De La nueva revolución humana
La visión de Daisaku Ikeda sobre cómo abrir paso a la luz en momentos de oscuridad, conflictos y polarización nos alienta a levantarnos con mayor convicción aún para asumir, en primera persona, la determinación y el espíritu de ser nosotros quienes, precisamente en este momento, abramos paso a la luz a través de un poderoso diálogo de corazón a corazón.
En el capítulo «La diplomacia a nivel del pueblo» del volumen 21 de La nueva revolución humana, Shin’ichi Yamamoto expresa esta decisión:
Como ciudadano común, pienso continuar promoviendo aún más el intercambio de persona a persona para crear una corriente mundial. En adelante, sobre todo, deseo ir a los países y regiones que durante largos años han sufrido sometimiento e invasiones, y construir innumerables puentes de paz y amistad. La humanidad no puede seguir reincidiendo en conflictos, antagonismos y guerras. Quiero cambiar esta situación.[1]
Ahora, más que nunca, preguntémonos: ¿Cómo puedo crear esos puentes de paz y amistad entre personas distintas? ¿Cómo puedo contribuir, desde donde me encuentro, a la paz global?
Hagamos de este mes de junio un nuevo punto de partida en la concreción del kosen-rufu.
[1] ↑ Véase, en este número, la sección «Nueva revolución humana».