Orientación para la SGEs
Como se expone en la sección «Nueva revolución humana» de este número, en la Soka Gakkai cada 2 de octubre se celebra el Día de la Paz Mundial, evocando un hito determinante en el camino de la propagación del budismo Nichiren, cuya meta última es el logro de una paz duradera en todo el mundo; y, además, en España cada 15 de octubre conmemoramos la primera visita de Daisaku Ikeda a nuestro país, de la que ahora se cumplen 63 años. Su oración en aquella ocasión –reflejo de su determinación por la aparición en España de los «Picassos y Casals de la Ley Mística»[1]– no solo forma parte indisoluble de la historia del kosen-rufu de nuestro país, sino también del legado de su postura en la fe.
Cada 15 de octubre conmemoramos la primera visita de Daisaku Ikeda a nuestro país, de la que ahora se cumplen 63 años.
En el reciente Curso de Estudio de Jóvenes de Europa,[2] la respuesta del vicerresponsable del Departamento de Estudio de la SGI Hideyuki Takano a una de las preguntas que se le plantearon abordó el nexo entre el compromiso con la paz de Nichiren Daishonin y la misión de la Soka Gakkai.
La época del Daishonin estuvo marcada por una sucesión de catástrofes, epidemias, conflictos violentos, y por la combinación de sus efectos. Él asumió como propio el sufrimiento que estos provocaban en la gente, y buscó la manera de transformar la situación. Para ello, durante años se esforzó como nadie en el estudio; en 1253 proclamó Nam-myoho-renge-kyo y emprendió su lucha por difundir la Ley Mística; y en 1260 presentó a las autoridades su tratado Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra.
El título de este escrito es sustancial. Denota que establecer la enseñanza correcta es la condición para asegurar la paz en la tierra, y que asegurar la paz en la tierra es el objetivo principal de tales esfuerzos por establecer la enseñanza correcta. En una ocasión, Ikeda Sensei transmitió lo siguiente:
Cuando las personas actúan en contra de la enseñanza correcta y en su lugar se basan en enseñanzas y filosofías erróneas, se da lugar a pensamientos y razonamientos desordenados. El Daishonin afirma que esta es la causa fundamental de la agitación y la confusión social.
Tanto si hablamos de un país como de una sociedad, en última instancia todo depende de los seres humanos. La clase de pensamientos, filosofías y religiones que aceptemos y sostengamos determinará las acciones y el comportamiento de los seres humanos.
¿Qué establecemos como principio fundamental? ¿Con qué propósito vivimos? Las respuestas a estas preguntas influirán dramáticamente en el devenir de nuestra sociedad. Por eso es tan importante que cada persona tenga una filosofía sólida. En este sentido, nuestro movimiento del kosen-rufu es una lucha por establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra.[3]
Establecer la enseñanza correcta significa difundir la enseñanza correcta y establecer la fe en la Ley Mística que hace posible el logro de la budeidad para todas las personas.
En otras palabras, es aplicar la sabiduría y la compasión de la Ley Mística en todos los ámbitos de la sociedad, y hacer de la filosofía del Sutra del loto –de respeto hacia la dignidad de la vida y hacia todas las personas– el principio básico y el espíritu de la época.
¿Qué establecemos como principio fundamental? ¿Con qué propósito vivimos? Las respuestas a estas preguntas influirán dramáticamente en el devenir de nuestra sociedad. Por eso es tan importante que cada persona tenga una filosofía sólida.
En Sobre el establecimiento la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra palpita la convicción del Daishonin de que, si deseamos prosperidad, paz y tranquilidad en nuestra tierra, debemos establecer un pilar de justicia en la vida de las personas, y de que todo comienza con el cambio interior en la vida de un ser humano.
Los tres presidentes fundadores y los miembros de la Soka Gakkai heredaron esta creencia del Daishonin. La estamos poniendo en práctica en la sociedad moderna con la convicción, expresada por Ikeda Sensei, de que establecer la enseñanza correcta para la paz de la tierra es lo mismo que trabajar por la paz mundial, y de que esto lo hacemos a través de los medios pacíficos del diálogo.
En sintonía con lo previsto en el sutra y experimentado por el Daishonin, la historia de la Soka Gakkai nos muestra que la práctica del diálogo para establecer la enseñanza correcta para la paz en la tierra ha hecho frente a tormentas de acusaciones infundadas y calumnias. Pero gracias a que miembros de todo el mundo, ardiendo con el espíritu de maestro y discípulo, han perseverado en este camino con determinación y tenacidad a través de diálogos de uno a uno, la Soka Gakkai se ha convertido en el movimiento global que conocemos hoy.
