Los capítulos «El surgimiento de la torre de los tesoros» y «Devadatta» (2/3)


(Volver a la parte 1/3).

CAPÍTULO 11: EL SURGIMIENTO DE LA TORRE DE LOS TESOROS
VEINTE PUNTOS IMPORTANTES
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PUNTO 2, ACERCA DE LOS SIETE TESOROS MENCIONADOS EN EL PASAJE QUE DICE: «EN ESE MOMENTO, EN PRESENCIA DEL BUDA, HABÍA UNA TORRE ADORNADA CON TESOROS DE LAS SIETE CLASES»
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El Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente señala: Los siete tesoros son la escucha, como en el acto de escuchar la Ley; la creencia; la observancia de preceptos; la meditación; la diligencia; la supresión del apego a los deseos mundanos, y el sentido de la contrición (entendido como la reflexión sobre uno mismo). También podemos decir que hay siete aberturas en la cabeza: los ojos, los oídos, las fosas nasales y la boca.
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Hoy, Nichiren y sus seguidores, quienes entonan Nam-myoho-renge-kyo, son practicantes «adornados con tesoros de las siete clases».[11]

LA CEREMONIA EN EL AIRE REPRESENTA LA EPOPEYA DE LA VIDA

Estas tres escenas que se describen en el Sutra del loto –la aparición de la Torre de los Tesoros, las tres transformaciones de la tierra y la Ceremonia en el Aire– bien podrían parecer cuentos de hadas o fantasías, pero el Daishonin explica en el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente: «Hoy, Nichiren y sus seguidores, quienes entonan Nam-myoho-renge-kyo, son practicantes “adornados con tesoros de las siete clases”».[12] La espléndida torre ornamentada con siete clases de piedras y metales preciosos no solo ensalza la nobleza del Sutra del loto, sino también nuestra propia nobleza, como personas que proclamamos y practicamos la Ley Mística y que, a través de la práctica budista, hacemos brillar nuestra vida.

Mi maestro Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, decía:

El estado de la budeidad, inmenso y prodigioso, existe en nuestro propio ser de manera latente. El poder y los atributos de este estado de vida superan todo lo que podríamos llegar a imaginar; no hay descripción que resulte suficiente… Y, sin embargo, podemos manifestar ese estado en nuestra propia vida. Esta ceremonia del capítulo «La torre de los tesoros» explica que somos capaces de activar el estado latente de la budeidad, que existe en nosotros de manera innata. En otras palabras, a través de la ceremonia de la Torre de los Tesoros, Shakyamuni estaba enseñando la «posesión mutua de los diez estados»[13] y los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital[14]».[15]

La Ceremonia en el Aire y, de hecho, la totalidad del Sutra del loto, es una gesta que transcurre en la propia mente de Shakyamuni; a la vez, ella narra también la saga de nuestro propio ser. Entonamos Nam-myoho-renge-kyo para activar el estado de budeidad que existe en nosotros; en este desafío, rompemos las ataduras de nuestro karma adverso y logramos un cambio fundamental en nuestra vida, es decir, el «logro de la budeidad». No solo eso; además, podemos representar una historia suprema de transformación basados en el principio de los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital», que nos permite generar felicidad para nosotros mismos y para los demás, y contribuir a una sociedad próspera y a un mundo de paz.

La torre adornada con siete clases de tesoros que se describe en el Sutra del loto simboliza la nobleza y el potencial ilimitados de nuestra vida, que podemos desplegar a través de la práctica del budismo.

En respuesta a una pregunta que le había hecho Abutsu-bo sobre la naturaleza de la Torre de los Tesoros, el Daishonin responde:

Por tal razón, Abutsu-bo es la Torre de los Tesoros, y la Torre de los Tesoros es Abutsu-bo. Ningún otro conocimiento es relevante. Es la Torre de los Tesoros adornada con las siete clases de tesoros –⁠escuchar la enseñanza correcta, creer en ella, observar los preceptos, meditar, practicar asiduamente, renunciar a los apegos y reflexionar sobre uno mismo⁠–.[16]

La Ley Mística permite a todas las personas ver y revelar su naturaleza de buda innata y hacerla brillar. Todos, sin distinción, somos nobles torres de tesoros de manera primigenia e innata.

Esto constituye una magnífica afirmación de la humanidad y, a la vez, una celebración de la vida; en esta visión hallamos un rebosante amor compasivo, nacido de la gran sabiduría de la igualdad que abarca a toda la familia humana global, y una sabiduría abierta y amplia, que respeta y apoya a cada ser individualmente, impulsándolo a florecer en toda su diversidad.

