Recursos para la introducción de las reuniones de diálogo de la SGEs
Cuando en el pueblo predomina la unión de muchas personas distintas con un mismo objetivo, estas podrán lograr todas sus metas; en cambio, cuando son iguales en apariencia pero albergan distintos pensamientos, no serán capaces de obtener nada digno.
↳ Pasaje de Distintas personas con un mismo propósito, en END, pág. 648. Se cree que esta carta fue entregada al sacerdote laico Takahashi, cuya esposa era tía de Nikko Shonin. Takahashi era una destacada figura entre los creyentes laicos del distrito Fuji, y su residencia estaba siendo utilizada como centro de actividades cuando se produjo la persecución contra los creyentes laicos de la aldea de Atsuhara, situada en la zona. Aunque no se conoce el año en que se escribió, se cree que fue entre 1275 y 1280, período en que se produjo dicha persecución.
Un fragmento de La apertura de los ojos expresa perfectamente la determinación que sentí cuando asumí la presidencia de la Soka Gakkai [el 3 de mayo de 1960], y que nunca ha abandonado mi corazón: «[Q]ue las deidades me abandonen; que todas las persecuciones se abatan sobre mí. Así y todo, daré mi vida por la Ley».[1] Me sentía orgulloso de haber sido entrenado por mi maestro, Josei Toda, para no ser derrotado por ningún ataque u obstáculo, armado de ese espíritu invencible.
El camino hacia el logro de un objetivo importante nunca es llano. Recuerdo las palabras del presidente de un cierto país, que decía que para transitar el sendero de la propia misión una persona necesita tres cosas: perseverancia, perseverancia y aún más perseverancia. Rendirse solo conduce al sufrimiento y la derrota, mientras que la perseverancia siempre se traduce en esperanza y victoria.
Desde que acepté la presidencia de la Soka Gakkai, mi destino ha sido remontar una serie interminable de cumbres tan imponentes como llenas de riesgos, que se extienden hasta donde alcanza la vista. […]
¿Por qué la Soka Gakkai ha podido prevalecer sobre obstáculos de esta magnitud y escribir una historia tan triunfal? Ha sido gracias al espíritu de «distintas personas con un mismo propósito», enseñado por Nichiren Daishonin. […]
Para mí es imposible impulsar el kosen-rufu sin compañeros que luchen a mi lado por esta causa. No soy yo quien importa, sino los miembros de la Soka Gakkai.
Una y otra vez, el maestro Toda nos decía: «Si todos los miembros apoyan al tercer presidente, el kosen-rufu se logrará sin falta». El tiempo mostró la certeza de esta afirmación.
Fiel a las palabras de mi maestro, la Soka Gakkai ha logrado ampliar el movimiento por el kosen-rufu a todo el planeta precisamente porque nuestros dedicados miembros y yo, como tercer presidente, nos hemos esforzado juntos con el espíritu de «distintas personas con un mismo propósito».[2]
En una entrevista de radio que hicieron en 1956 al segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, le preguntaron sobre el motivo por el cual había tantos jóvenes en la organización. Toda Sensei respondió que era la profundidad de la filosofía que en ella se practica. Los esfuerzos de la juventud Soka por asimilar la enseñanza humanística del budismo Nichiren –sostuvo– son comparables al ascenso de una montaña: cuanto más se acerca a la cumbre quien la acomete, mayor regocijo siente. Y añadió: «Yo mismo estoy escalando esa montaña junto con los jóvenes. Simplemente, estoy uno o dos pasos más adelante. No pretendo haber llegado ya a la cima…».[3] Al referirse al episodio años más tarde, Daisaku Ikeda (que ese día estaba a su lado) señaló que albergaba el mismo sentimiento: el deseo de «escalar juntos», con la juventud y con todos los queridos compañeros y compañeras, la montaña del kosen-rufu.
[1] ↑ En END, págs. 296-297.
[2] ↑ Fragmentos del ensayo publicado en la sección «Orientación» de este número.
[3] ↑ Véase Civilización Global, n.º 198, octubre 2021, sección «Para dialogar».