A partir del anuncio el 18 de noviembre
La noticia del fallecimiento de Daisaku Ikeda el pasado 15 de noviembre motivó una cascada de reacciones alrededor del mundo. Junto con la multitud de mensajes de condolencia llegados desde las primeras horas del 18 de noviembre, cuando se difundió, en los días y semanas siguientes se sucedieron las ceremonias conmemorativas convocadas en todo el mundo por la Soka Gakkai, así como por las instituciones educativas Soka; se empezaron a programar actos de homenaje en otros ámbitos de la sociedad, y se publicaron notas y reportajes sobre la vida y el legado del maestro en diversos medios de comunicación.
«A Ikeda se le atribuye la revitalización del budismo Nichiren en la era moderna, haciéndolo más accesible para los practicantes actuales al hacer hincapié en una filosofía de bondad, respeto a los demás y ser feliz y estar en paz […]. A diferencia de algunas religiones que destacan la importancia del sufrimiento, Ikeda subrayó lo positivo, hablando a menudo de la felicidad», destacó la agencia Associated Press de Japón. «En el momento de su muerte, la SGI se había extendido a 192 países de todo el mundo, con más de doce millones de miembros, lo que la convierte en el mayor movimiento budista laico de la historia», reportó la prestigiosa revista sobre budismo Tricycle, editada en Estados Unidos.
Los medios se hicieron eco, también, de mensajes enviados por destacadas autoridades. La BBC informó que, el mismo día en que se conoció la noticia, el primer ministro de Japón Fumio Kishida publicó en X (antes Twitter) que Ikeda «desempeñó un importante papel en la promoción de la paz, la cultura y la educación en Japón y en el extranjero». El presidente de la vecina República de Corea, Yoon Suk Yeol, también envió un mensaje de pésame. Y, según recogió el diario The Japan News, «El presidente de China, Xi Jinping, envió una carta de condolencia al primer ministro, Fumio Kishida, por el fallecimiento […] [donde] elogiaba las contribuciones de Ikeda a las relaciones entre Japón y China».
Diversas cabeceras subrayaron además el tenaz compromiso de Ikeda Sensei con la paz, la no violencia y el desarme. Por ejemplo, en Italia –país donde nació Senzatomica, una de las más importantes campañas por la abolición de las armas nucleares, que fue inspirada por él– el diario La Nazione reportó: «La Soka Gakkai italiana y la Soka Gakkai internacional se encuentran entre las organizaciones más activas en la promoción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la abolición de las armas nucleares y la protección de los derechos humanos en todo el mundo».
En España, las reacciones fueron también numerosas. Cabe mencionar los mensajes firmados por representantes de instituciones, organismos o entidades como Inés Mazarrasa, directora de la Fundacion Pluralismo y Convivencia; Carles Armengol, director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya; José Manuel Morán, vicepresidente del Capítulo Español del Club de Roma; Sergio Arévalo, codirector de AUDIR (Associació UNESCO per al Diàleg Interreligiós); Alejandro Iborra y Ana Belén García Varela, director y subdirectora del Instituto Universitario de Educación y Desarrollo Daisaku Ikeda; Mar Griera, directora de ISOR (Investigaciones en Sociología de la Religión); Luis Morente, presidente de la Unión Budista de España, y Glòria Puig, presidenta de la Coordinadora Catalana d’Entitats Budistes. Además, enviaron mensajes a título personal personalidades como Carlos Rubio, experto en lengua y literatura japonesas; Francisco Díez de Velasco, especialista en budismo y estudio de las religiones en España; Francesc Torradeflot, referente en diálogo interreligioso, o Juan José Tamayo, teólogo.