Entrevista a Maribel Hernández
Maribel Hernández Sánchez, periodista e investigadora especializada en comunicación para la paz, es la coordinadora de la Alianza por el Desarme Nuclear, una red nacida con el fin de unir entidades, ONG y colectivos sociales para sumar esfuerzos, experiencias y análisis con el objetivo de lograr que el Gobierno de España se adhiera al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) y, a su vez, sensibilizar a la población sobre los riesgos de este tipo de armamento y la necesidad urgente de su abolición.
Muchas gracias, Maribel, por aceptar esta entrevista. Para empezar, ¿podrías hablarnos sobre la pertinencia de constituir una Alianza por el Desarme Nuclear en un país que no posee armas nucleares?
El problema del armamento nuclear y la necesidad de desarme no entiende de fronteras y, en este sentido, los países que no poseen armas nucleares, como es el caso de España, pueden jugar un papel importante a la hora de respaldar y fortalecer –en el contexto de la arquitectura internacional del desarme nuclear– el camino que marca el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.
Desde la Alianza consideramos que es a través del TPAN como avanzaremos de manera efectiva hacia un mundo libre de armas nucleares. Su adopción fue un hito y su existencia en el ordenamiento jurídico internacional apela a los Estados a posicionarse. España, a día de hoy, sigue optando por no formar parte del mismo. ¿Significa esto que para nuestro país las armas nucleares son un instrumento legítimo de defensa dentro de la geopolítica internacional? ¿Es esta decisión coherente con la voluntad general de la población española?
Desgraciadamente, los últimos dos años y, en particular, este último, han puesto de manifiesto la enorme amenaza a la que nos enfrentamos. Hoy sabemos que nos encontramos en el momento de mayor riesgo de guerra nuclear desde la Segunda Guerra Mundial y, de producirse, las consecuencias serían catastróficas y globales, independientemente de si poseemos o no armas nucleares. Por eso, como Alianza, estamos profundamente comprometidos con lograr que España cambie su postura y firme y ratifique el TPAN y, para ello, debemos también sensibilizar a la ciudadanía, dar a conocer los impactos de las armas nucleares y ofrecer herramientas de acción porque todas, a nivel particular, podemos aportar algo.
Hoy sabemos que nos encontramos en el momento de mayor riesgo de guerra nuclear desde la Segunda Guerra Mundial y, de producirse, las consecuencias serían catastróficas y globales, independientemente de si poseemos o no armas nucleares. Por eso, como Alianza, estamos profundamente comprometidos con lograr que España […] firme y ratifique el TPAN.
A un año de su establecimiento, ¿quiénes conforman la Alianza?
En estos momentos la Alianza por el Desarme Nuclear está conformada por 63 organizaciones y entidades sociales de todo el país. Somos una red diversa, abierta y plural y es precisamente esa diversidad una de nuestras fortalezas.
Al hilo de la anterior pregunta, al no ser España un país que posea ni aloje en su territorio armamento nuclear no había, como en otros lugares, organizaciones que trabajasen de manera específica y concreta por el desarme nuclear. Aquí surgió como iniciativa de organizaciones pacifistas, feministas, antimilitaristas que, en un momento dado, deciden lanzar una campaña en común e inician así un movimiento que no ha parado de crecer y ampliar sus bases. Y es un ejemplo claro de cómo esta cuestión nos afecta a todos y puede ser de interés para todos.
Entre los integrantes de la Alianza, además de las citadas, hay organizaciones ecologistas, de cooperación al desarrollo, centros académicos y de investigación por la paz, entidades religiosas, de acción vecinal, etc. Esta pluralidad nos permite llegar a públicos muy diversos y abordar desde diferentes perspectivas la cuestión del desarme nuclear y las estrategias de acción para lograr nuestro objetivo último: que España firme el TPAN.
¿Qué actividades está impulsando la Alianza? ¿Se ha alcanzado ya alguna meta reseñable?
Desde la Alianza impulsamos acciones de incidencia política y de sensibilización y comunicación. Hemos enviado cartas al Gobierno, al Ministerio de Asuntos Exteriores y a parlamentarios en diferentes momentos; promovemos la adopción de mociones institucionales en favor del TPAN en los ayuntamientos del país; hemos editado varias publicaciones, artículos en prensa, acciones en redes sociales, charlas; nos hacemos eco y difundimos en castellano informes e investigaciones relevantes sobre las temáticas que trabajamos; compañeras de la Alianza han participado en movilizaciones internacionales como el reciente campamento por la paz en la base militar estadounidense de Lakenheath (Reino Unido); hemos participado en distintas reuniones y espacios internaciones como la Segunda Reunión de Estados Parte del TPAN, que tuvo lugar en Nueva York a finales de 2023, y tratamos de trabajar en red con organizaciones de otros países y con ICAN, la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares.