CUANDO ORAMOS AL GOHONZON PARTICIPAMOS EN LA CEREMONIA EN EL AIRE

El señor Toda dijo:

Nichiren Daishonin estableció la enseñanza de la siembra, implícita en el capítulo «La duración de la vida» en forma de mandala o Gohonzon. Aunque el Gohonzon emplea la ceremonia de la Torre de los Tesoros concebida por Shakyamuni, en realidad corporifica la «posesión mutua de los diez estados» y los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital» que surgen de la propia vida del Daishonin; es decir, la vida del Buda del Último Día de la Ley.[17]

Más adelante, en la Ceremonia en el Aire (del capítulo «La duración de la vida»), Shakyamuni revela que logró la iluminación en el infinito pasado y que este mundo saha,[18] contaminado por las cinco impurezas,[19] en realidad es la tierra pura donde habita el Buda de manera eterna. Esta es la enseñanza que expone que el mundo saha es la Tierra de la Luz Eternamente Tranquila; o sea, la inseparabilidad entre la tierra impura y la tierra pura.

El mundo humano en que batallamos contra toda clase de sufrimientos y de problemas es, sin duda, una tierra impura plagada de deseos mundanos. Pero a través de creer en la Ley Mística y de practicarla, podemos revelar nuestra naturaleza de buda, manifestar la iluminación y lograr la budeidad en esta existencia. Aquí y ahora, podemos construir una tierra pura.

El Daishonin señala: «Hoy, Nichiren y sus seguidores, quienes entonan Nam-myoho-renge-kyo, ejemplifican el surgimiento de la Torre de los Tesoros»;[20] y «Ahora, cuando Nichiren y sus seguidores entonan Nam-myoho-renge-kyo y mantienen la fe en esta práctica, están “suspendidos en el aire”; “suspendidos”, participando en la Ceremonia en el Aire».[21]

El Daishonin inscribió el Gohonzon de Nam-myoho-renge-kyo, corazón del Sutra del loto, basado en la Ceremonia en el Aire. El profundo significado de entonar Nam-myoho-renge-kyo al Gohonzon es que, cuando lo hacemos, cada uno de nosotros se suma a la Ceremonia en el Aire.

Nuestra práctica diaria de gongyo y de daimoku nos permite ser parte de esa noble y espléndida ceremonia, que activa en nosotros la magnífica torre de tesoros que existe en nuestro interior.

Cuando las mujeres de la Soka se ven ante obstáculos, con su postura resuelta de empezar por la oración, ante todo se sientan a entonar Nam-myoho-renge-kyo profundamente frente al Gohonzon como primera medida. Alinean su vida con la Ley Mística y corporifican el gran principio de «iluminar y manifestar nuestra verdadera naturaleza».[22]

Eso las convierte en personas invencibles y fuertes, siempre capaces de encontrar el camino a seguir. Todos los budas y bodisatvas del universo sin falta las elogiarán y protegerán a cada instante.

Nuestras voces vibrantes que entonan Nam-myoho-renge-kyo reverberan con potencia en todo el universo. Son como la «voz sonora» con la cual el buda Muchos Tesoros exalta las enseñanzas de Shakyamuni.[23] En referencia a esto, el Daishonin señala: «Ahora, la recitación de Nam-myoho-renge-kyo que hacen Nichiren y sus seguidores es esa gran voz [sonora]».[24]

Los dedicados miembros de nuestro grupo Muchos Tesoros, a lo largo de su extensa vida, han superado toda clase de adversidades y hoy están viviendo espléndidamente sus años de oro. Han entonado Nam-myoho-renge-kyo con fervor y, por eso, han podido demostrar con elocuencia la validez del budismo Nichiren. Han dado grandes pruebas de transformación kármica, que les permiten testimoniar con orgullo la grandeza de la Soka Gakkai, y transmiten esas experiencias a los demás para dar a conocer sus triunfales historias de revolución humana.

Expresemos a estos predecesores, de todo corazón, nuestros mayores elogios, y nuestro inmenso aprecio y gratitud.

EL REVOLUCIONARIO LOGRO DE LA BUDEIDAD DE DEVADATTA Y LA HIJA DEL REY DRAGÓN

La vida es el tesoro más valioso. Uno de los aspectos más singulares del Sutra del loto, –la enseñanza que expone esta noble filosofía–, en el capítulo «Devadatta», es la revelación de que las malas personas y las mujeres pueden lograr la iluminación.

En este capítulo, Shakyamuni revela que Devadatta[25] (perpetrador de la grave falta de atentar contra la vida de Shakyamuni y de provocar la desunión en la Orden budista), en realidad había sido el maestro que lo había guiado a la Ley prodigiosa en una existencia anterior. En la asamblea, predice que Devadatta alcanzará la iluminación en el futuro y, con ello, reafirma el logro de la budeidad de las malas personas.

A continuación, revela que también las mujeres pueden lograr la iluminación.[26] Las enseñanzas anteriores al Sutra del loto consideraban que las mujeres no podían iluminarse como tales. Pero el Sutra del loto, mediante el ejemplo de la hija del Rey Dragón, proclama sin lugar a dudas que pueden ser budas.

