CAPÍTULO 10: EL MAESTRO DE LA LEY
DIECISÉIS PUNTOS IMPORTANTES
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PUNTO 1, ACERCA DE «EL MAESTRO DE LA LEY»
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El Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente señala: […] Hoy, Nichiren y sus seguidores, quienes entonan Nam-myoho-renge-kyo, son los más excelsos maestros de la Ley.[7]
LOS ASPECTOS DUALES DE LOS MAESTROS DE LA LEY: BUSCAR EL CAMINO Y GUIAR A OTROS A LA ILUMINACIÓN
Puesto a explicar este concepto, el Daishonin primero señala que él y sus seguidores, quienes entonan Nam-myoho-renge-kyo, son los maestros de la Ley más prominentes.
El término «maestro de la Ley» (en jap.: hosshi) es una traducción del sánscrito dharmabhanaka. Dharma significa «Ley», y bhanaka, «quien recita o predica las enseñanzas». En el Sutra del loto, cualquiera puede ser un maestro de la Ley; no hay distinciones entre sacerdotes y laicos, o entre hombres y mujeres. Es la perfecta descripción del bodisatva.
El capítulo «El maestro de la Ley» menciona dos aspectos o funciones de estas personas: en primer lugar, adoptan la Ley como guía y maestro de su vida; en segundo lugar, actúan ellos mismos como mentores, transmitiendo a los semejantes la Ley con respecto a la cual se han iluminado. El primer aspecto denota la búsqueda de la Ley, que beneficia al propio practicante en pos de la iluminación; el segundo alude a la guía ofrecida a otros, que beneficia a los demás seres al mostrarles el camino a la iluminación. Como queda claro en el caso de los practicantes de los dos vehículos –los que escuchan la voz y los que toman conciencia de la causa–, el interés excluyente en la propia iluminación refleja una falta de amor compasivo a los demás. Por otro lado, el interés excluyente en beneficiar a los semejantes puede fomentar la arrogancia y la hipocresía. El humanismo genuino solo florece en la convergencia complementaria de ambas inclinaciones al mismo tiempo.
Los maestros de la Ley viven inmersos en el seno del pueblo y transmiten infatigablemente la grandeza del budismo. Y, como se desprende del término «maestros», son líderes espirituales.
El Daishonin declara: «Hoy, Nichiren y sus seguidores, quienes entonan Nam-myoho-renge-kyo, son los más excelsos maestros de la Ley».
Los miembros de la Soka Gakkai, fieles a estas palabras, somos quienes hoy entonamos Nam-myoho-renge-kyo, esencia del Sutra del loto, y ponemos en acción la sabiduría, el amor compasivo y el coraje necesarios para contribuir a la sociedad de manera positiva. Somos grandes maestros de la Ley en el linaje directo de Nichiren Daishonin.
NACER EN UNA ÉPOCA DE MALDAD EN VIRTUD DE UN POTENTE JURAMENTO
Cabe mencionar aquí una característica notable del capítulo «El maestro de la Ley»: allí se dice que los bodisatvas abandonan las recompensas inmensamente puras que han adquirido por medio de su práctica para, en cambio, renacer en una época de maldad en la cual predicar el Sutra del loto. Es un noble rumbo que han elegido, con su deseo de empoderar a todos los seres para que estos puedan lograr la iluminación. El gran maestro Miao-lo[8] lo denominó «adoptar voluntariamente el karma adecuado»,[9] refiriéndose a que estos bodisatvas, en virtud de su potente juramento, aparecen en este mundo saha[10] colmado de sufrimientos para dedicarse enérgicamente a propagar la Ley Mística.
Puede decirse que esta suprema práctica del bodisatva es lo que distingue a los Bodisatvas de la Tierra.[11] Estos, que aparecerán en el capítulo «Surgir de la tierra» (15.º del Sutra del loto, son quienes dedican su vida a la propagación de la Ley Mística en la época de maldad posterior a la muerte de El Que Así Llega,[12] como enviados de este último.
En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin proclama: «Las personas que “nacen en el mundo [o tiempo] malvado” son Nichiren y sus seguidores».[13] En otras palabras, Nichiren y sus seguidores son los bodisatvas que han surgido con la promesa de «adoptar voluntariamente el karma adecuado».
En el corazón de estos bodisatvas reverbera la jubilosa y digna proclama: «¡Unidos por los lazos de mentor y discípulo, hemos elegido nacer juntos en este mundo, en esta época oscura, en virtud del juramento que compartimos!».
En la sociedad contemporánea, los maestros y discípulos de la Soka hemos avanzado dinámicamente para hacer realidad el kosen-rufu mundial. Incontables miembros del mundo han narrado con profunda alegría sus experiencias de transformar el karma en misión, viviendo el principio de «adoptar voluntariamente el karma adecuado». Han mostrado cuán poderosa puede ser la revolución humana de un individuo y qué infinita inspiración y esperanza puede brindar a otros.
El Sutra del loto afirma que quienes creen en ese sutra «eligen libremente dónde habrán de nacer».[14] Hemos nacido en el Último Día de la Ley, aquí, en la tierra, en el lugar, la época y las circunstancias que nosotros mismos elegimos para cumplir nuestra misión como Bodisatvas de la Tierra. Cuando tomamos conciencia de ese potente compromiso, que se remonta al infinito pasado, cambia por completo el significado de nuestra vida. Todos nuestros sufrimientos se convierten en un aspecto de nuestra misión, porque cada uno de nosotros, sin excepción, es un bodisatva que ha hecho un juramento.