En cuanto a metas reseñables, destacar que en junio de este año alcanzamos la cifra de cien ciudades españolas cuyos ayuntamientos han aprobado mociones institucionales de apoyo al TPAN en las que solicitan al Gobierno de España que firme el Tratado. Hemos sido el tercer país europeo en alcanzar este logro y para ello ha sido esencial la implicación de voluntarios de a pie que, especialmente en Cataluña, han promovido en sus ayuntamientos y en ciudades cercanas la adopción de estas mociones con los materiales que tenemos disponibles en nuestra web en diferentes idiomas. Se trata de una acción muy simbólica y significativa, que se está promoviendo en todo el mundo a través de la campaña Cities Appeal de ICAN, y en la que es muy fácil implicarse a nivel ciudadano. De hecho, esperamos que sigan creciendo los apoyos en más ayuntamientos del país y que los alcaldes y alcaldesas se conviertan también en aliadas dentro del movimiento por el desarme nuclear en España.
¿Cuáles dirías que son los mayores desafíos para lograr la firma del TPAN por parte de España?
A día de hoy sabemos que es complicado que España se adhiera al TPAN, al menos en el corto plazo. En 2024 estamos más lejos de nuestro objetivo que, por ejemplo, en 2018, cuando Pedro Sánchez anunció que firmaría el Tratado. En aquel momento la firma no se materializó y lamentablemente las posiciones se han ido alejando.
España es miembro de la OTAN y como tal ha optado por alinearse con la posición de la alianza militar que, en los últimos años, se ha reafirmado como alianza nuclear, dando mayor peso a este tipo de armamento en su estrategia de defensa y valorando incluso ampliar el despliegue de más armas nucleares en su territorio. En este sentido, uno de nuestros principales desafíos es lograr desvincular la posición de España de la de la OTAN porque, a nivel legal, la pertenencia española a la misma no supone un impedimento para la firma del TPAN. Es más, la firma del TPAN es coherente con nuestra legislación. Nuestro Código Penal prohíbe las armas nucleares en su artículo 567, donde se equiparan a las armas biológicas, químicas o a las minas antipersona, que ya estaban prohibidas a nivel internacional por convenciones que España sí ha suscrito y ratificado. ¿Entonces, por qué no se adopta la misma posición con las armas nucleares? Además, la prohibición de instalar o almacenar o introducir armas nucleares en España fue uno de los acuerdos del referéndum de adhesión a la OTAN. Por todo ello, consideramos que el hecho de que España le dé la espalda al TPAN no es coherente con nuestro ordenamiento jurídico, nuestra propia historia e incluso me atrevería a decir voluntad política sino que responde a otras cuestiones.
Es esencial que la ciudadanía esté informada, sea consciente del problema global que representan las armas nucleares y conozca las herramientas que existen para acabar con él.
En las comunicaciones que hemos mantenido con el Gobierno este reafirma su compromiso con el objetivo de un mundo libre de armas nucleares y dicen compartir el fin del TPAN; sin embargo, aduce que el TPAN supone un riesgo para el TNP, el Tratado de No Proliferación Nuclear, y se circunscribe al mismo como el espacio desde el cual articular el desarme nuclear. Desde la Alianza hemos elaborado un argumentario en el que se explica con detalle por qué el TNP no está cumpliendo sus objetivos y por qué la afirmación de que el TPAN debilita el TNP es falaz pues no solo no lo debilita sino que lo complementa y completa su artículo VI.
Por otro lado, para lograr nuestro objetivo nos encontramos también con el desafío y a la vez estímulo de divulgar y dar a conocer el TPAN entre la población. Nos ha sucedido, en entrevistas, que los propios periodistas se sorprenden al saber que existe un tratado que prohíbe las armas nucleares y que España no forma parte del mismo. Es esencial que la ciudadanía esté informada, sea consciente del problema global que representan las armas nucleares y conozca las herramientas que existen para acabar con él. Es la vía para la acción y para que, llegado el momento, nuestro Gobierno no pueda desoír e ignorar la voluntad de la población española.
