Las reuniones de diálogo, nobles asambleas imbuidas de respeto a todas las personas


Por Minoru Harada · Para el número de febrero de 2025 de Daibyakurenge


Las reuniones de diálogo son la primera línea del kosen-rufu mundial.

Este mes, en todo Japón se llevarán a cabo reuniones de diálogo centradas en la juventud. Aprovechemos esta oportunidad para celebrar jubilosamente el 125.º natalicio del maestro Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai, quien valoró infinitamente a los jóvenes. Fue su dedicación incansable lo que hizo posible el surgimiento de 750 000 Bodisatvas de la Tierra.

El 11 de febrero de 1979, durante una visita a Patna, en la India, Ikeda Sensei homenajeó el aniversario de su maestro junto a los miembros de ese lugar. Hizo de cada encuentro un recuerdo de oro con todos ellos, reflejando el sueño de Toda Sensei de la expansión del kosen-rufu en Asia.

Adonde iba, tanto en Japón como en otros países, Ikeda Sensei siempre estaba abierto y dispuesto a entablar vínculos con la gente, y ese viaje a la India le dio oportunidad de tener varios diálogos espontáneos en las calles. Algo que aprendí, como testigo directo de la genuina calidez con que trataba a cada persona ante la que se encontraba, es que la sinceridad y la autenticidad son mucho más importantes que la formalidad.

*

La fuerza impulsora de la Campaña de Febrero[1] de 1952 fueron las reuniones de diálogo en el nivel más pequeño de nuestra estructura organizativa, que en aquel entonces era la «unidad». Ikeda Sensei consideraba que estos encuentros grupales, de vida a vida, eran ámbitos primordiales para impulsar el kosen-rufu y forjar valores humanos. Alentaba a los responsables y los apoyaba de todo corazón entre bastidores, dedicándose con diligencia a las visitas hogareñas y a brindar aliento y orientación individual a los miembros. Como resultado de esta acción, las reuniones de diálogo contaron con la asistencia, en cada ocasión, de nuevos invitados y amigos.

La «fórmula» del éxito de esta clase de reuniones, que son nobles asambleas imbuidas del respeto a todas las personas, se resume en la determinación inamovible de los líderes, la unión armoniosa entre ellos, y la disposición de reunir a nuevos participantes.

Recuerdo claramente que en la oficina de Sensei había un gráfico donde se mostraba la asistencia a estos encuentros celebrados en todo el país. Nuestro maestro solía prestar atención a los datos: ¿Había aumentado la participación con respecto al mes anterior? ¿Los asistentes estaban disfrutando realmente? Cada mes, me conmovía observar el cuidado y la atención que prestaba a estos aspectos. De la misma manera, esforcémonos por celebrar reuniones de diálogo de las que podamos informar con orgullo a nuestro eterno maestro, en las cuales brille el espíritu de la juventud y donde cada persona sea el centro.

En febrero de 1975, de regreso a Japón al término de la gira de orientación que culminó con la fundación de la SGI, Ikeda Sensei mantuvo una serie de encuentros con diplomáticos de otros países y con importantes líderes e intelectuales, tanto japoneses como extranjeros. Asimismo, cada día se dedicó a visitar a miembros y a brindar orientación personal a integrantes de los departamentos de Jóvenes, de Estudiantes y Futuro, entre otros. Lo que estos actos denotaban era su convicción en que «el kosen-rufu es un gran tapiz que se extiende “horizontalmente” de persona a persona en todo el mundo y “verticalmente” de una generación a la siguiente».

¡Siguiendo la «tradición de febrero» de la Soka Gakkai, emulemos el ejemplo de espíritu de iniciativa que mostró Ikeda Sensei y, como dignos discípulos, despleguemos un extraordinario tapiz de diálogo!

(Traducción del artículo publicado en la edición de febrero de 2025 de Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai).


[1] Campaña de Febrero: En febrero de 1952, Daisaku Ikeda, quien por entonces era consejero del distrito general Kamata, en Tokio, inició una dinámica campaña para transmitir la Ley. Junto a los miembros locales, batió las marcas preexistentes de propagación, que eran de unos cien ingresos mensuales, y logró que doscientas una nuevas familias se sumaran a la práctica del budismo de Nichiren Daishonin en la Soka Gakkai.

Scroll al inicio