Además, el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente señala que de las mil plantas y los diez mil árboles que existen en el mundo, no hay uno solo que no sea, en esencia, un bodisatva surgido de la tierra. Así pues, podemos decir que los bodisatvas surgidos de la tierra son los bodisatvas de la enseñanza esencial [a quienes el Buda convirtió y enseñó por primera vez luego de lograr la iluminación en el remoto pasado]. La palabra «esencial» u «original» representa los méritos [o beneficios] transmitidos desde el pasado remoto, hace kalpas numerosos como las partículas de polvo de incontables grandes sistemas planetarios, méritos que no tienen comienzo ni fin. Estos bodisatvas son poseedores de la Ley esencial u original. La Ley original es Nam-myoho-renge-kyo. Este daimoku, Nam-myoho-renge-kyo, es algo que poseen todos los bodisatvas surgidos de la tierra, sin excepción, y que no tienen los bodisatvas de la enseñanza teórica, a quienes el Buda enseñó y convirtió asumiendo su identidad provisional. De la sustancia de esta Ley original deriva la función que se ha dado a conocer como la práctica [del gran maestro T’ien-t’ai] de la concentración e introspección, y que se denomina como el principio de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital [que este postuló]. De hecho, todas las explicaciones ofrecidas por los grandes maestros y por los maestros comunes están dirigidas a la propagación de esta función de la Ley prodigiosa. Aceptar y practicar esta Ley original se expresa con la sola palabra «fe» o «creencia».[31]
LA SOKA GAKKAI ES LA ORGANIZACIÓN QUE CONCUERDA CON EL PROPÓSITO DEL BUDA
Nichiren Daishonin señala: «De las mil plantas y los diez mil árboles que existen en el mundo, no hay uno solo que no sea, en esencia, un bodisatva surgido la tierra». Esto expresa el profundo principio de que todos los seres vivos de nuestro planeta, aun las plantas y los árboles, son esencialmente Bodisatvas de la Tierra.
El señor Toda dijo una vez que todos los fenómenos del universo eran funciones del amor compasivo.[32] Todos los seres, incluso los árboles y las especies vegetales, expresan el amor compasivo de la Ley Mística y, en verdad, son Bodisatvas de la Tierra. Son los discípulos a quienes el Buda convirtió y enseñó en el pasado remoto, asumiendo su identidad verdadera. Son bodisatvas que consagran la vida a enseñar a otros la «Ley original» y a otorgarles, en el Último Día de la Ley, «méritos que no tienen comienzo ni fin».
Y es así porque «estos bodisatvas son poseedores de la Ley esencial u original». Como se ha señalado anteriormente, los Bodisatvas de la Tierra creen en la gran enseñanza de Nam-myoho-renge-kyo, Ley eterna y fundamental sin comienzo ni fin. Son los discípulos verdaderos y correctos que dedican su vida al kosen-rufu en el Último Día de la Ley. Todos sus esfuerzos benevolentes por propagar la Ley Mística son funciones que derivan de «la sustancia de esta Ley original».
¡Cuán nobles son estos bodisatvas que creen en la Ley Mística –la «Ley original»– y la propagan mientras dan prueba de sus enormes beneficios!
Los miembros de la Soka Gakkai nos dedicamos a esta gran misión. No hay manera más noble o grandiosa de vivir que esta, basada en el concepto fundamental de la eternidad de la vida.
El señor Toda dijo una vez: «Cuando, sobre esta tierra, llegó a su término el budismo de Shakyamuni [de la maduración y la cosecha], se estableció firmemente el budismo del Daishonin [de la siembra]. En esta época, yo he abierto un camino de transmisión para el logro del kosen-rufu. El futuro depende enteramente de ustedes. ¡Lo digo porque [en mi próxima existencia] iré a otro planeta a trabajar por el kosen-rufu de la misma manera!».
Aún hoy recuerdo con total claridad estas palabras que pronunció en un discurso dirigido a una reunión de jóvenes.
También solía decir: «La Soka Gakkai es una asamblea de Bodisatvas de la Tierra a quienes Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley, encomendó el logro del kosen-rufu en esta época actual, el Último Día. Es una organización que actúa completamente de acuerdo con el propósito del Buda».
LA FE ES EL FACTOR CLAVE PARA PRACTICAR Y PROPAGAR LA LEY MÍSTICA
En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, hacia el final de la parte dedicada al capítulo «Surgir de la tierra», el Daishonin señala que la clave a la hora de practicar y de propagar la Ley Mística es la palabra «fe» o «creencia».
También expresa: «La palabra “fe” es la filosa espada con la cual uno enfrenta y supera la oscuridad o ignorancia primordial».[33] La fe en nuestra naturaleza de buda y en la de los semejantes es absolutamente esencial para trascender la ignorancia fundamental que da lugar a la desconfianza y nos impide respetar a los otros.
Como miembros de la Soka Gakkai, nos acercamos a los demás dispuestos al diálogo, creyendo no solo en nuestra propia naturaleza de buda sino también en la de los demás. Nuestros esfuerzos brillan con la suprema convicción de que todas las personas merecen respeto y tienen una profunda misión.