Además, la niña dragona era un animal y una pequeña de solo ocho años. La visibilidad que ocupa en el texto la historia de su iluminación, en una época en que nadie habría considerado posible este logro, pone de relieve la excelencia y el profundo significado del Sutra del loto.

El Daishonin comenta ambos ejemplos diciendo: «Devadatta es sinónimo de Myoho-renge-kyo»[27] y «El estado original de la hija del Rey Dragón –el de una niña dragona– ya era el estado de Nam-myoho-renge-kyo».[28] Tanto Devadatta como la hija del rey Sagara pudieron manifestar el estado de budeidad porque ambos corporificaban Nam-myoho-renge-kyo.

(Continuar leyendo la parte 3/3).


[11] ↑ OTT, pág. 89.

[12] ↑ Ib.

[13] ↑ Posesión mutua de los diez estados: Principio según el cual cada uno de los diez estados posee el potencial de los diez en sí mismo. «Posesión mutua» quiere decir que la vida no se encuentra fijada en un estado específico, dentro de los diez estados, sino que puede manifestar cualquiera de ellos, desde el infierno hasta la budeidad, en cualquier momento dado. Lo importante de este principio es que todos los seres, en cualquiera de los nueve estados, poseen la naturaleza de buda. Cada persona, entonces, tiene el potencial de manifestar la budeidad, mientras que un buda también posee los nueve estados y, en tal sentido, no es un ser separado o distinto de la gente común.

[14] ↑ Tres mil aspectos contenidos en cada instante vital (en jap.: ichinen-sanzen): Sistema filosófico desarrollado por T’ien-t’ai de la China, basado en el Sutra del loto. Los «tres mil aspectos» indican los aspectos y fases variables que adopta la vida en cada momento. A cada instante, la vida manifiesta alguno de los diez estados. Cada uno de estos diez estados posee en sí mismo el potencial de los diez, lo cual da un total de cien estados posibles. Cada uno de estos cien estados posee los diez factores y opera dentro de cada uno de los tres planos de la existencia, totalizando tres mil aspectos. En otras palabras, todos los fenómenos están contenidos en cada instante vital, y cada instante vital impregna los tres mil estados o aspectos de la existencia; es decir, la totalidad del mundo fenoménico.

[15] ↑ Toda, Josei: Toda Josei zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1986, vol. 6, pág. 275.

[16] ↑ Sobre la Torre de los Tesoros, en END, pág. 317.

[17] ↑ Toda, Josei, op. cit.

[18] ↑ Mundo saha: El lugar donde vivimos los seres humanos, colmado de sufrimientos. A menudo se traduce como «mundo donde se resiste». En sánscrito, saha deriva de una raíz que significa «soportar» o «resistir». Por tal razón, en las versiones en chino de las escrituras budistas, saha se traduce como «resistencia» o «tolerancia». En este contexto, «mundo saha» significa el sitio donde los seres humanos se exponen a padecer sufrimientos.

[19] ↑ Cinco impurezas: Las impurezas de la época, el deseo, los seres vivos, las ideas y la duración de la vida. El término aparece en el capítulo «Medios hábiles» (2.o) del Sutra del loto. 1) La impureza de la época abarca la alteración reiterada del orden social o del equilibrio ambiental. 2) La impureza del deseo es la tendencia a ser gobernados por las cinco pulsiones ilusorias: odio, codicia, estupidez, arrogancia y duda. 3) La impureza de los seres vivos es la decadencia física y espiritual del ser humano. 4) La impureza de las ideas es la preponderancia de visiones erróneas, como las cinco ideas falsas. 5) La impureza de la vida es el acortamiento de la duración promedio de vida de los seres humanos.

[20] ↑ OTT, pág. 89.

[21] ↑ Ib., pág. 91.

[22] ↑ Véase Las bases para manifestar la budeidad, en END, pág. 784.

[23] ↑ Véase SL, cap. 11, pág. 169.

[24] ↑ OTT, pág. 90.

[25] ↑ Devadatta: Primo de Shakyamuni que, en principio, tras la iluminación del Buda lo adoptó como maestro, pero luego se volvió arrogante convirtiéndose así en su enemigo. Devadatta cometió una serie de graves faltas; entre ellas, querer asesinar a Shakyamuni y fomentar un cisma en la Orden budista.

[26] ↑ Hija del Rey Dragón: También llamada «niña dragona». Hija del rey dragón Sagara, cuyo palacio se encontraba en el fondo del mar. En el capítulo «Devadatta», se describe el logro de la iluminación de esta criatura, con la forma que posee; su prédica en un mundo sin impurezas inspira alegría a muchos otros, que tras ella logran también la budeidad. La hija del Rey Dragón ejemplifica dos principios: la iluminación de las mujeres y el logro de la budeidad con la forma que uno posee.

[27] ↑ OTT, pág. 101.

[28] ↑ Ib., pág. 109

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