Entendemos que la magnitud del objetivo perseguido requiere fortaleza y constancia. ¿Cómo haces para no ceder al desaliento?
Las armas nucleares han provocado y siguen provocando tanto sufrimiento que, para mantener la motivación, basta con pensar en ello, en el legado que dejan por generaciones, en la falta de dignidad del sistema industrial y económico que se beneficia de ese sufrimiento. Los hibakusha, las personas que sobrevivieron a los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, y los sobrevivientes de los ensayos nucleares llevan décadas luchando por un mundo libre de armas nucleares y no desfallecen. No tenemos mejor ejemplo e inspiración que ellos.
En el marco del compromiso de la Soka Gakkai con el desarme nuclear, en esta revista hemos ido informando de la actividad de la Alianza, desde su acto de presentación hasta la convocatoria del primer encuentro presencial, cuya celebración está prevista en el Centro Cultural Soka y el Jardín de la Paz este 28 de septiembre. Nos consta que has participado también en algunos eventos internacionales con presencia de la SGI. ¿Podrías hablarnos sobre tu experiencia de colaboración con el movimiento Soka?
Para la Alianza es fantástico poder contar con la Soka Gakkai de España como miembro de la misma y de su grupo motor y trabajar juntos; es algo que nos fortalece y nos enriquece y, además, es un placer. He conocido a la SGI recientemente, en eventos internacionales, y me ha sorprendido mucho y muy gratamente el compromiso y el nivel y la calidad del trabajo de una organización budista con la paz y, más concretamente, con el desarme nuclear.
He conocido a la SGI recientemente […] y me ha sorprendido mucho y muy gratamente el compromiso y el nivel y la calidad del trabajo de una organización budista con la paz y […] el desarme nuclear.
En Italia, por ejemplo, la Soka Gakkai promueve la campaña Senzatomica, que es para mí ejemplar y que está consiguiendo algo que no es tan fácil: movilizar a los y las jóvenes. Creo que podemos aprender mucho en nuestro país de la experiencia de trabajo en el ámbito del desarme nuclear de la SGI y, en este sentido, estamos muy ilusionados de estar preparando el primer encuentro presencial estatal con la SGEs como anfitriona.
Como he repetido en varias ocasiones, nuestra Alianza es muy diversa; compartimos un mismo objetivo al que cada entidad y cada integrante puede llegar por diferentes caminos. El hecho de abrir espacios para el diálogo y el encuentro nos enriquece y fortalece y creo que, por su idiosincrasia, la Soka Gakkai puede ser un buen vector.
Para terminar, nos gustaría escuchar sobre tu participación en el evento en Japón al cual has sido invitada este verano.
Este verano he tenido el privilegio de poder participar en la Conferencia Mundial contra las Bombas Atómicas que organiza cada año Gensuikyo con motivo de los aniversarios de los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki. He podido estar allí gracias al apoyo de la asociación de mujeres Shinfujin y el Women’s Peace Fund y durante una semana, en diferentes espacios, he compartido con organizaciones que trabajan por el desarme nuclear en todo Japón nuestra experiencia de trabajo en España.
Respecto a la experiencia solo tengo palabras de gratitud. Ha superado cualquier expectativa previa que pudiera tener. Me siento de verdad profundamente agradecida por la cálida acogida de los japoneses, su interés genuino en lo que hacemos en otros países, su energía y determinación, que son contagiosas e inspiradoras y, sobre todo, por la oportunidad de compartir tiempo y espacio con hibakusha de Hiroshima y Nagasaki, poder escuchar sus historias en primera persona, poder participar en ceremonias y acciones conmemorativas en memoria de las víctimas del bombardeo en fechas tan señaladas.
A pesar del sofocante calor de agosto en Japón, la energía que allí se respira es muy especial. Para cualquier persona implicada en el movimiento por la paz, visitar Hiroshima es una experiencia transformadora. Creo que es imposible volver de allí –después de estar en los lugares bombardeados, de conocer las historias de quienes lo vivieron, de visitar el Museo de la Paz– sin el convencimiento total de que las armas nucleares no deberían existir. ¿Cómo es posible que tengamos que seguir pidiendo su fin casi ochenta años después?
De Japón he regresado con energías renovadas para seguir trabajando en nuestro pequeño y gran objetivo de lograr que España firme el TPAN y con un lugar en la memoria al que regresar para recordar por qué hacemos lo que hacemos, cada vez que aceche el desaliento.
Lee más acerca de la Alianza por el Desarme Nuclear en su sitio web.