Orientación para la SGEs
¡Muchas felicidades en el inicio de este «Año del vuelo impetuoso hacia una Soka Gakkai juvenil en todo el mundo»!
Y muchísimas gracias, también, por todos los esfuerzos compartidos durante el año pasado para poner en práctica la fe en la vida cotidiana en una época como la actual, marcada por los conflictos, la inestabilidad y la confusión.
Justamente para avanzar en el cambio de tendencia de nuestra sociedad, razón de ser de la práctica del budismo en nuestra organización, el mensaje de Año Nuevo del presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada, que publicamos en este número[1] nos propone grabar en nuestras vidas el significado de un fragmento de los escritos de Nichiren Daishonin: «Le confío la propagación del budismo en su provincia. [El Sutra del loto] dice que “las semillas de la budeidad germinan como resultado de las circunstancias, y por esta razón, ellos [los budas] predican el vehículo único [de la Ley Mística]”[2]»[3] (véase tb. el recuadro).
En el momento de la redacción de ese escrito, que hoy conocemos con el título Las propiedades del arroz, la palabra «provincia» que aparece en la cita se refería al área de Fuji, en el centro del Japón, donde residiría su destinatario.[4] ¿Cuán inspirado, y cuán estimulado a la acción, se habrá sentido al leerlo y constatar la confianza y las expectativas que su maestro depositaba en él?
Para responder a esta cuestión a través de nuestra propia experiencia, basta con que leamos otro pasaje presentado en el mensaje de Año Nuevo:
Ikeda Sensei se dirigió a nosotros, sus sucesores, con estas palabras: «Ya están dadas las condiciones necesarias para que el movimiento del kosen-rufu […] despegue. Ahora, queda en sus manos conducirlo […]: una nueva época es la etapa en la que los discípulos se levantan para actuar y muestran la prueba de su victoria».[5]
Para cada uno de nosotros, practicantes de la Ley Mística, el lugar donde estamos en este momento es la provincia en la que estamos llamados a impulsar el kosen-rufu, cuya responsabilidad allí nos ha confiado nuestro maestro. Los vecindarios o localidades donde vivimos o nos movemos y, dentro de ellos, los espacios en los que se desarrolla nuestro día a día son «las amadas tierras de nuestra misión»,[6] que nadie mejor que nosotros puede labrar. En ellas, el presidente Harada nos insta a sembrar «más y más semillas de paz –que son las semillas de la Ley Mística–».[7]
Ikeda Sensei se dirigió a nosotros, sus sucesores, con estas palabras: «Ya están dadas las condiciones necesarias para que el movimiento del kosen-rufu […] despegue. Ahora, queda en sus manos conducirlo».
Necesitamos profundizar nuestra conciencia de que hacerlo depende de nosotros mismos, y no de otras personas, y de que el momento es ahora. Así es como podremos emprender «un vuelo impetuoso abriendo las invencibles alas de la inseparabilidad entre maestro y discípulo, que nos harán prevalecer sobre cualquier dificultad».[8]
Con la aspiración de promover ese vuelo impetuoso, el fin de semana del 14 y el 15 de diciembre se reunió en el Centro Cultural Soka de Rivas-Vaciamadrid la Asamblea Ejecutiva de la SGEs, en representación del conjunto de responsables de la organización. Como encuentro realizado en las vísperas del Año Nuevo, tuvo la meta de delinear el planteamiento y el calendario de actividades de 2025 y, para hacerlo sobre una base firme, la primera jornada se dedicó a tratar temas clave para el movimiento Soka en el momento actual.
De este modo, el copresidente de la SGI de Europa, Robert Harrap, llegado a España para participar en la actividad,[9] transmitió los aspectos principales del discurso del presidente Harada en la reciente reunión de la sede central para responsables de la Soka Gakkai.[10] Cathy Rocher y Albert Barroso, responsables de los departamentos de Mujeres y de Hombres de la SGEs, respectivamente, compartieron otros puntos destacados del Curso de Otoño de la SGI;[11] y Enrique Caputo, director general, estuvo a cargo de una sesión sobre La herencia de la ley suprema de la vida, que se centró en dos fundamentos del espíritu de la Soka Gakkai como son la unión de distintas personas con un mismo propósito y la inseparabilidad de maestro y discípulo. Esta última sesión ejerció de introducción a la profundización en ese gosho con la que, en la SGEs, se abre el movimiento de estudio este año.[12]
A través de lo anterior, se puso de relieve que otra amada tierra de misión del kosen-rufu –estrechamente ligada a los escenarios de nuestras actividades cotidianas, a los que hemos hecho referencia antes– es por supuesto la de nuestras actividades por la paz, la cultura y la educación y, concretamente, nuestras reuniones de diálogo mensuales. En ellas, ponemos en práctica la clase de unión a la que se refiere el Daishonin, inspirada en el juramento compartido con el maestro.
[En la reciente Asamblea Ejecutiva,] una sesión sobre «La herencia de la ley suprema de la vida» […] ejerció de introducción a la profundización en ese gosho con la que, en la SGEs, se abre el movimiento de estudio este año.