LAS RAÍCES DE LA HUMANIDAD
Cuando despertamos a nuestra misión, podemos liberar la enorme fuerza que llevamos dentro. Cuando nos dedicamos al camino de nuestra misión, surge en nosotros el poder de perseverar y de no flaquear, y nos da la fuerza necesaria para superar todos los obstáculos. Cuando nos dedicamos a cumplir nuestra misión, vivimos con espíritu positivo y exultante. Como verdaderos campeones, no tendremos ni un solo remordimiento y nuestros corazones serán tan vastos y abiertos como el claro cielo azul.
No hay misión más relevante que vivir cumpliendo el gran juramento de los Bodisatvas de la Tierra. Quienes dan lo mejor de sí mismos en esta tarea construyen una felicidad incomparable.
Una vez escribí en un poema que el estado de vida de los bodisatvas surgidos de la tierra representaba las «raíces fundamentales» de nuestra humanidad.
Quise decir con ello que no deberíamos limitar la búsqueda de nuestras raíces a una mera ascendencia étnica, sino extenderla a los orígenes de nuestra humanidad compartida, nuestra «casa común». Es así como descubriremos nuestras «raíces primordiales», en el estado de vida de los Bodisatvas de la Tierra.[34] En esos versos escribí:
Sigan buscando sus raíces,
infatigablemente,
en lo más recóndito de su vida.
Encuentren las «raíces» primordiales de su humanidad.
Entonces descubrirán, sin falta,
la majestuosa inmensidad de jiyu
que fluye en lo más profundo de su corazón.[35]
En el mundo de los Bodisatvas de la Tierra no hay exclusión o discriminación alguna. El Daishonin dice: «De las mil plantas y los diez mil árboles que existen en el mundo, no hay uno solo que no sea, en esencia, un bodisatva que surge de la tierra».[36] Los lazos de la vida unen a todas las cosas y personas. La vida primigenia que poseen todos los seres –y que el Daishonin describe como «la profundidad más recóndita de la naturaleza esencial de los fenómenos, y el más profundo de los principios budistas»[37]– es la verdadera identidad de los Bodisatvas de la Tierra.
Cuando las personas tomen conciencia de esta esencia fundamental de su vida, caracterizada por el amor compasivo y la armonía, llegará una época en que todos respetaremos el verdadero valor y la dignidad de los demás y de nosotros mismos. En ese momento, los seres humanos vivirán basados en el estado vital inherente de los Bodisatvas de la Tierra, respetando y despertando ese potencial en los semejantes.
UNA LUCHA SIN PRECEDENTES PARA VENCER LA IGNORANCIA FUNDAMENTAL DE LA HUMANIDAD
El kosen-rufu es una grandiosa e inédita lucha espiritual por trascender la ignorancia fundamental del género humano y transformar nuestro karma colectivo. Orgullosos de vivir con esta potente convicción, marchemos con fuerza y dignidad; los Bodisatvas de la Tierra no temen a nada
¡Sigamos avanzando audazmente sobre «la majestuosa inmensidad de jiyu», el vasto territorio de los Bodisatvas de la Tierra y cumplamos jubilosamente nuestra noble misión en esta existencia, unidos como maestros y discípulos en hermosa diversidad, tal como florecen los cerezos, ciruelos, melocotoneros y albaricoqueros![38]
(Traducción del artículo publicado en la edición de agosto de 2023 de Daibyakurenge).
[31] ↑ OTT, pág. 119.
[32] ↑ El señor Toda dijo: «En primer lugar, el universo en su totalidad es la sustancia del Buda; y todos los fenómenos del universo son las funciones del amor compasivo. Por ende, la solidaridad es la naturaleza innata del universo» (Véase TODA, Josei: Toda Josei zenshu [Obras completas de Josei Toda], vol. 3, Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1983, pág. 44).
[33] ↑ OTT, págs. 119-120.
[34] ↑ En 1992, la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos, fue escenario de graves disturbios, en el contexto de una grave escalada de las tensiones raciales. El 27 de enero de 1993, el presidente Daisaku Ikeda dedicó a los miembros de la SGI de los Estados Unidos un poema titulado «El sol de jiyu sobre una nueva tierra». En él, inspirado en el tema de los bodisatvas «surgidos de la tierra» (en jap.: jiyu) mencionados en el Sutra del loto, describe una visión inspiradora para construir una sociedad que sirva como modelo de convivencia creativa.
[35] ↑ IKEDA, Daisaku: «The sun of jiyu over a new land» (El sol de jiyu sobre una nueva tierra). Véase la revista CG, n.º 24, diciembre 2023, sección «Especial».
[36] ↑ OTT, pág. 119.
[37] ↑ The unanimous declaration by the buddhas of the three existences (La declaración unánime de los budas de las tres existencias), en WND-2, pág. 843.
[38] ↑ Véase OTT, pág. 200.