En vuelo · Desde el Departamento de Estudiantes de la SGEs


Luciano Comelli | Tenerife


Tengo 17 años y nací en una familia budista en la Ciudad de México. Desde muy pequeño he estado involucrado en las actividades de la Soka Gakkai, asistiendo a ellas junto a mi madre y mi abuela. Mi infancia y parte de mi adolescencia las viví en la Soka Gakkai de México, lo cual agradezco profundamente, ya que fue una época muy bonita.

La pandemia afectó bastante a la estabilidad económica familiar, y esta situación nos llevó a luchar y entonar abundante daimoku en la familia para superar la adversidad. A pesar de todas las dificultades, mi hermana y yo recibimos todo el apoyo imaginable. A finales de 2023, mis padres decidieron mudarse a Tenerife, en Canarias, invitados por unos familiares ya establecidos aquí. Aunque me motivaba y emocionaba el cambio, me afectó dejar a mis abuelos, familiares y amigos en México.

Los primeros dos meses en Tenerife fueron una aventura llena de nuevas experiencias. No obstante, surgieron obstáculos y consideramos la posibilidad de volver a México. En ese momento decidimos quedarnos y luchar contra todas las adversidades. Me inspiró la fe y la resiliencia de mi madre, quien me alentó diciendo que si queríamos quedarnos en Tenerife debía esforzarme decididamente en la fe y participar en las actividades de Gakkai para contribuir al kosen-rufu de España, a lo cual respondí resueltamente que sí: así lo haría.

Apoyé a mis padres en la decisión de quedarnos en España, ya que consideraba que, tanto aquí como allí, teníamos que partir de cero para construir de nuevo nuestra estabilidad. Así, finalmente logramos encontrar un lugar seguro y cómodo para establecernos en la isla.

Me inspiró la fe y la resiliencia de mi madre, quien me alentó diciendo que si queríamos quedarnos en Tenerife debía esforzarme decididamente en la fe y participar en las actividades de Gakkai para contribuir al kosen-rufu de España, a lo cual respondí resueltamente que sí: así lo haría.

En este tiempo he podido hacer grandes amigos, que me han apoyado y acompañado en esta nueva etapa de adaptación, y con los que puedo contar siempre.

Pude continuar mis estudios y, a pesar de incorporarme con el ciclo escolar ya iniciado, me gané la confianza y el apoyo de mis profesores. Y obtuve una gran victoria en esta tierra: aprobé todas las asignaturas y pasé de curso a 1.º de bachillerato.

Ahora, después de ocho meses en Tenerife, estoy muy agradecido a mis padres por su esfuerzo constante para brindarnos una buena calidad de vida y apoyarnos en todo momento, y también agradezco al budismo y a pertenecer a la Soka Gakkai, que me ha ayudado a ser valiente y tomar buenas decisiones inspirado en la fe.

También empecé a participar en las reuniones del Departamento de Estudiantes, donde me encontré con otros jóvenes como yo, estudiantes y practicantes. ¡Me sentí muy alegre y cómodo! Ahora tengo la meta de poder asistir al curso de estudiantes el 28 de septiembre en Madrid, y conocer a otros jóvenes de toda España.

Me comprometo a continuar con mi lucha dentro de la Soka Gakkai y seguir la guía de mi maestro, Daisaku Ikeda.

Comparto con ustedes un aliento de mi maestro que dice: «Un buen entorno contribuye a la formación de buenos seres humanos. Quienes buscan ambientes sanos y se relacionan con personas íntegras, logran desarrollarse infinitamente».[1]

Muchas gracias.


[1] ↑ IKEDA, Daisaku: Joyas del corazón.

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