Jóvenes águilas · Desde el Departamento de Estudiantes de la SGEs
Este mes conmemoramos la fundación del Departamento de Estudiantes, que tuvo lugar un 30 de junio de 1957 en Tokio, en un acto presenciado por quinientos universitarios. Fue la última agrupación que Josei Toda fundó antes de fallecer.
La misión del departamento, profundamente grabada en la historia de la Soka Gakkai, ha sido desarrollar líderes de la Ley Mística comprometidos a vivir junto al pueblo, protegerlo y luchar por él. No es casualidad, tal como dice Daisaku Ikeda, que se haya creado en un momento en el que la organización estaba siendo atacada por las autoridades. De hecho, «cada miembro del Departamento de Estudiantes es un bodisatva Sabio Universal de la Soka, llamado a asumir la importante misión de iniciar una era del pueblo».[1] Josei Toda escribió con solemnidad: «Uno de los fundamentos del budismo es no infligir daño a nadie y ayudar a todos a eliminar el sufrimiento. Otro es brindar felicidad a todas las personas. Esta es la raíz del amor compasivo del Buda».[2]
Asumiendo estas palabras transmitidas por nuestro maestro, conmemoraremos con sentido de misión la fundación del Departamento de Estudiantes. Responderemos a la confianza depositada en nosotros, y avanzaremos en la construcción de la paz mundial para lograr la felicidad humana y el respeto a la dignidad de la vida. Gracias al estudio de las propuestas de paz de Ikeda Sensei, estamos avanzando y profundizando aún más en este gran cometido.
Durante los próximos dos meses, de cara a nuestros siguientes encuentros, vamos a desafiarnos a leer la propuesta de paz de 2020, titulada La construcción de una era de solidaridad humana: Hacia un futuro para todos.
En ella, Sensei aborda los desafíos globales poniendo el foco en la solidaridad, la sostenibilidad y el empoderamiento de la sociedad civil, especialmente de los jóvenes. A través del estudio de esta propuesta, nuestra determinación es convertirnos en jóvenes activos en los tres compromisos fundamentales que propone Sensei: no dejar a nadie atrás; actuar constructivamente y en conjunto; y apoyar la acción climática. Tenemos presente que…
Incluso los que se encuentran en condiciones vulnerables, tienen más posibilidades de salir adelante si cuentan con una red de personas dispuestas a afrontar esas dificultades a su lado. Nuestra forma de experimentar la pobreza o la enfermedad puede cambiar rotundamente por el solo hecho de saber que tenemos el apoyo de otros. Este es un principio esencial de la filosofía budista. La visión de la vida que proponía Makiguchi –un involucramiento consciente en la vida compartida– tiene sus raíces en la determinación de no dejar atrás a los que afrontan dificultades.[3]
¡Leamos la propuesta de paz e involucrémonos conscientemente en la vida compartida, en este mes tan significativo para nuestro departamento!
Accede a la versión digital de la propuesta de paz 2020.
[1] ↑ Véase: IKEDA, Daisaku: «Iluminando el mundo con el budismo del sol. Líderes de sabiduría y valor que crearán una nueva era de esperanza», en Civilización Global, n.º 182, junio de 2020, sección «Estudio».
[2] ↑ Ib.
[3] ↑ IKEDA, Daisaku: La construcción de una era de solidaridad humana: Hacia un futuro para todos, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2020, pág. 6.