Brillar siendo los faros de esperanza más potentes del mundo


Por Daisaku Ikeda · Para el número de diciembre de 2023 de Daibyakurenge


En diciembre de 1955, el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, declaró su determinación de trabajar al máximo, el año siguiente, para asegurar que ni un solo miembro dejara de tener beneficios y pudiera decir al mundo: «¡Miren lo que hemos logrado!».[1]

En 1956, haciendo propio el ardiente juramento de nuestro maestro y unidos por profundos lazos kármicos, los compañeros de Kansai y yo pusimos en marcha un jubiloso gran despliegue por «la prosperidad de la gran Ley»[2] y por el ideal de «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra».[3] Resueltos a convertir el karma en misión, todos hicimos florecer en nuestra vida espléndidos beneficios de revolución humana y logramos juntos una asombrosa victoria del pueblo que, a los ojos de cualquiera, había parecido imposible.[4]

En esa lucha por hacer posible lo imposible, utilizando la «estrategia del Sutra del loto»,[5] nuestros preciados miembros de Kansai y yo grabamos en lo profundo del corazón un pasaje concreto de los escritos de Nichiren Daishonin. Son palabras dirigidas a Shijo Kingo, quien acompañó al Daishonin durante la persecución de Tatsunokuchi, dispuesto a morir a su lado:

Ha sido abandonado por sus hermanos, tratado con inquina por sus compañeros samuráis […] y despreciado por el pueblo de todo el Japón. […] Así, demostró ser el supremo aliado del Sutra del loto en todo Jambudvipa [el mundo entero] y por eso, sin duda, las deidades celestiales Brahma y Shakra no encontraron forma de abandonarlo.

Lo mismo sucede con el logro de su budeidad.[6]

Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley, está al tanto de todos nuestros esfuerzos. La familia Soka está avanzando incansablemente por el kosen-rufu sin dejarse influenciar por los vientos cambiantes de la opinión pública. Sin duda, el Daishonin elogiaría sin reservas a cada uno de nosotros por ser el «supremo aliado del Sutra del loto en el mundo entero».

Sin importar qué adversidad debamos afrontar, sigamos avanzando valientemente con orgullo y convicción. Las deidades celestiales, lideradas por Brahma y Shakra, nunca dejarán de protegernos. De hecho, decidamos ponerlas en acción nosotros mismos, haciendo que sientan el deseo irrefrenable de movilizarse para defender nuestra asamblea de budas.

Mostremos, tanto en la vida como en la sociedad, pruebas reales de que la enseñanza del Daishonin de que «el budismo significa vencer» a través de una fe invencible y un comportamiento humano ejemplar, como lo hizo Shijo Kingo.

En todo el mundo, nuestra Soka Gakkai juvenil se prepara para una nueva partida –con la llegada de 2024–, llevando a la acción la más excelsa filosofía de respeto a la dignidad de la vida y trabajando para fortalecer y ampliar el más prominente movimiento popular.

Con la fuerza vital siempre juvenil de los Bodisatvas de la Tierra, ¡brillemos siendo los faros de esperanza más potentes del mundo!

Nuestros miembros europeos cantan este estribillo en su nueva canción: «El sol se eleva en mi corazón, / lograremos esta victoria, / una paz duradera sobre la tierra / para toda la humanidad».[7]

¡Brahma y Shakra,
los insto a proteger con reverencia
a los nobles jóvenes
que se esfuerzan en pos sel kosen-rufu
con todo su ser!

(Traducción del artículo publicado en la edición de diciembre de 2023 del Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai).


[1] Véase TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1984, vol. 4, pág. 405.

[2] Parte de la dedicatoria inscrita en el Joju Gohonzon de Kansai, entronizado en la sede central de la Soka Gakkai en Kansai. La inscripción completa dice: «Para la prosperidad de la gran Ley y el cumplimiento de todas las oraciones».

[3] Véase Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, pág. 6.

[4] Referencia a la Campaña de Osaka. En mayo de 1956, los miembros de la Soka Gakkai en Kansai, unidos en torno al joven Daisaku Ikeda, quien había sido enviado allí por Josei Toda como apoyo, lograron en un solo mes el ingreso de 11 111 nuevas familias a la Soka Gakkai. En las elecciones legislativas realizadas dos meses más tarde, el candidato apoyado por la Soka Gakkai en Kansai obtuvo un escaño en el Senado, un logro considerado inalcanzable en aquel momento.

[5] La estrategia del «Sutra del loto», en Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 1046.

[6] La asignación de nuevos feudos, en END, pág. 990.

[7] Letra de la canción «Sun rises in my heart», cuyo texto original dice: «Sun rises in my heart / We will win this victory / A lasting peace on earth / For all humanity».

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