Entrevista a Mika Suzuki, nueva rectora de la Universidad Soka

Su nombramiento como primera mujer rectora de la Universidad Soka ha despertado grandes expectativas. Usted misma es graduada de la universidad. ¿Qué le hizo decidir cursar estudios superiores?
Desde que estaba en el instituto, mi deseo era encontrar un trabajo que supusiera un reto para mí y que me permitiera contribuir positivamente a la sociedad. Cuando me planteé qué estudiar concretamente, pensé que, si me dedicaba a la abogacía, podría utilizar ese conocimiento especializado para ayudar a muchas personas, así que decidí estudiar Derecho. Luego, con el aliento de mi madre, solicité ingresar en la Facultad de Derecho de la Universidad Soka.
Tras ser aceptada y matricularme, empecé a estudiar con el objetivo de, llegado el momento, presentarme al examen de abogacía. Sin embargo, para aprobar ese examen lo normal es estudiar diez horas al día. Empecé a pensar que era imposible para mí y llegué a desistir de la idea.
Sin embargo, en mi segundo año de universidad viví un punto de inflexión. Tuve la oportunidad de hablar con un abogado con una larga trayectoria, también él graduado de la Universidad Soka, y cuando le dije francamente que no creía que mi misión fuera trabajar en el ámbito legal me respondió: «Una misión no es algo que alguien te da, es algo que tú decides por ti misma». Inspirada por estas poderosas palabras, decidí hacer del camino de la abogacía mi misión y me consagré a mis estudios.
En el camino, recibí apoyo y amables consejos también de compañeros de estudios de más edad.
Y en 1987, un año después de graduarme en la universidad, aprobé el examen de abogacía.
«Los estudiantes de más edad apoyan a los estudiantes más jóvenes»: esta es una orgullosa tradición de nuestra universidad que perdura hasta hoy.
Háblenos de su trayectoria profesional, por favor.
Después de empezar a trabajar como abogada y acostumbrarme a la profesión, recordé que el fundador de la Universidad Soka, Daisaku Ikeda, solía hablar a los estudiantes sobre la importancia de aprender idiomas, y decidí ampliar mis estudios en el extranjero.
Así, a los 33 años ingresé en una escuela de posgrado en Estados Unidos. Me fijé como objetivo obtener la licencia de abogada en el estado de Nueva York y estudié mucho para ello. Tuve muchas dificultades, porque no se me daba bien el inglés, pero mantuve mi determinación y, finalmente, aprobé el examen. Además, al estudiar en el extranjero, pude entrar en contacto con culturas y valores diferentes a los de Japón, lo que amplió enormemente mis horizontes.
Tras regresar a Japón, me especialicé en el campo del derecho de sociedades y asuntos jurídicos corporativos. Entonces, en 2010, tuve la suerte de obtener una plaza como profesora en la Facultad de Derecho de la Universidad Soka.
¿Por qué decidió seguir la carrera docente?
Al considerar lo que había podido lograr en mi vida hasta ese momento, era consciente de lo mucho que se debía al fundador, a los estudiantes que me habían precedido y al profesorado y el personal de la Universidad Soka. Movida por el agradecimiento, elegí convertirme en docente con la esperanza de retribuir esta deuda –aunque fuera en pequeña medida– a través de compartir mi experiencia con las generaciones más jóvenes de la universidad.
Inicialmente planeé trabajar como profesora durante un período de seis años. Sin embargo, a medida que me acercaba a mis cincuenta años, examinando retrospectivamente mi vida y pensando en el futuro, empecé a considerar que había un límite a lo que podía aportar a la sociedad por mi cuenta.
En cambio, los jóvenes estudiantes de la Universidad Soka tienen un potencial ilimitado para construir una sociedad mejor. La conciencia de que la educación es fundamental para moldear el futuro fortaleció mi sentido de misión, y decidí dedicar el resto de mi vida a la educación.
He tenido la fortuna de desempeñarme como decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Soka desde 2010 y como vicerrectora de la universidad desde 2012 y, ahora, me siento honrada de haber podido aceptar la gran responsabilidad de ser rectora.
Al considerar lo que había podido lograr en mi vida hasta ese momento [en torno a 2010], era consciente de lo mucho que se debía al fundador, a los estudiantes que me habían precedido y al profesorado y el personal de la Universidad Soka. Movida por el agradecimiento, elegí convertirme en docente […] y, ahora, me siento honrada de haber podido aceptar la gran responsabilidad de ser rectora.
¿Cuáles son sus aspiraciones como rectora?
Nuestra universidad tiene prevista una importante reorganización de las facultades y los departamentos para el año 2026.
La Facultad de Economía y la Facultad de Administración de Empresas se fusionarán en una nueva Facultad de Economía y Administración de Empresas.
Además, la Facultad de Ciencia y Tecnología se reorganizará para crear dos nuevos departamentos, el de Tecnología Verde y el de Biociencia y Biotecnología, que se sumarán al ya existente Departamento de Ingeniería de Sistemas de Información (todos los nombres son provisionales, ya que su establecimiento se encuentra en fase de planificación).
El Departamento de Derecho de la Facultad de Derecho pasará a llamarse Departamento de Derecho y Política, y el Departamento de Educación de la Facultad de Educación pasará a llamarse Departamento de Psicología y Educación.
