CAPÍTULO 16: LA DURACIÓN DE LA VIDA DE EL QUE ASÍ LLEGA
VEINTISIETE PUNTOS IMPORTANTES
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PUNTO 1, ACERCA DEL CAPÍTULO DECIMOSEXTO, LA DURACIÓN DE LA VIDA DE EL QUE ASÍ LLEGA NAM-MYOHO-RENGE-KYO
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[…] El Que Así Llega es el buda Shakyamuni o, en sentido más general, todos los budas de las diez direcciones y de las tres existencias. O, más específicamente, se refiere al Buda del estado original que está eternamente dotado de los tres cuerpos.
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Ahora, el entendimiento de Nichiren y de sus seguidores es que, en sentido general, el término «El Que Así Llega» indica a todos los seres vivientes. Más específicamente, se refiere a los discípulos y benefactores laicos de Nichiren.
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En tal caso, la frase «eternamente dotado de los tres cuerpos» se aplica a los devotos [o practicantes] del Sutra del loto en el Último Día de la Ley.
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Nam-myoho-renge-kyo es el título de honor de quien está eternamente dotado de los tres cuerpos.[11]
NAM-MYOHO-RENGE-KYO ES EL SUPREMO TÍTULO DE HONOR DE UN BUDA
Poco antes del pasaje anterior, en el inicio del primer punto, el Daishonin incluye una cita de Palabras y frases del «Sutra del loto», del gran maestro T’ien-t’ai:[12] «El Que Así Llega es una denominación genérica aplicable a los budas de las diez direcciones y de las tres existencias» y «una denominación específica para los tres budas [o sea, los tres cuerpos del Buda] del estado original[13]».[14] Llega a afirmar que «El Que Así Llega» denota, en general, a todos los seres, mientras que, en sentido específico, indica a sus seguidores.
El Daishonin consideraba que «El Que Así Llega Nam-myoho-renge-kyo» era el título supremo de un buda. Declara: «Nam-myoho-renge-kyo, el corazón del capítulo “La duración de la vida”, es la madre de todos los budas de las diez direcciones y de las tres existencias».[15] En otras palabras, Shakyamuni y todos los budas logran la iluminación a través de Nam-myoho-renge-kyo. Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley, reveló esa Ley fundamental en bien de todos los seres de cara al eterno futuro.
Por ende, la denominación de un auténtico El Que Así Llega no se limita a Shakyamuni y a los otros budas. Todas las personas que entonan, adoptan y propagan esa Ley fundamental de Nam-myoho-renge-kyo irradian el luminoso estado de vida infinitamente noble de El Que Así Llega. En sentido general, cada individuo tiene el potencial de ser El Que Así Llega.
Sin embargo, en sentido específico, quienes entonan y propagan Nam-myoho-renge-kyo –la semilla o causa de la iluminación de todos los budas– y manifiestan el estado de vida inconmensurable de la budeidad que llevan dentro de sí –es decir, los discípulos del Daishonin que practican la Ley Mística– son budas en sentido real.
Luego, el Daishonin señala que «la frase “eternamente dotado de los tres cuerpos” se aplica a los devotos [o practicantes] del Sutra del loto en el Último Día de la Ley» y agrega que «Nam-myoho-renge-kyo es el título de honor de quien está eternamente dotado de los tres cuerpos». «Eternamente dotado» (en jap.: musa) –que también puede traducirse literalmente como «no creado» o «no producido»– se refiere a la verdad tal como es, intrínseca y eterna. El foco apunta al potencial de la budeidad que existe en la gente común.
En última instancia, El Que Así Llega es cada persona que practica la Ley Mística. Las personas comunes que manifiestan el estado eternamente inherente de la budeidad son los verdaderos Los Que Así Llegan. Esta es la visión sobre lo que significa ser un buda, la visión sobre Shakyamuni y la visión sobre el logro de la budeidad que expresa el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente.
