácticas para nuestra vida en el presente.
Hoy, nuestro movimiento budista avanza a un ritmo vigoroso en todo el mundo.
Los miembros de todas las organizaciones constitutivas de la Soka Gakkai Internacional estudian la serie de disertaciones de Ikeda Sensei sobre los escritos de Nichiren Daishonin titulada «Iluminando el mundo con el budismo del sol» y publicada en Daibyakurenge, la revista de estudio mensual de la Soka Gakkai, que ejerce de fuerza motriz de nuestro avance. De hecho, la enseñanza suprema del budismo Nichiren existe de manera vibrante como una filosofía segura y válida en la vida de las mujeres y de los hombres comunes de la Soka Gakkai. Jamás olvidemos que esto es el resultado del empeño y la lucha denodada de nuestro maestro a lo largo de los años basada en su convicción de que el budismo, como una filosofía de esperanza que responde a las necesidades de la época, debe ser puesto en el centro de la escena en las sociedades contemporáneas.
UNIÓN ENTRE LOS RESPONSABLES
[…] En el capítulo «La educación humanística» leemos que una de las guías para llevar adelante las actividades en 1977 fue fortalecer los bloques, equivalentes a los distritos actuales. A tal fin, Shin’ichi se enfocó en alentar a los responsables de la primera línea.
–Lo más importante es que exista una unión sólida entre los mismos líderes –dijo, enfatizando que los responsables deben trabajar juntos y alentar a cada uno de los miembros. También agregó:
–Quisiera que se pregunten qué haría yo como presidente de la Soka Gakkai [en cada circunstancia], cómo alentaría a los miembros… Den lo mejor de ustedes, y logren resultados mucho más grandes en este cometido.
Shin’ichi enfatizaba una y otra vez la importancia del aliento. Cuando nos referimos a fortalecer cada distrito, esto significa en realidad alentar a todos y a cada uno de los miembros, dado que «el corazón humano es la fuerza impulsora de todo».
Ikeda Sensei concluyó su artículo editorial para la edición de octubre de 2020 de Daibyakurenge con el siguiente poema breve:
El aliento, esa fúlgida luz
que ilumina cada ínfimo resquicio del mundo,
asegurará que el espíritu
de los Bodisatvas de la Tierra
perdure hasta el eterno futuro.
«El distrito es donde hoy estamos cumpliendo nuestro juramento por el kosen-rufu»: con este espíritu, realicemos esfuerzos denodados para alentar a los demás y hacer que nuestros distritos brillen como faros de esperanza de nuestras comunidades.
PASAJES CLAVE DEL VOLUMEN 24
En el corazón de las madres, que abrazan a sus hijos con amor y ternura, no existen aliados ni enemigos. El sentimiento de ellas es el germen de paz y del amor al prójimo. («Oda a las madres»).
El hecho de saber algo no implica que lo estemos llevando siempre a la práctica. Cuando nos vemos frente a los desastres naturales o accidentes, no es raro que quedemos paralizados, incapaces de hacer nada. La reiteración de ensayos y entrenamientos nos prepara para que podamos responder cabalmente a las crisis. «Adiestrarse» significa capacitarnos tanto física como mentalmente. («Protección»).
Las reuniones de diálogo representan el terreno sobre el cual se erige la Soka Gakkai. Para que en ese suelo crezcan árboles frondosos que prendan infinitas flores y den frutos es preciso labrarlo y nutrirlo. («La educación humanística»).
La Soka Gakkai es un ámbito donde se imparte educación humanística. Allí aprendemos la forma de pulirnos y superarnos como individuos, el modo de llevar una vida realmente humana y contribuir a la sociedad. («La educación humanística»).
Lo que disipará las nubes de la apatía y la resignación que cubre una época es la luz de la sabiduría y la convicción. Cada individuo debe convertirse en un faro que irradie luz revitalizadora en todas las latitudes para que la sociedad pueda visualizar el rumbo que debe tomar. Ahí está la misión de los miembros de la Soka Gakkai. («El faro»).
RESUMEN DEL VOLUMEN 24
Oda a las madres
En agosto de 1976, se completó la canción «Madre». Shin’ichi trasmite preciados recuerdos de su madre.
Protección
Shin’ichi trabaja para forjar a los miembros de los grupos de capacitación Gajokai, Sokahan y Byakuren (que realizan tareas logísticas entre bastidores). Inicia una serie de disertaciones sobre los escritos de Nichiren Daishonin, comenzando por El verdadero aspecto de todos los fenómenos.
La educación humanística
Shin’ichi participa en varias reuniones locales de responsables de la Soka Gakkai. El Departamento de Educación realiza diversos encuentros, incluyendo una convención general en la cual los docentes comparten sus propias experiencias.
El faro
En numerosos encuentros de gongyo, Shin’ichi brinda orientación a los grupos de Profesionales de Empresa, de Complejos de Viviendas, y de Comunidades Agrícolas y de Pesca.
(Los textos que integran esta sección son traducciones del artículo publicado el 28 de octubre de 2020 en el Seikyo Shimbun).
[1] ↑ N. de E.: En la SGEs, el grupo Byakuren se llama grupo Azahar.