Estas y la mayoría de las facultades experimentarán una importante renovación de sus planes de estudio, lo que dará una nueva vida al conjunto de la Universidad Soka.
Haremos todo lo posible por crear un entorno de aprendizaje que responda a los tiempos cambiantes, basándonos en el espíritu fundacional de la universidad y en las guías que nos brindó nuestro fundador, Daisaku Ikeda: ser «el máximo sitial del saber para una educación humanística», «la cuna de una nueva cultura» y «una fortaleza de la paz para la humanidad».
En el contexto de esos importantes cambios que experimenta la sociedad, entre los cuales se cuenta la rápida evolución de la inteligencia artificial (IA) generativa, ¿qué tipo de gestión universitaria se propone lograr?
Me gustaría gestionar la universidad sin perder de vista qué debe cambiar y qué no.
El entorno de aprendizaje debe ser flexible y adaptarse a los nuevos tiempos. A esto responde la reorganización de facultades y departamentos en 2026 a la que he aludido.
A medida que el uso de la IA se está convirtiendo en la norma, es importante que las universidades cultiven en los integrantes de la comunidad educativa la capacidad de pensar por sí mismos y de discernir el bien del mal. En una época en la que la información puede llegarnos de forma instantánea, espero que los estudiantes lleguen a valorar el proceso de trabajar colaborativamente para encontrar respuestas.
No importa cuánto cambie la sociedad, algo que nunca deberá cambiar en la Universidad Soka es el compromiso con una educación basada en el espíritu fundacional: el establecido por su fundador, Daisaku Ikeda.
Daisaku Ikeda dedicó muchos discursos y escritos de orientación a los estudiantes. Estos están disponibles en nuestro sitio web como recursos para el alumnado de la universidad. Esto responde a nuestra voluntad de crear un entorno donde los estudiantes puedan profundizar su comprensión del espíritu del fundador.
La visión del rectorado para este año es la de «abrir una nueva era pionera». Daisaku Ikeda falleció hace dos años y estamos decididos a que, a partir de ahora, nuestro esfuerzo más importante y constante sea unir a los estudiantes, el cuerpo docente y el personal de la Universidad Soka en el aprendizaje del pensamiento y la filosofía humanista de nuestro fundador.
Me gustaría gestionar la universidad sin perder de vista qué debe cambiar y qué no. El entorno de aprendizaje debe ser flexible y adaptarse a los nuevos tiempos. […] [En cambio,] algo que nunca deberá cambiar en la Universidad Soka es el compromiso con una educación basada en el espíritu fundacional.
El plan a medio y largo plazo de la universidad, llamado «Gran Diseño de la Universidad Soka 2021-2030», lleva un tiempo en curso. ¿En qué aspectos se centrará en lo sucesivo?
La visión de la Universidad Soka que perseguimos con el plan es la de «una universidad que forme a ciudadanos globales capaces de poner en práctica la creación de valor».
Para ello, uno de nuestros pilares es mejorar nuestros cursos de educación para la ciudadanía global. En un mundo en que los conflictos no cesan, aspiramos a formar profesionales creadores de paz, como «fortaleza de la paz para la humanidad», según afirma uno de nuestros principios fundacionales.
Aproximadamente el 10 % de nuestros estudiantes son internacionales. Formando parte de una red de 271 universidades radicadas en 69 países y regiones, el escenario de nuestra universidad se está abriendo para abarcar el mundo entero.
Espero que, durante su permanencia en la Universidad Soka, los estudiantes desarrollen el coraje y la amabilidad de aceptar las diferencias de valores y de comunicarse activamente con los demás.
Siento que muchos estudiantes de nuestra universidad quieren contribuir a la sociedad. Tanto las cuestiones globales como los problemas que enfrentan las comunidades locales son cada vez más complejos. Creo que la misión de la Universidad Soka es formar ciudadanos del mundo que sigan el camino de la paz trazado por nuestro fundador.
Desde que asumí el cargo de rectora, he tomado mayor conciencia aún de que la Universidad Soka es una universidad sostenida por personas comunes. Cada día me doy más cuenta de que esta institución se sostiene gracias al apoyo desinteresado de sus graduados, así como de muchas otras personas. ¿Por qué apoyan tanto a la Universidad Soka? Creo que es porque están de acuerdo con los ideales educativos del fundador y depositan sus esperanzas de paz en nosotros. Para estar a la altura de sus expectativas, seguiremos asumiendo desafíos junto con nuestros estudiantes.
Por último, ¿cuáles diría que son las fortalezas y el atractivo de la Universidad Soka para los futuros estudiantes?
Uno de ellos lo mencioné al inicio: los fuertes lazos que unen a los estudiantes entre sí, y el hecho de que sigue vigente esa tradición de «ayudar a los compañeros más jóvenes a ser mejores que yo».
Además de un rico entorno de aprendizaje, hay muchas oportunidades para crecer a través de diversas otras actividades, como los clubes y el Comité del Festival de la Universidad Soka.
Animamos a los estudiantes que no saben qué universidad elegir, e incluso a los que se están preparando para exámenes de ingreso, a que vengan a visitar la Universidad Soka y experimenten de primera mano el ambiente estudiantil de nuestra universidad.
¡Esperamos recibiros y veros crecer sin límites en el campus!
(Traducción del artículo publicado en dos entregas, el 27 de abril y el 4 de mayo de 2025, en el Seikyo Shimbun).