Como parte de una iniciativa de estudio de ámbito europeo, publicamos la disertación que Masaaki Morinaka, responsable del Departamento de Estudio de la SGI, ofreció sobre un tema que representa «la esencia misma del budismo Nichiren» durante el Curso de Estudio y Cumbre del Kosen-rufu de Europa, que tuvo lugar en el Centro Cultural Ikeda por la Paz de Frankfurt del 17 al 19 de enero pasados.
A principios de este año, en el que celebraremos el 90.º aniversario de la fundación de la Soka Gakkai, el presidente de la SGI Daisaku Ikeda afirmó: «Los últimos diez años hacia el centenario de la Soka Gakkai serán también un momento crucial para toda la humanidad». Asimismo, nos instó: «En los últimos diez años hacia el centenario de la fundación de la Soka Gakkai, superemos todos y cada uno de los retos ante nosotros, y establezcamos firmemente la “eterna perpetuación de la Ley Mística”».
Con el fin de desarrollar eternamente la Soka Gakkai hacia el futuro, creo que ha llegado el momento de que nos concentremos y profundicemos aún más en nuestras respectivas misiones.
En 2017, Ikeda Sensei escribió doce entregas sobre el tema «Una religión de revolución humana» en su serie de disertaciones «Iluminando el mundo con el budismo del sol», publicada en la revista mensual de estudio de la Soka Gakkai Daibyakurenge.[1] En Japón, esta serie fue publicada, en formato de libro el año pasado en conmemoración del 18 de noviembre. Cuando la leí de nuevo en ese formato, comprendí profundamente que hacer la revolución humana es la esencia misma del budismo Nichiren. Estudiemos, pues, «Una religión de revolución humana».
EL PUNTO DE PARTIDA AL QUE VOLVER EN ESTA ÉPOCA CADA VEZ MÁS CONVULSA
En primer lugar, me gustaría compartir un extracto en el que Sensei explica la importancia de una religión de revolución humana:
El mundo no parece haber superado sus graves problemas; a la inversa, oscuras nubes se ciernen sobre el horizonte. […]
Las dificultades que afligen a la sociedad humana no pueden resolverse mediante la mera implementación de cambios externos –por ejemplo, reformas políticas y económicas–, o de innovaciones institucionales u organizativas. Las iniciativas de cambio que no pongan en el centro el bienestar de la gente o esa falta de respeto a la dignidad de la vida solo crearán más problemas y terminarán desmoronándose.
Siempre debemos recordar que el objetivo primordial es la felicidad de las personas. ¡Estemos conectados con la gente en todo momento! ¡Proclamemos la dignidad y el valor preciado de la vida! ¡Hagamos que el cambio empiece por las propias personas! Es momento de que la humanidad regrese a estos puntos básicos.
En vista de ello, ¿cuáles deberían ser los grandes principios rectores de la religión en el siglo XXI? Yo afirmo que son el humanismo y la revolución humana.[2
El budismo Nichiren es una filosofía basada en atesorar a la persona que tenemos enfrente. Por lo tanto, debemos desafiar y refutar absolutamente cualquier sistema de pensamiento o ideología demoníaca que niegue la humanidad y proteger la dignidad y la santidad de la vida. Creo que eso es a lo que Sensei se refiere cuando dice: «¡Estemos conectados con la gente!».
En términos generales, muchas personas en la sociedad consideran este mundo como un lugar de sufrimiento y de constantes adversidades. Algunas consideran que el propósito de esta vida es vivir de tal manera que después de la muerte pasen a otro mundo ideal o perfecto. Sin embargo, incluso personas que no compartan este punto de vista en concreto, cabe la posibilidad de que, debido a los desafíos de la vida, lleguen a despreciar el mundo actual y a desarrollar un sentido de resignación o anhelo de dejar el mundo, deseando no volver a nacer nunca.
La Soka Gakkai sitúa la transformación del mundo real como su principio fundamental. Aquí radica el dinamismo de una religión de revolución humana.