Perseveramos para dar a conocer Nam-myoho-renge-kyo, la Ley fundamental del universo y de la vida, y por hacer que se manifieste nuestra budeidad y la de los demás. Estas son las nobles acciones de un buda, inspiradas en el deseo de guiar a todos los seres a la iluminación. El auténtico propósito del budismo Nichiren es empoderar a las personas que se pondrán de pie con el mismo juramento que el Buda, seres comunes que trabajarán por la eterna felicidad de todos sus congéneres.
Como afirma el Daishonin: «[S]i la Ley que uno adopta es suprema, la persona que cree en ella también debe descollar sobre todos los demás».[16] La vida de quienes practican la suprema enseñanza de la Ley Mística y se dedican al camino del diálogo y del aliento para hacer que la gente tome conciencia de la naturaleza de buda resplandece de suprema nobleza.
La Ley Mística es la enseñanza de la «gran sabiduría de la igualdad»[17] que trasciende y abarca todas las diferencias. Practicar y propagar la Ley Mística es generar la luz de la dignidad innata de la vida, la música de la armonía humana y el oleaje de la paz duradera. Esa lucha incesante es el corazón de nuestro gran movimiento por el kosen-rufu.
LOS «PODERES TRASCENDENTALES» DEL BUDA SE REFIEREN A LOGRAR LA BUDEIDAD CON LA FORMA QUE UNO POSEE
El capítulo «La duración de la vida» comienza cuando Shakyamuni se explaya sobre «el secreto de El Que Así Llega y sus poderes trascendentales».[18] En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin comenta esta cita del siguiente modo:
Desde el punto de vista de Nichiren y de sus seguidores, «el secreto de El Que Así Llega y sus poderes trascendentales» se refiere a la concreción y a la comprensión del concepto sobre el logro de la budeidad con la forma que uno posee.[19] Pues el «secreto» y los «poderes trascendentales» no existen fuera del logro de la budeidad.[20]
Así pues, «el secreto de El Que Así Llega y sus poderes trascendentales», en su significado esencial, se refiere al logro de la budeidad con la forma que uno posee, es decir, a manifestar nuestro estado de budeidad tal como somos. Aquí, «secreto» denota la enseñanza que permite a las personas comunes lograr la iluminación.
Numerosas escrituras budistas retratan a los budas como seres magníficos y extraordinarios,[21] dotados de los treinta y dos rasgos y de las ochenta características.[22] También enseñan que lograr la budeidad no es el resultado de la práctica en esta vida, sino de incontables eones de esfuerzo a lo largo de las existencias pasadas. En cambio, el Sutra del loto enseña que la gente común puede manifestar la budeidad aquí y ahora, tal como cada uno es.
El señor Toda dijo en una oportunidad que nosotros, las personas comunes que vivimos en el Último Día de la Ley, necesitamos una enseñanza que trascienda el principio causal para el logro de la budeidad enseñado por Shakyamuni antes de la enseñanza esencial del Sutra del loto, y que nos permita tomar conciencia de nuestro eterno estado de budeidad. En respuesta a dicha necesidad –dijo–, Nichiren Daishonin estableció la enseñanza por la cual podemos, en la realidad de la vida cotidiana, ir más allá del principio sobre el logro de la budeidad basado en las causas y efectos de existencias pasadas, volver al estado de la budeidad inherente a nosotros desde el tiempo sin comienzo, y transformar nuestro destino en algo positivo y brillante.[23]
Nam-myoho-renge-kyo es la única enseñanza «secreta» para el logro de la budeidad con la forma que cada uno posee, y el Daishonin afirma que la clave para acceder a dicha enseñanza es «la palabra “fe” o “creencia”».[24] La fe firme en la Ley Mística es la forma de activar enérgicamente el estado de vida de la budeidad.
LA DECLARACIÓN DE QUE TODOS LOS SERES VIVIENTES SON BUDAS
A continuación, examinemos la parte que contiene el quid de todo el Sutra del loto, donde Shakyamuni «abandona lo transitorio y revela lo verdadero»;[25] es decir, revela que su verdadera identidad es la del buda que ha adquirido la iluminación en el remoto pasado.
