Reflexiones sobre el volumen 19 de La nueva revolución humana · Por Hiromasa Ikeda
El capitulo «Arcoíris de esperanza» del volumen 19 de La nueva revolución humana, narra la primera visita de Shin’ichi Yamamoto a la prefectura de Okinawa en febrero de 1974, después de que esta fuera devuelta a la soberanía japonesa por los Estados Unidos en mayo de 1972. Superando prejuicios fuertemente arraigados y la falta de comprensión hacia la Soka Gakkai, los miembros de Okinawa lograron impulsar ampliamente el kosen-rufu en sus comunidades.
Además de ir a la isla principal de Okinawa, Shin’ichi también se traslada a varias islas periféricas con el objetivo de «encender en el corazón de cada miembro una llama inspiradora que lo impulse hacia un crecimiento dinámico».
Las visitas a las islas de Ishigaki y Miyako, así como a la ciudad de Nago en la isla principal, transcurrieron bajo un cielo adornado por arcoíris que parecían celebrar el fuerte lazo que unía a los miembros de Okinawa y Shin’ichi. Haciendo alusión a estos momentos, que parecen escenas de una obra maestra, Shin’ichi alienta a los miembros:
Por más que la oscuridad sea profunda o azoten vientos feroces, no permitan que el arcoíris de la esperanza deje de brillar en el corazón, y avancen con el pecho erguido y con espíritu indoblegable.
En los momentos de dificultad es cuando debemos, más que nunca, hacer brillar en nuestro corazón y en el de los demás un «arcoíris de esperanza». Este es el sentir de los miembros de Okinawa y el espíritu de la Soka Gakkai. […]
En el capítulo «Arcoíris de esperanza», Shin’ichi señala la dedicación que conlleva la crianza de los hijos: «Para el crecimiento humano de nuestros hijos es preciso que nos comuniquemos activamente con ellos, que los cuidemos con esmero y hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para enseñarles lo que ellos deben saber».
El futuro desarrollo del kosen-rufu comienza a partir de forjar en nuestra familia un arcoíris de sucesores Soka.
EL SIGLO XXI: UN SIGLO DE VIDA
El volumen 19 de La nueva revolución humana describe también las visitas que realiza Shin’ichi a varias universidades en el extranjero: la Universidad de Panamá, la Universidad Nacional de San Marcos en Perú y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Estas iniciativas estuvieron fundamentadas en su convicción de que las universidades son la base de una nación y de que «el intercambio con las instituciones educativas del mundo llegaría a ser una corriente caudalosa e inagotable de paz y cultura».
El 1 de abril de 1974, Shin’ichi imparte en la Universidad de California en Los Ángeles su primera conferencia en una institución de educación superior fuera de Japón. En esta histórica ponencia titulada «Hacia el siglo XXI», Shin’ichi declara que «el siglo XXI debe ser un siglo de vida, en el que la vida sea valorada al máximo».
Esta conferencia, en la que se dilucida a partir de la filosofía del budismo la naturaleza esencial de la civilización moderna, dominada por la codicia y el afán de satisfacer los deseos mundanos, brinda pautas importantes para la humanidad que hoy, en el presente siglo XXI, enfrenta innumerables desafíos.
Como discípulos del maestro Ikeda, el punto más importante que debemos grabar profundamente en nuestro corazón es el hecho de que la fuerza propulsora de sus esfuerzos para establecer intercambios académicos siempre ha sido el orgullo de ser un graduado de la «Universidad Toda», donde recibió una amplia y extensa educación bajo la tutela del maestro Toda.
En el capítulo «La luz del sol», Shin’ichi señala durante un encuentro con representantes del Departamento de Jóvenes de Estados Unidos:
Puedo afirmar que la «Universidad Toda» es la mejor escuela del mundo. Como estudiante de honor de esta universidad, siento que mi responsabilidad es mostrar su grandeza al mundo.
Antes de iniciar su conferencia en la Universidad de California, Shin’ichi se dirige a Toda Sensei en su corazón: «Como representante suyo proclamaré ante el mundo el pensamiento de la Soka. Por favor, observe la lucha de su discípulo».
Shin’ichi trabajó incansablemente para demostrar que la Universidad Toda, aun sin tener edificios ni aulas, fue «la mejor escuela del mundo». Estos esfuerzos nacidos del sincero deseo de honrar y de dar a conocer los méritos de su mentor han dado fruto en las treinta y dos conferencias que Ikeda Sensei ha sido invitado a impartir en universidades e instituciones académicas alrededor del mundo y en 396 títulos honoríficos otorgados, igualmente, por centros de educación superior de diferentes países.
Este año se cumple el 70.º aniversario desde que iniciaron las clases particulares impartidas por el maestro Toda, y […] marca además el 45.º aniversario del primer doctorado honorífico recibido por Ikeda Sensei, que le confirió la Universidad Estatal de Moscú.
En el capítulo «Canto triunfal» leemos: «Cuando Shin’ichi hablaba del señor Toda, sus ojos resplandecían con infinito orgullo y dicha». Las acciones que emprendemos para transmitir la grandiosa obra de nuestro mentor nos llenan de valentía y de un sentimiento de felicidad insuperables.
EL SIGNIFICADO DEL PROYECTO DE PUBLICACIONES ANTIBÉLICAS
En noviembre de 1972, durante la reunión de responsables de la sede central de la Soka Gakkai, Shin’ichi hizo un llamamiento a los jóvenes:
Las personas de todas las naciones del mundo tienen derecho a vivir. […] Ahora, más que nunca, el mundo necesita un movimiento impulsado por personas que hayan tomado conciencia de ese derecho inherente. Cuento con ustedes, el Departamento de Jóvenes, para llevarlo a cabo.
