Y otros eventos durante la Semana del Nobel
Tras el anuncio realizado por el Comité Noruego del Nobel, el 11 de octubre, de que otorgaría el Premio Nobel de la Paz 2024 a Nihon Hidankyo –organización formada por hibakusha japoneses, supervivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki–, el martes 10 de diciembre se celebró en el Ayuntamiento de Oslo la ceremonia de entrega del galardón. Esta constituyó un momento especialmente relevante y conmovedor de la Semana del Nobel, en el que se transmitió un llamamiento a no permitir que la humanidad se autodestruya mediante el uso de armas nucleares. Pero su mensaje fue más allá, amplificado por varios eventos realizados al día siguiente.
El Foro de Premios Nobel de la Paz, que tuvo lugar el miércoles 11 en la Universidad de Oslo, reunió a expertos y activistas para abordar la amenaza global de las armas nucleares. Fue coauspiciado por la ciudad de Oslo, el Foro Internacional para el Entendimiento, la Universidad de Oslo y la Soka Gakkai Internacional (SGI).
Con el tema «Las armas nucleares: Cómo contrarrestar la amenaza», el foro reunió a figuras como los hibakusha Masao Tomonaga, director emérito del Hospital de la Bomba Atómica de Nagasaki afiliado a la Cruz Roja Japonesa, y Keiko Ogura, fundadora de Intérpretes para la Paz de Hiroshima; el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi; la directora ejecutiva de ICAN, Melissa Parke; la secretaria general electa de las Conferencias Pugwash para la Ciencia y los Asuntos Mundiales, Karen Astrid Hallberg; y destacados académicos y activistas por la paz.
En el discurso de apertura, Grossi recordó haber conocido a un sobreviviente de la bomba atómica en un hospital hace 40 años y haber quedado consternado. Afirmó que los líderes de cada país deberían tomar en serio las voces de los supervivientes de la bomba atómica y abordar la cuestión de las armas nucleares con una actitud más firme y sentido de responsabilidad. Tomonaga y Ogura, a su vez, brindaron impactante testimonios sobre las consecuencias de las armas nucleares y enfatizaron el poder de los ciudadanos para incidir en el cambio. Posteriormente se realizaron dos mesas redondas.
Ese mismo día, se celebró un Panel de Alto Nivel titulado «Para evitar una guerra nuclear: El principio de “no ser el primero en usar” armas nucleares», organizado por la Universidad de Oslo, Peacebook y la SGI, en colaboración con el Instituto Nobel de Noruega.
Por la tarde, la SGI también organizó en la Universidad de Oslo un «Diálogo de la juventud con los hibakusha», un encuentro intergeneracional donde Masao Tomonaga y Keiko Ogura conversaron con estudiantes de secundaria y universitarios locales, y jóvenes de la SGI en Noruega.
La confianza en la SGI por parte de la organización del Nobel de la Paz se reflejó también en la invitación al director general de Paz y Asuntos Globales de la SGI, Hirotsugu Terasaki, y el copresidente de la SGI de Europa Robert Harrap a participar en la ceremonia de entrega del premio, así como en un encuentro anterior entre una delegación que incluía a Terasaki con el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes, el día 9.