Proclama: «[H]an transcurrido inmensurables, ilimitados, cientos, miles, decenas de miles, millones, nayutas de kalpas desde que yo, en verdad, logré la budeidad».[26] Si bien, en esta frase, el logro de la iluminación en el remoto pasado es enunciado por Shakyamuni, el Daishonin interpreta que «sin embargo, el significado de este capítulo es que el sujeto “yo” representa a todos los seres vivientes del reino del Dharma».[27]
Como antes hemos destacado, la verdadera significación del capítulo «La duración de la vida» no solo yace en revelar la iluminación original de Shakyamuni en el infinito pasado, sino también en su declaración implícita de que todos los seres son budas. El Daishonin luego explica, desde el punto de vista de «los señores originales de las enseñanzas del capítulo “La duración de la vida”»[28] que Nam-myoho-renge-kyo es la gran enseñanza que abre el camino a la iluminación.
(Continuar leyendo la parte 3/3).
[11] ↑ OTT, págs. 123-124.
[12] ↑ T’ien-t’ai (538-597): También conocido como el gran maestro T’ien-t’ai o Chih-i. Fundador de la escuela T’ien-t’ai en la China. Su discípulo Chang-an (561-632) compiló las que se consideran las tres obras principales de T’ien-t’ai: Gran concentración e introspección, Profundo significado del «Sutra del loto» y Palabras y frases del «Sutra del loto».
[13] ↑ «Estado original» se refiere a Shakyamuni en su verdadera identidad, quien logró la iluminación en el remoto pasado, y a los tres cuerpos que él posee: el cuerpo del Dharma, el cuerpo de la recompensa y el cuerpo manifiesto.
[14] ↑ Véase OTT, pág. 123.
[15] ↑ La esencia del capítulo «Duración de la vida», en END, pág. 193.
[16] ↑ Preguntas y respuestas referidas a abrazar el «Sutra del loto», en END, pág. 65.
[17] ↑ SL, cap. 11, pág. 169.
[18] ↑ Ib., cap. 16, pág. 223.
[19] ↑ En contraste con las enseñanzas anteriores al Sutra del loto, en las cuales el logro de la budeidad requería eones de difíciles prácticas durante muchísimas existencias, el Sutra del loto enseña que los seres humanos podemos manifestar la budeidad en nuestra existencia actual y con la forma que poseemos. Según principios como la «posesión mutua de los diez estados» y los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital», el estado de budeidad existe en todas las personas de manera inherente, y puede ser activado inmediatamente, por lo cual es posible que los seres manifiesten la budeidad tal como son.
[20] ↑ OTT, pág. 125.
[21] ↑ En las escrituras anteriores al Sutra del loto, los budas eran representados como seres magnificentes, espléndidos, dotados de atributos excepcionales y sobrehumanos. Se los describía de esa manera para inspirar a los seres humanos a adorarlos y venerarlos, como medio para guiarlos a la iluminación en el futuro.
[22] ↑ Los treinta y dos rasgos son características físicas notables atribuidas a los budas, a los bodisatvas, a Brahma y Shakra y a los reyes que hacen girar la rueda, símbolos de la superioridad de todos ellos con respecto a la gente común. Por su parte, las ochenta características eran rasgos extraordinarios que solo se atribuían a los budas y bodisatvas. Sus descripciones varían según la fuente. Existe cierta superposición entre las ochenta características y los treinta y dos rasgos.
[23] ↑ Véase TODA, Josei: Toda Josei zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1983, vol. 3, págs. 393-394.
[24] ↑ Véase OTT, pág. 125.
[25] ↑ Abandonar lo transitorio y revelar lo verdadero: Término cuyo origen se remonta al gran maestro T’ien-t’ai y que denota la revelación de la verdadera identidad de un buda, habiendo desechado su identidad transitoria o provisional. En el capítulo «La duración de la vida» (16.o) del Sutra del loto, Shakyamuni descarta su identidad provisional –la de un buda que había logrado la iluminación en esa existencia en la India, bajo el árbol bodhi– y revela que su identidad verdadera es la del buda que se ha iluminado en el remoto pasado.
[26] ↑ SL, cap. 16, pág. 223.
[27] ↑ OTT, pág. 126.
[28] ↑ Ib.