Por otro lado, cuando los miembros de la Soka Gakkai llegan al final de sus vidas, muchos de ellos desean renacer en este mundo real de sufrimiento y luchar nuevamente por el kosen-rufu con su maestro ¿Por qué? Porque, en lugar de despreciar y negar el mundo real de sufrimiento, tenemos la convicción de que podemos transformar la realidad de nuestra sociedad. Una gran característica del Sutra del loto es el principio de transformar el mundo saha en la Tierra de la Luz Tranquila. La Soka Gakkai sitúa la transformación del mundo real como su principio fundamental. Aquí radica el dinamismo de una religión de revolución humana.
TODO COMIENZA POR LA TRANSFORMACIÓN DEL PROPIO ICHINEN
La conciencia de nuestra misión como Bodisatvas de la Tierra es la clave para lograr nuestra revolución humana. A través de recitar daimoku, podemos fortalecer nuestra fuerza vital y alentar a quienes nos rodean con un corazón compasivo. A medida que profundizamos en nuestra práctica para nosotros mismos y para los demás, nos convertimos en Bodisatvas de acción. En otras palabras, las actividades de la Soka Gakkai son el camino directo hacia el logro de la revolución humana.
Al desafiarnos a llevar a cabo nuestra revolución humana, el espíritu fundamental de la sociedad se transformará y se elevará la condición de vida de la humanidad en su conjunto. Confirmemos este punto con el epílogo de Sensei a La nueva revolución humana:
Es el pueblo el que construye y modela las sociedades, las naciones y el mundo en que vivimos. El odio y la confianza, el desprecio y el respeto, la guerra y la paz, son todos productos de la mente y del corazón humanos. De esto se desprende que, sin revolución humana, no puede haber paz duradera, ni felicidad personal ni prosperidad social. Sin este desafío fundamental, todos los esfuerzos y buenas intenciones resultan inútiles a la larga. La filosofía de la revolución humana basada en los principios del budismo Nichiren está llamada a convertirse en una nueva guía para la humanidad en este trayecto hacia el tercer milenio.[3]
Los miembros de la SGI están llevando a cabo acciones en el mundo entero para conducir a las personas a la felicidad. Mientras se esfuerzan por cumplir su juramento por el kosen-rufu, muchos de ellos comparten con orgullo sus experiencias de transformar el karma en misión. Esto, en sí mismo, es la prueba de una gran revolución de base de la gente común, algo que nunca ha logrado ningún otro movimiento.
LA LUCHA CONJUNTA DEL MAESTRO Y SUS DISCÍPULOS ES LA ESENCIA DEL BUDISMO NICHIREN
Otro punto crucial es que el budismo Nichiren es la religión de la inseparabilidad de maestro y discípulo, cuya esencia radica en la práctica basada en la lucha conjunta de maestro y discípulo. En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente encontramos el siguiente pasaje:
El primer shi de la palabra shishi o «león» [que significa «maestro»] es la Ley prodigiosa [o Ley Mística] que transmite el maestro. El segundo shi [que significa «hijo»] es la Ley prodigiosa que reciben los discípulos. El «rugido» [ku] es el sonido del maestro y el discípulo que oran al unísono.[4]
El Daishonin enseña que el «rugido del león» se refiere a la oración y la propagación de Ley Mística que el maestro y el discípulo realizan juntos.
Otro punto crucial es que el budismo Nichiren es la religión de la inseparabilidad de maestro y discípulo.
Por eso es esencial que los discípulos se pongan en pie con el mismo juramento que el maestro y actúen de la misma manera que el maestro. Concretamente, lo que esto significa es que los discípulos asuman el juramento compartido de avanzar por el kosen-rufu para borrar la palabra «sufrimiento» del mundo, y llevar a cabo la práctica compartida de atesorar a la persona que tenemos justo frente a nosotros.