En el mensaje de Año Nuevo escrito por los copresidentes de la SGI de Europa, que también se incluye en este número,[13] se alude a un pasaje de Sensei que, en la disertación de la que proviene, va precedido de la siguiente pregunta y respuesta: «¿Dónde encontramos este mundo de armonía permeado por la unión de “distintas personas con un mismo propósito”, en el que se transmite activamente la “herencia de la Ley suprema de la vida”? En las reuniones de diálogo que caracterizan a la Soka Gakkai».[14] Ya en la cita, leemos la hermosa descripción de estos encuentros como «oasis de paz, cultura y felicidad».[15]
Este 2025, podemos imprimir aún mayor dinamismo a nuestro movimiento de reuniones de diálogo e impulsar aquel cambio de tendencia en la sociedad, no solo en nuestro país, sino en el conjunto del continente. Con ese propósito proponemos lograr, todos juntos y con los jóvenes a la vanguardia, que cada reunión de diálogo se convierta en «Un paso por la paz»; de ahí que este sea el nombre elegido para una nueva campaña común a las diversas organizaciones integrantes de la SGI de Europa. Para ello, haremos hincapié en tres acciones concretas: el diálogo, el aliento mutuo y la recitación del daimoku.
Diálogo para compartir nuestra práctica y dar lugar a nuevas conexiones con el budismo, para que más personas puedan despertar a la naturaleza de Buda, escribiendo así una noble historia de activación de la bondad en los corazones de la familia humana global.
Aliento mutuo para cultivar los vínculos individuales, de corazón a corazón. El éxito de cada reunión de diálogo dependerá de los preparativos y de nuestros esfuerzos en los encuentros personales entre reunión y reunión, con la determinación de forjar valores humanos y, al mismo tiempo, de no permitir que nadie se quede atrás.
La recitación del daimoku es el punto de partida hacia la victoria. Nuestra oración está impregnada del juramento de la realización del kosen-rufu, razón por la cual Nichiren Daishonin declara: «Si no fueran Bodhisattvas de la Tierra, no podrían entonar el daimoku».[16]
Este 2025, podemos imprimir aún mayor dinamismo a nuestro movimiento de reuniones de diálogo […]. Con ese propósito proponemos lograr, todos juntos y con los jóvenes a la vanguardia, que cada reunión de diálogo se convierta en «Un paso por la paz».
Desde este mes del cincuentenario de la fundación de la SGI, avancemos con la absoluta convicción de que la iniciativa humanística de emprender diálogos de vida a vida, orientados a despertar la naturaleza de Buda inherente a la persona que tenemos ante nosotros, es una tarea sagrada legada a cada uno de nosotros por el Daishonin. Conscientes y orgullosos de esta misión, desafiémonos con pasión para llevarla a cabo, con el deseo que todas las personas que nos rodean puedan ser felices, y la certeza de que cada paso es una meta, sin dejar de ser un paso[17] hacia la paz.
HACER QUE GERMINEN LAS SEMILLAS DE LA BUDEIDAD
En el pasaje de Las propiedades del arroz al que se alude en este artículo, Nichiren Daishonin cita el Sutra del loto para señalar que la naturaleza de Buda, que existe en todos los seres de manera intrínseca, se manifiesta en respuesta a causas y condiciones.
Todas las personas poseen el potencial de la budeidad, pero, a menos que formen un vínculo con el Sutra del loto, que expone y da acceso a ella, ese potencial permanecerá latente. De ahí que sea tan importante dar a conocer a Nam-myoho-renge-kyo, la Ley de la iluminación universal. Hacerlo supone difundir la verdad que activa la semilla de la budeidad y permite que germine.
Esta expresión activa de respeto a la dignidad humana que caracteriza al budismo Nichiren, y que abre el camino a la felicidad a todas las personas, es hoy más necesaria que nunca.
(Volver a la mención en el texto principal).
[1] ↑ Véase la sección «Año nuevo».
[2] ↑ Véase SL, cap. 2, pág. 41.
[3] ↑ Las propiedades del arroz, en END, pág. 1163.
[4] ↑ Si bien existen hipótesis, la fecha exacta y la identidad del destinatario de Las propiedades del arroz se desconocen.
[5] ↑ IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, vols. 19 y 20, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2020, págs. 56 y 57.
[6] ↑ Ib. nota 1.
[7] ↑ Ib.
[8] ↑ Ib.
[9] ↑ El secretario general de la SGI de Europa, Daiki Nakamoto, participó también en este encuentro en el Centro Cultural Soka.
[10] ↑ Dicho discurso se incluye en la sección «Orientación» de este número.
[11] ↑ Puede leerse más sobre este curso, durante el cual se celebró la mencionada 5.ª reunión de la sede central, en la entrega anterior de esta sección.
[12] ↑ Véase la sección «Estudio» de este número.
[13] ↑ Véase la sección «Año Nuevo».
[14] ↑ Civilización Global, n.º 156, abril 2018, sección «Estudio mensual».
[15] ↑ En el mensaje de Suzanne Pritchard y Robert Harrap presentado en «Año Nuevo», la cita es la que se inicia con las palabras «[S]on encuentros de personas diversas, pertenecientes a distintas generaciones».
[16] ↑ El verdadero aspecto de todos los fenómenos, en END, pág. 406.
[17] ↑ Paráfrasis de unas palabras de las Obras Completas de Johann W. Goethe, Madrid: Aguilar, 1987, tomo II, pág. 1055 citadas en IKEDA, Daisaku et al.: La sabiduría del «Sutra del loto», vol. 1, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2016, pág. 336.