Por Daisaku Ikeda · Septiembre de 2022
Recuerdo que, en mi juventud, batallando contra mi enfermedad, me conmovió el pasaje de los escritos de Nichiren Daishonin que dice: «El Que Así Llega enseñó […], mediante la enfermedad, el poder [del budismo]».[1]
Comprendí que mi dolorosa afección tenía un profundo significado. Y decidí que, lejos de dejarme vencer, la superaría sin falta. Mi enfermedad era una prueba para mostrar los inmensos beneficios de la Ley Mística, manifestar en mi vida la fuerza vital ilimitada de un Bodisatva de la Tierra y ayudar a otras personas a hacer lo mismo.
¡Con qué vigor alienta el Daishonin a sus discípulos afectados por problemas de salud! Estas palabras suyas me emocionan profundamente: «Me preocupa la dolencia de su esposa, la monja laica de Toki, como si yo mismo estuviera enfermo; oro día y noche a las deidades celestiales para que ella se recupere. […] Estoy implorando a las deidades del Sol y de la Luna que protejan su vida, ¡aunque ellas mismas deban dejar su vida en el intento!».[2]
Nuestros preciados miembros de la Soka, abrigados por el amor benevolente del Daishonin, han confrontado al demonio de la enfermedad sin titubear, orando juntos y alentándose unos a otros.
El budismo Nichiren es una enseñanza basada en la suprema razón. Brinda sabiduría concreta para la salud mental o física.
Reafirmemos la importancia de seguir las pautas básicas de la Soka Gakkai para tener una vida sana: hacer un gongyo revitalizante; contribuir a la felicidad de los demás; mantener un ritmo de vida equilibrado, provechoso y alineado con el ritmo de vida del universo, y alimentarnos sabiamente. Asimismo, y en especial –ya que el cumplimiento de nuestra misión supone una buena cuota de ocupaciones extra– asegurémonos de dormir lo suficiente.
Por otro lado, es crucial prestar atención a cualquier cambio en nuestro estado de salud y no retrasar la consulta médica ante el menor problema, para proteger de manera adecuada el preciado vehículo de nuestra vida consagrada al kosen-rufu. Como observa el Daishonin: «El tratamiento precoz a cargo de un buen médico puede curar incluso las dolencias graves, para no hablar de las leves».[3]
Los sabios y compasivos profesionales de la salud que integran nuestro Departamento de Médicos y el Shirakaba-kai[4] están siempre ayudándonos a cuidar nuestra salud. Toda la Soka Gakkai resplandece con las inspiradoras experiencias de incontables miembros que se han recuperado de diversas enfermedades.
En esta época en que el mundo sigue lidiando con la pandemia del coronavirus y con otras enfermedades infectocontagiosas, es menester –más que nunca antes– armarnos de sabiduría, energía y unión para proteger la dignidad y el valor inapreciable de la vida.
«Cuando [uno] da vigor a otro, acrecienta su propia fuerza, y cuando prolonga la vida de otra persona, alarga a su vez, su propia existencia».[5] Esto obedece a la infalible ley de causa y efecto.
Como integrantes de la familia Soka que abraza el gran remedio benéfico de la Ley Mística, sigamos actuando solidariamente por el bienestar de los demás y transmitiendo al mundo la fuerza que impulse una «revolución de la salud» en la familia humana global.
¡No teman!
Ninguna enfermedad
puede ser un obstáculo
para los budas que proclaman
el leonino rugido del daimoku.
(Traducción del artículo publicado en la edición de septiembre de 2022 de Daibyakurenge).
[1] Gran concentración e introspección, de T’ien-t’ai, incluida en La curación de las enfermedades kármicas, en Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 661.
[2] Prayer for the Lay Nun’s Recovery (Una oración por la salud de la monja laica), en The Writings of Nichiren Daishonin (WND), Tokio: Soka Gakkai, 2006, vol. 2, pág. 666.
[3] Sobre la prolongación de la vida, en END, pág. 999.
[4] Agrupación perteneciente a la Soka Gakkai de Japón que congrega a profesionales en enfermería.
[5] On Clothing and Food (Sobre la ropa y la comida), en WND, vol. 2, pág. 1066.