Aunque las circunstancias vitales de cada uno difieren, en nuestros respectivos ámbitos, comunidades y responsabilidades o roles, mantenemos el mismo juramento que nuestro maestro y tomamos acción: esta es la inseparabilidad o no dualidad de maestro y discípulo.
Basado en el pasaje de Gosho citado, Sensei nos alienta:
Los miembros de la Soka Gakkai se han armado del «coraje de un rey león»[5] como camaradas Bodisatvas de la Tierra, y han arremetido en su esfuerzo en bien del kosen-rufu, sin detenerse ante ningún obstáculo o desafío. En todo el mundo, los miembros han experimentado beneficios inequívocos como resultado de su práctica budista y han demostrado el poder incuestionable del rugido que representa el budismo Nichiren.
Precisamente porque vivimos en una época tan confusa e incierta, como integrantes de la Soka Gakkai unidos por los lazos de maestro y discípulo, «demos inicio» a un nuevo rugido y sembremos las semillas de la Ley Mística en el corazón de la gente de cada lugar, haciendo que en todo el mundo florezca un sublime jardín de paz y de dicha humana.[6]
Los espíritus nobles siempre encontrarán almas de ideas afines que trascienden diferentes épocas y sociedades. Espero que sigamos esforzándonos en el camino del discípulo hasta el final.
PERSEVERAR EN LA FE HASTA EL MOMENTO CRUCIAL
En La apertura de los ojos encontramos el siguiente pasaje:
Aunque mis discípulos y yo encontremos toda clase de dificultades, si no albergamos dudas en nuestro corazón manifestaremos la Budeidad en forma natural. No duden tan sólo porque el cielo no les brinde su protección; no se desalienten tan sólo porque en esta existencia su vida no sea cómoda y segura. Es lo que he venido enseñando a mis discípulos día y noche, y sin embargo, han comenzado a albergar dudas y a abandonar la fe. Cuando llega el momento crucial, los necios tienden a olvidar sus promesas.[7]
El Daishonin aquí habla de la tendencia de los «necios», y el punto clave es que quienes retroceden o abandonan en el momento crucial albergan un elemento de duda en la enseñanza de su maestro y acaban por rechazar el Sutra del loto.
Un juramento es un juramento solo si se mantiene hasta el final.
Un juramento es un juramento solo si se mantiene hasta el final. Sin embargo, en la vida podemos enfrentar incidentes inesperados. En esos momentos, lo importante es si podemos recordar las palabras de nuestro maestro o si lo olvidamos todo. Esto se manifestará en el momento crucial.
A este respecto, Sensei nos alienta: «Cuando nos dedicamos de todo corazón a practicar la Ley junto a nuestro maestro, cortamos el apego ilusorio a nuestro “pequeño yo” y establecemos firmemente nuestro genuino “gran yo”».[8]
Sensei también dice: «El deseo del mentor es que el discípulo construya una vida extraordinaria dedicada al kosen-rufu.[9] Y el crecimiento del discípulo es, para aquel, no solo su propósito sino su inmensa alegría». Manteniendo esta expectativa de nuestro maestro en nuestros corazones, continuemos practicando completamente unidos en espíritu con él y, a través de nuestra propia revolución humana, abramos el camino seguro hacia la eternidad de la Soka Gakkai.
[1] ↑ N. de E.: En España, las traducciones al castellano de las doce entregas citadas se publicaron sucesivamente en la sección «Estudio mensual» de la revista Civilización Global entre enero y diciembre de 2018.
[2] ↑ Civilización Global, n.º 153, enero 2018, pág. 14.
[3] ↑ Civilización Global, n.º 166, febrero 2019, pág. 8.
[4] ↑ OTT, pág. 111.
[5] ↑ Véase Sobre las persecuciones acaecidas al venerable, en END, pág. 1042.
[6] ↑ Civilización Global, n.º 163, noviembre 2018, págs. 27-28.
[7] ↑ En END, pág. 300.
[8] ↑ Civilización Global, n.º 163, noviembre 2018, pág. 32.
[9] ↑ Ib.