Por Daisaku Ikeda · Mayo de 2023
Todos ustedes, mis preciados camaradas de fe, se dedican al diálogo a través de las cuatro estaciones del año para hacer realidad el ideal del Daishonin de «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra». Son la prueba viviente del principio que asegura: «Donde hay virtud invisible, habrá recompensa visible».[1] Sé que cada uno celebrará el día de la Soka Gakkai, este 3 de mayo, con un gran triunfo, y no tengo la menor duda de que el Buda del Último Día de la Ley los estará aplaudiendo calurosamente. ¡Tengan la certeza de que gozarán de beneficios incalculables!
En la conclusión de su tratado Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, Nichiren Daishonin escribe:
[D]ebe modificar enseguida los principios que abriga en su corazón y abrazar el único vehículo verdadero [para lograr la budeidad], la única buena doctrina [del Sutra del loto]. Si lo hace, los tres mundos se convertirán en tierra de buda, y ¿dónde se ha visto que una tierra de buda decline? Cada región de las diez direcciones podrá ser un reino de tesoros, y ¿dónde se ha visto que un reino de tesoros sufra daños?[2]
¿Quiénes están avanzando a paso firme, pero seguro para hacer realidad esta transformación del mundo? ¡Ustedes, los miembros de nuestros distritos que trabajan juntos! Día tras día y mes tras mes, están sembrando las semillas de la Ley Mística en la vida de una persona tras otra, en las comunidades donde viven y donde han creado relaciones humanas. Con este esfuerzo, están creando una indestructible tierra de tesoros, una tierra de buda de eterna prosperidad, en expansión constante.
En un pasaje del capítulo «Medios hábiles» del Sutra del loto que recitamos durante el gongyo por la mañana y por la tarde, se lee: «Sus palabras son amables y suaves, y saben deleitar el corazón de la asamblea»[3].[4] Las palabras de aliento permeadas de calidez y de consideración animan a la gente y la guían hacia la felicidad. Así es el mundo de la Ley Mística, y así son nuestros distritos de la Soka Gakkai.
Hoy, más que nunca, el corazón de las personas ansía recibir esas palabras «amables y suaves» de cálido aliento.
Nuestra conducta sincera, como la del bodisatva Jamás Despreciar, activa y despierta la naturaleza de buda –el potencial más elevado– que anida en la vida de cada ser humano. Esto, además da lugar a una alegría insuperable, crea redes solidarias entre personas sabias, que afrontan los retos de la existencia y de la sociedad con actitud valiente y positiva. Cuando brillamos con sabiduría y amor compasivo, y ayudamos a otros a iniciar este mismo proceso, la luz de la felicidad –la verdadera alegría de vivir– que irradia nuestro ser ilumina la incertidumbre y el pesimismo que prevalecen en nuestra época.
Mi maestro Josei Toda dijo: «Jamás olviden que en el corazón de las personas pueden producirse cambios increíbles cuando nos relacionamos con ellas basados en un profundo amor compasivo. Sobre todo, a la hora de tratar con la gente es esencial que seamos sumamente respetuosos, pacientes y considerados».
Unidos a los diligentes responsables de distrito de los departamentos de Mujeres y de Hombres, esforcémonos más aún por elevar el ánimo de nuestros amigos, sean miembros o no, empleando como una brisa refrescante nuestras palabras de apoyo y de aliento.
Invitémoslos a las reuniones de diálogo diciendo: «¡Sed bienvenidos a nuestros oasis de alegría y de esperanza!», donde escuchar numerosos testimonios personales sobre los beneficios de practicar el budismo Nichiren. Asimismo, recurramos a las publicaciones de la Soka Gakkai, donde hallamos esas «palabras amables y suaves que saben deleitar el corazón de la gente».[5]
En nuestros distritos,
castillos de buena fortuna
donde se desvanece el sufrimiento,
se genera un milagro de armonía
entre amigos distintos y diversos.
(Traducción del artículo publicado en la edición de mayo de 2023 del Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai).
[1] La virtud invisible genera recompensas visibles, en Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 950.
[2] Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, pág. 26.
[3] En el gongyo, el pasaje es el siguiente: «Gonji nyunan. Ekka shushin».
[4] El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 2, pág. 23.
[5] Véase, ib.