La saga de convertir la adversidad en triunfo


Por Daisaku Ikeda · Agosto de 2020


Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley, reafirma el gran poder benéfico de la Ley Mística, que puede «transformar el veneno en medicina». En relación con esto, dice: «Aunque ocurran calamidades, es posible convertirlas en buena fortuna».[1]

Crear valor intrépidamente, incluso en las circunstancias más desalentadoras… He aquí la saga de convertir la adversidad en triunfo, que han escrito los maestros y discípulos de la Soka dedicados al juramento de lograr el kosen-rufu. El nacimiento del Seikyo Shimbun –diario de la Soka Gakkai– simboliza esta epopeya.

Hace setenta años, el 24 de agosto de 1950, cuando las empresas de Josei Toda estaban en una profunda crisis, él y yo nos encontramos con un periodista y respondimos con total sinceridad a sus preguntas sobre las dificultades económicas que afrontaba mi maestro.

Después de ese encuentro, Toda Sensei me transmitió sus ideas sobre el poder que tenía la prensa escrita y me pidió que diseñara un plan para la creación de nuestro propio periódico. Fue así como el 20 de abril de 1951, poco antes de su asunción como segundo presidente de la Soka Gakkai (el 3 de mayo), fue publicado el primer número del Seikyo Shimbun. Ese fue el inicio de una publicación periódica que, desde entonces, ha venido inspirando la convicción y esperanza de la victoria absoluta en el corazón de la gente, incluso en quienes viven en las peores honduras del sufrimiento.

Nichiren Daishonin escribe: «El Sutra del loto es la expresión escrita del propósito de Shakyamuni El Que Así Llega; es su voz hecha texto. Por ende, lo que esas palabras encarnan es el corazón del Buda».[2]

De modo similar, estoy seguro de que cada palabra del Seikyo Shimbun –una publicación basada en los principios profundamente solidarios y benevolentes del Sutra del loto–, lleva consigo el deseo del Daishonin de permitir a todas las personas lograr la felicidad.

Durante la asamblea del Sutra del loto, se presenta el buda Muchos Tesoros para testimoniar la validez de la Ley Mística, una enseñanza de gran sabiduría universal, declarando: «¡Qué excelente, qué excelente! […] ¡Todo lo que has expuesto [Shakyamuni] es la verdad!».[3]

Y hoy, quienes están confirmando la verdad de lo que dice el Seikyo Shimbun, con su magnífico ejemplo de haber transformado toda clase de situaciones kármicas y de estar viviendo triunfalmente, son los nobles compañeros del grupo Muchos Tesoros, de radiantes sonrisas.

Una miembro del Departamento de Mujeres que no había podido recibir educación formal en su juventud a causa de la Segunda Guerra Mundial, y que fue repartidora del diario, cuenta que el Seikyo Shimbun fue un factor clave en su aprendizaje de la lectoescritura. «¡Yo fui instruida y educada por el Seikyo Shimbun y por la Soka Gakkai!», afirma con orgullo.

En los sutras budistas, el término «rugido de león» se refiere a la prédica del Buda, cuyo mensaje central es que todos los seres poseen la naturaleza de Buda. El rugido de león del Buda también tiene el poder de disipar el miedo, exponer la mentira, engrandecer la dignidad y la fuerza de todos, y guiar y forjar a las jóvenes generaciones.

En este mundo asediado por las divisiones y por la incertidumbre, el rugido de unión del Seikyo Shimbun y de sus publicaciones hermanas en otros países está sumando y elevando la sabiduría y la conciencia de la gente en cada lugar.

Junto con los miembros del grupo Muchos Tesoros, quienes encarnan el espíritu del Seikyo Shimbun, sigamos hoy también escribiendo una exultante saga de lucha conjunta cuyo tema sea la revolución humana; es decir, triunfar sobre los desafíos.

Los camaradas
del grupo Muchos Tesoros
sonríen igual que los budas,
mientras escriben
junto al Seikyo Shimbun
la gesta triunfal
de la lucha conjunta.

(Traducción del artículo publicado en la edición de agosto de 2020 de Daibyakurenge).


[1] ↑ The Writings of Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2006, vol. 2, pág. 669.

[2] ↑ La voz pura y potente, en Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 352.

[3] ↑ El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 11, pág. 169.

Scroll al inicio