Este discurso inspiró al Departamento de Jóvenes a lanzar un proyecto de publicaciones antibélicas. Los miembros de Okinawa fueron los primeros en trazar un plan para implementar dicho proyecto: en mayo de 1973, durante la reunión general del Departamento de Jóvenes de Okinawa, formularon una resolución que incluía la publicación de las experiencias vividas por las víctimas de la guerra.
Durante su visita a Okinawa, en febrero de 1974, Shin’ichi brindó consejo al responsable del Comité de Publicaciones Antibélicas del Departamento de Jóvenes de Okinawa. Le explicó que, si la filosofía budista «se asentara en la vida de los líderes del mundo y en las personas de todas las latitudes, la guerra dejaría de existir, y los problemas de la pobreza, el hambre y la violación de los derechos humanos no serían ignorados».
También le enfatizó que el derecho a la vida debe estar respaldado por una sólida filosofía y que el budismo es en sí una enseñanza que aboga por el reconocimiento de la naturaleza sagrada de la vida.
En junio de ese mismo año [1974], los jóvenes de Okinawa publicaron Urumajima desgarrada por la guerra,[1] convirtiéndose en el primer volumen de la colección de publicaciones antibélicas del Departamento de Jóvenes de la Soka Gakkai. Más tarde, el proyecto se expandió a Hiroshima, Nagasaki y otras prefecturas de Japón.
Desde que Josei Toda presentara su «Declaración para la abolición de las armas nucleares» en 1957, han sido jóvenes quienes, basados en los principios humanistas del budismo, han venido generando una nueva marejada hacia la concreción de la visión de su mentor.
Un ejemplo de esto es la declaración realizada por el Consejo del Condado de Allegheny en Pensilvania en el 2008, en reconocimiento a las contribuciones sociales del Departamento de Jóvenes de la SGI de los Estados Unidos, en la que se afirmaba que, junto con Daisaku Ikeda, los jóvenes de la SGI tienen la misión y la responsabilidad de instaurar una filosofía humanística en la sociedad.
Cuidemos y atesoremos a los integrantes del Departamento de Jóvenes, poseedores de una grandiosa misión y, con ellos al frente, expandamos la red de aliento y apoyo. Esta es la manera concreta de poner en práctica la orientación de nuestro mentor:
La realización de la paz es una gran empresa que solo puede ser lograda cuando se ponen en acción las jóvenes generaciones. Para construir una paz duradera, es preciso forjar a los jóvenes y contar con su inmenso potencial.
PASAJES CLAVE DEL VOLUMEN 19
La realidad política y económica se refleja claramente en la vida cotidiana de la gente. Las verdades no están en la opinión de los críticos y los intelectuales, sino en las palabras de los ciudadanos comunes. Bien se dice que «La voz del pueblo es la voz del cielo». (Arcoíris de esperanza)
Las circunstancias y las condiciones cambian constantemente. Así como cambian los tiempos, también cambian los sentimientos y el parecer de la gente. Para asegurar el avance continuo del kosen-rufu, es preciso emprender permanentemente nuevos desafíos. (Arcoíris de esperanza)
Perder el tiempo es desperdiciar la vida. La creación de valor comienza utilizando eficazmente el tiempo. (Canto triunfal)
Atesorar a cada persona, encender en ella la llama del coraje y el sentido de misión, alentarla a extraer la dicha genuina de su interior: en esto consiste el grandioso camino del kosen-rufu. (Canto triunfal)
Hablar de kosen-rufu es hablar de paz duradera. La reconstrucción de la Soka Gakkai después de la Segunda Guerra Mundial comenzó a partir de la resuelta determinación de Josei Toda de erradicar la guerra de la faz de la Tierra. De ahí que el espíritu esencial de la Soka Gakkai sea orar y luchar por la paz. (La luz del sol)
¿Qué percibimos en cada encuentro y ante cada hecho? La empatía comienza a partir de imaginar el dolor ajeno. La consideración hacia los demás surge también de nuestra capacidad de ponernos en su lugar. (La torre de los tesoros)
RESUMEN DEL VOLUMEN 19
Arcoíris de esperanza
En febrero de 1974, Shin’ichi viaja a Okinawa por primera vez desde que esta fuera devuelta a la soberanía japonesa. Recorre las islas Ishigaki y Miyako, así como la ciudad de Nago en el norte de Okinawa.
Canto triunfal
Shin’ichi viaja a tres países en América del Norte, Central y del Sur. En Panamá se reúne con el presidente Demetrio Basilio Lakas, y en Perú promueve el intercambio cultural y educativo.
La luz del sol
Shin’ichi realiza su primera conferencia en el extranjero en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Asiste a varios encuentros, incluyendo la Reunión General de América, y concentra sus esfuerzos en capacitar a los jóvenes.
La torre de los tesoros
Los integrantes del Departamento de Jóvenes de Okinawa, Hiroshima, Nagasaki y otras prefecturas publican los testimonios de sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial. Editan un total de ochenta volúmenes que generan olas de inspiración en todo el país. Shin’ichi asiste a una reunión de diálogo para miembros no videntes.
(Los textos que integran esta sección son traducciones del artículo publicado el 27 de mayo de 2020 en el Seikyo Shimbun).
[1] ↑ Urumajima: Antiguo nombre de las islas de Okinawa.