Para consolidar su capacidad de servicio a las personas
En 2007, por su ámbito y número de creyentes, el budismo se convirtió en la primera religión no abrahámica cuyo notorio arraigo fue reconocido en España. Este hito abrió la puerta a nuevas oportunidades de relación con los poderes públicos y contribución a la sociedad.
Un logro representativo de este avance fue el reconocimiento de la validez civil de la ceremonia budista de matrimonio. Tras años de esfuerzos, se concretó en 2016 gracias a la iniciativa de la Soka Gakkai a través de la Unión Budista de España.
Como primer paso en ese nuevo escenario, la Soka Gakkai de España inscribió diez ministros de culto. Esta designación habilita legalmente a un miembro de una comunidad para oficiar servicios religiosos tales como casamientos, funerales y ceremonias de ingreso.
Hasta la fecha, la SGEs ha oficiado a través de esas personas una veintena de bodas. Entre ellas se contó la primera ceremonia de matrimonio religiosa entre personas del mismo sexo celebrada en nuestro país, a la que le han seguido dos más.
«¿Cuál es el propósito de la religión? Hacer posible la paz y la felicidad para todas las personas. […] Esa es, de hecho, la meta final del budismo».
Con el espíritu que condensan estas palabras de Daisaku Ikeda, la SGEs ha registrado ahora 37 nuevos ministros de culto, llevando el total al medio centenar, distribuido por el territorio nacional. Con esta capacidad ampliada, única en el panorama del budismo en España, aspira a atender cabalmente a una comunidad en continuo crecimiento y, además, a ofrecer nuevas posibilidades de apoyo religioso en la sociedad, en contextos como hospitales o cárceles.