Esto no significa que el camino ante nosotros sea fácil. Existe un paralelismo entre la época del Daishonin, en el período Kamakura en Japón, y nuestra época, en el sentido de que las personas comunes a menudo se sienten impotentes, incapaces de incidir en los temas que les preocupan.
La realidad de la vida es que siempre presenta desafíos; también a nivel individual, afrontamos constantemente dificultades y, a veces, podemos sentirnos impotentes nosotros mismos. Pero en el Gosho leemos:
Cuando ocurre un gran mal, sobreviene un gran bien. Como en nuestra tierra ya se está denigrando la Ley, la gran Ley correcta se propagará sin falta. ¿Acaso tienen algo de qué lamentarse?[4]
Estas palabras expresan la convicción del Daishonin de que, a través de la propagación de la Ley Mística, la enseñanza correcta se establecerá y esto llevará la paz a la tierra. Pero, por supuesto, la Ley correcta no se propaga por sí sola, si nos limitamos a observar la situación como espectadores.
En relación con este pasaje del Gosho, Ikeda Sensei escribió que no es suficiente con superar un gran mal o un gran infortunio, sino que podemos –y debemos– transformarlo en un gran bien, en una gran fuente de buena fortuna; y que es aquí donde hallamos el dinamismo y el poder transformador de las enseñanzas del budismo Nichiren.[5]
Precisamente porque vivimos en una época en la que la humanidad hace frente a retos sin precedentes, la filosofía de respeto a la dignidad de la vida del budismo Nichiren emite una brillante luz de esperanza.
Precisamente porque vivimos en una época en la que la humanidad hace frente a retos sin precedentes, la filosofía de respeto a la dignidad de la vida del budismo Nichiren emite una brillante luz de esperanza.
De acuerdo con el principio del establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en la Soka Gakkai ponemos nuestro mayor énfasis en crear y compartir valor para la sociedad, con la meta de contribuir a la felicidad de todas las personas y a la paz y la estabilidad del mundo.
Aunque lleve tiempo, no hay duda de que, si nos ponemos de pie basándonos en la fe y nos dedicamos al diálogo, contribuiremos sin falta la transformación de las vidas de las personas a nuestro alrededor, en nuestra comunidad y en la sociedad entera.
Este mes de octubre es una nueva oportunidad para reconfirmar esta determinación.
LA CARTA DE LA SOKA GAKKAI
En noviembre de 2021 se promulgó la Carta de la Soka Gakkai. Esta enuncia la misión social de la organización de promover la paz, la cultura y la educación basándose en el budismo humanista de respeto por la dignidad de la vida.
El preámbulo afirma que la Soka Gakkai izará las banderas de la ciudadanía global, la tolerancia activa y el respeto a la dignidad humana, decidida a confrontar las amenazas que se ciernen sobre la humanidad mediante el compromiso indeclinable con la no violencia y con la cultura de paz.
Además, la Carta de la Soka Gakkai adopta diez propósitos y principios. Uno de ellos sostiene: «La Soka Gakkai, basada en el espíritu budista de tolerancia y de respeto a las demás religiones y corrientes filosóficas, emprenderá un diálogo y una labor mancomunada con ellas con el propósito de buscar solución a los problemas fundamentales que afectan a la humanidad».[6]
En la Soka Gakkai, basados en el principio del establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, ponemos nuestro mayor énfasis en crear y compartir valor para la sociedad, con el objetivo de contribuir a la felicidad de todas las personas y a la paz y la estabilidad en el mundo.
El medio por el que podemos asegurar la paz, de comienzo a fin, es el diálogo. A través de desafiarnos en nuestra propia revolución humana y de compartirlo, nuestra sociedad cambiará sin falta.
La Carta de la Soka Gakkai se puede leer íntegramente en sokaglobal.org.
[1] ↑ IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana. Volúmenes 5 y 6, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2013, pág. 54.
[2] ↑ Véase la revista CG, n.º 233, septiembre 2024, sección «Actualidad».
[3] ↑ Extraído de un discurso pronunciado en una reunión de responsables conmemorativa del Día de la SGI, el 26 de enero, en 2010.
[4] ↑ El gran mal y el gran bien, en END, pág. 1165.
[5] ↑ Véase el mensaje enviado a la reunión de la sede central para responsables realizada el 2 de septiembre de 2017.
[6] ↑ Se trata del cuarto punto en la lista de propósitos y principios.