¡Armémonos de un espíritu invencible!


Por Minoru Harada · Para el número de junio de 2025 de Daibyakurenge


La cumbre del monte Fuji está expuesta a vientos feroces; sin embargo, este soberano en el mundo de las montañas permanece siempre inmóvil, sustentado en sus enormes y resistentes bases.

De la misma manera, la Soka Gakkai, como soberana en el mundo de las religiones, se yergue incólume ante todas las tormentas. Y el cimiento de nuestro movimiento, tan inmenso e inquebrantable como el de aquella elevación, son los miembros, que transmiten a otros nuestra filosofía de felicidad y se empeñan en expandir la red solidaria dedicada a la verdad y la justicia en todo el orbe.

En 1970, la Soka Gakkai se vio en el centro de una controversia hoy conocida como el «incidente de la libertad de expresión».[1] En una conferencia de prensa celebrada en mayo de ese año, el maestro Ikeda declaró con serenidad y compostura, mientras la sociedad era agitada por una oleada de calumnias y de ataques tendenciosos contra nosotros: «¡Esperen y ya verán el desarrollo que alcanzará la Soka Gakkai en el siglo XXI! Tendremos un flujo constante de valores sobresalientes que harán grandes contribuciones a la sociedad. ¡Y esa será la prueba de mi victoria!».

Los valores humanos son un tesoro que supera cualquier otra riqueza. Ikeda Sensei se ocupó personalmente de forjar a sus sucesores, jurando que, de esa manera, convertiría la oscuridad en un espacio lleno de luz.

Un mes después de esa conferencia de prensa, se llevó a cabo, en la prefectura de Kanagawa, una reunión de representantes del Departamento Futuro pertenecientes al área metropolitana de Tokio. Tras reflexionar sobre episodios como el incidente de Osaka,[2] Sensei les brindó orientación bondadosa pero estricta, y los instó a ser personas dispuestas a proteger al pueblo y a trabajar por su felicidad. Esos jóvenes sucesores grabaron en su corazón la determinación fervorosa de su maestro de legarles enteramente el futuro de la Soka Gakkai. En los cincuenta años transcurridos desde entonces, los miembros del Grupo Futuro (formado por integrantes del Departamento Futuro de diversas regiones de Japón) se han convertido en líderes tanto de la sociedad como del movimiento por el kosen-rufu; hoy, están dedicando su vida a alentar a otros, dando pruebas reales del budismo Nichiren.

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[…] Este mes recordamos el natalicio de nuestro fundador, Tsunesaburo Makiguchi, quien enseñó que: «La fe es la vertiente donde nace la sabiduría; es lo que nos permite dar pleno brillo y esplendor a nuestra vida».[3] Armémonos de un espíritu invencible a través de una oración rotunda, que transforme cada obstáculo en una fuerza impulsora y nos eleve hacia un infinito cielo de éxitos gloriosos.

En junio de 1990, Ikeda Sensei visitó por primera vez al Cementerio Parque Ikeda de Kansai, en la prefectura de Hyogo, y aprovechó cada preciado minuto de su tiempo para dar sincero aliento a todas las personas con quienes se encontró.

Los cimientos amplios e indestructibles de la Soka Gakkai se apoyan en estas acciones, basadas en el espíritu incondicional de valorar a cada individuo. Siguiendo el ejemplo del maestro Ikeda, como discípulos, salgamos al encuentro de un amigo tras otro, creando una red de amistad genuina mediante nuestro diálogo cálido y sincero.

(Traducción del artículo publicado en la edición de junio de 2025 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai).


[1] Nombre de una controversia surgida en 1970, cuando la Soka Gakkai intentó defenderse de libelos. Para conocer más detalles, véase el capítulo «Vientos feroces» de La nueva revolución humana, vol. 14.

[2] Incidente de Osaka: Episodio en el cual el presidente Daisaku Ikeda, por entonces responsable del cuerpo directivo de la División de Jóvenes, fue arrestado e injustamente acusado de violar la ley electoral en Osaka, en 1957, durante unas elecciones de renovación parcial de la Cámara de Consejeros (Cámara Alta). El juicio, que duró casi cinco años, terminó con la absolución total del presidente Ikeda, quien fue sobreseído de todos los cargos el 25 de enero de 1962.

[3] MAKIGUCHI, Tsunesaburo: Makiguchi Tsunesaburo shingenshu (Citas escogidas de Tsunesaburo Makiguchi), edit. por Takehisa Tsuji, Tokio: Daisanbunmei-sha, 1979, pág. 191-192.

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