Curso para responsables sénior de distrito general en la SGEs


En el Centro Cultural Soka


Foto de familia del curso para responsables de distrito general de los departamentos de Mujeres y Hombres de la SGEs (13 de abril de 2024) | Foto: Seikyo Shimbun

El fin de semana del 13 y el 14 de abril, el Centro Cultural Soka de Rivas-Vaciamadrid acogió al centenar de participantes en un curso nacional para responsables de distrito general pertenecientes a los departamentos de Mujeres y de Hombres de la SGEs. Era la primera vez que se organizaba esta clase de curso tras la pandemia.

Llevado a cabo bajo el lema «¡Somos el bastión de la expansión del kosen-rufu!», en el curso se abordaron diferentes temas, siendo los focos de atención principal el apoyo al crecimiento y el desarrollo de los jóvenes, y la expansión del aliento a través de los encuentros personales.

Por supuesto, el estudio tuvo un lugar destacado a lo largo del fin de semana. A partir de la disertación de Daisaku Ikeda sobre las enseñanzas de Nichiren Daishonin acerca del capítulo «La parábola de la ciudad fantasma» del Sutra del loto (véase la revista CG, n.º 228, abril 2024, sección «Estudio») y del volumen 26 de La nueva revolución humana –materiales de estudio del curso–, los participantes pudieron profundizar en la idea de que la felicidad existe en la lucha cotidiana (y no en algún punto lejano del futuro) y en el espíritu de tomar la iniciativa para cambiar las circunstancias y forjar sucesores, aunque en principio podamos estar solos.

No faltaron poderosas experiencias de fe, que con su contundencia encarnaron una primera respuesta a las expectativas expresadas por Ikeda Sensei en estas palabras: «¡Por favor, conviértanse en responsables ejemplares que sean un modelo para los demás!» (IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana. Volúmenes 25 y 26, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2022, pág. 306).

Dos franjas reservadas para reuniones de diálogo en grupos pequeños, un momento artístico y una nutrida sesión de preguntas y respuestas completaron un curso que marcó para cada participante un renovado punto de partida en la fe, con la vista puesta en el 3 de mayo… y más allá.

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