Reportaje sobre la visita de una delegación de la Soka Gakkai a Europa (2/7)
Cuando, en noviembre de 1953, la sede central de la Soka Gakkai se trasladó al distrito de Shinanomachi, Tokio, Josei Toda dispuso que la distribución del edificio incluyera dos despachos presidenciales. Él dirigiría la actividad de la organización en todo Japón desde el segundo, mientras que el primero, más amplio y elegante, sería el despacho de Tsunesaburo Makiguchi, fallecido nueve años antes durante la prisión de conciencia que le impuso el Gobierno militarista en la Segunda Guerra Mundial, por no renunciar a la práctica y la propagación del budismo Nichiren. En ese noble espacio, el presidente Toda colocó una fotografía del fundador y, en una ocasión en la que invitó a su joven discípulo Daisaku Ikeda a dialogar en él, señaló: «La vida del maestro Makiguchi late en esta sala. Yo conduciré el kosen-rufu desde esta sede central siempre al lado de Makiguchi Sensei». Tal espíritu, que heredó quien se convertiría en el tercer presidente de la Soka Gakkai, originó las salas conmemorativas que, desde entonces, se irían estableciendo en otras sedes.
El 5 de mayo, una nueva Sala de los Maestros se inauguró en el Centro Budista Soka de Chartrettes, Francia. La ceremonia de apertura fue la primera actividad en la que participó la delegación de la Soka Gakkai llegada desde Japón el día anterior. También asistieron representantes de diversos países de Europa, incluida España.
En la nueva sala, la segunda establecida en Europa tras la inaugurada en el Centro Cultural Ikeda por la Paz de Frankfurt, se exhiben paneles y artículos que ilustran y rinden homenaje a las vidas de los tres presidentes fundadores de la Soka Gakkai, y narran la historia de la organización en la promoción de la paz, la cultura y la educación.
