La relevancia de nuestro movimiento de diálogo


Recursos para la introducción de las reuniones de diálogo de la SGEs


[L]os cinco caracteres del daimoku [Nam-myoho-renge-kyo] constituyen el budismo de la siembra, adecuado para la época actual.

OTT, pág. 110. El Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente es una compilación de las enseñanzas orales de Nichiren Daishonin sobre el Sutra del loto expuestas durante sus años en el monte Minobu –lugar donde se estableció en mayo de 1274 y permaneció hasta el 8 de septiembre de 1282, pocas semanas antes de su fallecimiento–, enseñanzas que fueron registradas y recopiladas en dos volúmenes por su discípulo y sucesor Nikko Shonin. Para entender la primera parte de esta cita, debe tomarse en consideración que, si bien Nam-myoho-renge-kyo se escribe con siete caracteres chinos, Myoho-renge-kyo se escribe con cinco (nam o namu suma dos caracteres); y que el Daishonin a menudo usa ambos términos como sinónimos.

En este momento, nuestros honorables miembros están entablando agradables y animadas conversaciones en todo el mundo para sembrar las semillas de la Ley Mística. Estas ya están germinando, y se acerca la época en que el planeta se llenará de abundantes flores de felicidad y esperanza surgidas de ellas. Nuestros esfuerzos en esta siembra de la budeidad constituyen un gran movimiento de diálogo por la paz, que brillará espléndidamente en la historia humana.

¿Cuál es la relevancia actual de nuestro movimiento de diálogo?

En primer lugar, sembrar las semillas de la budeidad es una manera de crear vínculos. Es la tarea sagrada de poner a otras personas en contacto con la Ley Mística y abrir el camino a la felicidad de todos.

El Sutra del loto menciona la siembra de las semillas de la iluminación en épocas pasadas, pero esta se enfocaba en personas que buscaban activamente la enseñanza. En constraste, en el Último Día de la Ley –una época en que impera la búsqueda del interés personal y los placeres efímeros– parece haber muy poca gente que busque una profunda enseñanza por propia voluntad.

Por tal motivo, nuestra dedicación a sembrar las semillas de la Ley Mística es un magnífico emprendimiento dirigido a crear conexiones con el budismo, algo que solo podemos promover como Bodisatvas de la Tierra. Cuanto más ayudemos a una persona tras otra a entablar estas conexiones, y cuantas más semillas sembremos en el rico suelo de sus corazones para guiarlas a la iluminación, más segura y sostenida será la expansión en la sociedad de nuestra filosofía de respeto a la vida.

En segundo lugar, sembrar las semillas de la budeidad es un acto de no discriminación; es una noble labor que une a los seres humanos más allá de toda división.

El budismo de la siembra acepta y abraza a personas de todo tipo de aptitudes o niveles de comprensión; trasciende todas las diferencias, incluyendo las de etnia, nacionalidad y género. Está en las antípodas de cualquier tendencia a marginar o denigrar a otros.

Esto convierte nuestras iniciativas para sembrar las semillas de la Ley Mística en un viaje de largo alcance para fomentar la armonía y la cooperación en la familia humana global. El amor compasivo del Buda, que abarca a todas las personas sin discriminación, disipa la ignorancia que causa divisiones en la humanidad.

En tercer lugar, sembrar las semillas de la budeidad significa tener fe; es la admirable causa de promover una forma de vivir basada en el respeto a los demás.

No sabemos en qué momento germinarán y florecerán las semillas que hemos sembrado en la vida de otras personas, pero respetamos la naturaleza de buda de cada una de ellas y oramos, esperamos y creemos en que esas simientes florecerán, sin falta.

En la raíz de las graves divisiones y enfrentamientos que hoy asolan el mundo, anidan la desconfianza y el recelo. Por eso, nuestros esfuerzos por sembrar las semillas de la Ley Mística constituyen una consagración sin fin al respeto por la humanidad de los demás. A través de sembrar esas semillas creyendo en la bondad inherente a los seres humanos, podremos vencer la duda y la sospecha que oscurecen nuestro mundo.[1]

Grupo 6 | Foto: Sara Sola

La programación del Curso de Verano de la SGEs 2024 (véase la noticia en la sección «Actualidad») incluyó reuniones de diálogo, para las cuales los participantes se distribuyeron en nada menos que 40 grupos. Estos encuentros, que tuvieron lugar el primer día y el segundo, representaron oportunidades para conocer a compañeros y compañeras de otros lugares del país y compartir experiencias y determinaciones.

Envío de imágenes a: prensa@ediciones-civilizacionglobal.com


[1] ↑ Extraído de la sección «Estudio» (3/3) de este número.

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