Llevamos a cabo nuestras actividades con la dicha de saber que cada uno de nosotros, como describe el capítulo «El maestro de la Ley», es un «enviado de El Que Así Llega» que ha sido «despachado por El Que Así Llega para llevar a cabo su labor».[15] Hoy, en todo el planeta están surgiendo «representantes de El Que Así Llega».
EL KOSEN-RUFU COMIENZA POR EL DIÁLOGO DE VIDA A VIDA
El término «maestro de la Ley» quizá sugiera la imagen de personas que hablan frente a una multitud, pero el Sutra del loto aclara que no necesariamente es así. En verdad, quienes transmiten el budismo a otros, así sea a una sola persona, son enviados o emisarios de El Que Así Llega.
Tanto si hablamos de propagar la Ley Mística como de guiar a alguien a la iluminación, en ambos casos el primer paso es conmover el corazón de la persona que tenemos frente a nosotros. Cada individuo es digno de supremo respeto porque posee, en forma inherente, la naturaleza de buda; nadie merece ser tratado con desdén o irrespetuosamente. Por eso, las pequeñas reuniones y los encuentros de vida a vida resultan tan importantes.
El 3 de mayo de 1951, cuando el señor Toda asumió la presidencia de la Soka Gakkai y juró expandir a 750 000 practicantes la membrecía, también declaró que el kosen-rufu se lograría por medio del diálogo frente a frente, de persona a persona.[16]
Porque siempre hemos hecho el mayor esfuerzo por valorar y respetar a cada individuo, pudimos forjar valores humanos que se pusieron de pie y marcharon junto a nosotros por esta noble causa.
En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin prosigue diciendo: «[…] Nichiren y sus seguidores, quienes hoy entonan Nam-myoho-renge-kyo, son los verdaderos enviados».[17] Los miembros de la Soka Gakkai entonamos Nam-myoho-renge-kyo con fervor y persistimos en el diálogo para ayudar a una persona tras otra a relacionarse con el budismo. Por ende, somos los verdaderos enviados de El Que Así Llega
(Continuar leyendo la parte 3/3).
[7] ↑ OTT, págs. 81-82.
[8] ↑ Miao-lo (711-782): También conocido como el gran maestro Ching-hsi, por su tierra natal. Patriarca de la escuela T’ien-t’ai de China. Se lo considera, respetuosamente, el restaurador de esta escuela. Sus comentarios sobre las tres obras principales de T’ien-t’ai se titulan Comentario sobre «Profundo significado del “Sutra del loto”»; Comentario sobre «Palabras y frases del “Sutra del loto”», y Comentario sobre «Gran concentración e introspección».
[9] ↑ Adoptar voluntariamente el karma adecuado: Alusión a los bodisatvas que, aunque están calificados para recibir las recompensas puras de la práctica budista, renuncian a ellas y juran, en cambio, renacer en una tierra impura para salvar a los seres vivos. Ellos propagan la Ley Mística mientras sobrellevan los mismos padecimientos y aflicciones que la gente que nace en este mundo perverso a causa de su karma. El término deriva de la interpretación de Miao-lo sobre pasajes relevantes del capítulo «El maestro de la Ley» (10.º) del Sutra del loto: «Rey de la Medicina, debes comprender que estas personas voluntariamente renuncian a las recompensas que les corresponderían por sus acciones puras y, compadecidas ante los seres vivos, nacen en el mundo malvado después de mi extinción para exponer ampliamente este sutra». (SL, cap. 10, pág. 160.)
[10] ↑ Mundo saha: El lugar donde vivimos los seres humanos, colmado de sufrimientos. A menudo se traduce como «mundo donde se resiste». En sánscrito, saha denota la tierra; deriva de una raíz que significa «soportar» o «resistir». Por tal razón, en las versiones en chino de las escrituras budistas, saha se traduce como «resistencia» o «tolerancia». En este contexto, «mundo saha» significa el lugar donde las personas se exponen a padecer sufrimientos.
[11] ↑ Bodisatvas de la Tierra: Innumerables bodisatvas que aparecen en el capítulo «Surgir de la tierra» (15.º) del Sutra del loto, a quienes Shakyamuni confía la tarea de propagar la Ley después de su muerte.
[12] ↑ El Que Así Llega: Uno de los diez títulos honoríficos de un buda. Significa «el que llega del reino de la verdad». Este título indica que un buda manifiesta la verdad fundamental de todos los fenómenos y ha captado la ley de causalidad que abarca pasado, presente y futuro.
[13] ↑ OTT, pág. 82.
[14] ↑ SL, cap. 10, pág. 161.
[15] ↑ En el capítulo «El maestro de la Ley» (10.º) del Sutra del loto se lee: «Si uno de estos buenos hombres y estas buenas mujeres, en la época posterior a mi extinción puede exponer secretamente el Sutra del loto a una persona, aunque sea una sola frase, debes saber que esa persona es el enviado de El Que Así Llega. Ha sido despachado por El Que Así Llega para llevar a cabo su labor». (SL, cap. 10, pág. 160.)
[16] ↑ Véase Toda, Josei: Toda Josei zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1983, vol. 3, p. 431.
[17] ↑ OTT, pág. 83.