Por parte de la SGI
Desde el final de la Guerra Fría, la humanidad no había experimentado una tensión de convivencia tan elevada como para que una detonación nuclear se pudiera considerar un peligro real. Es en el actual contexto tensionado que la comunidad internacional debe movilizarse más que nunca para evitar que esto suceda. Por ello, la Décima Conferencia de las Partes Encargada del Examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), celebrada durante el mes de agosto en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, ha sido objeto de una atención superior a la de conferencias precedentes.
La Soka Gakkai Internacional (SGI), firmemente comprometida con la abolición de las armas nucleares, ha sido una de las organizaciones que se han movilizado antes y durante este encuentro. En los días previos, Daisaku Ikeda, presidente de la SGI, emitió una declaración a través de la cual instó a los cinco países poseedores de armas nucleares (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China) a que adoptaran el principio de «no ser el primero en usar armas nucleares», es decir, a garantizar que ninguno de ellos desencadenará el uso de este armamento en un conflicto. Esta petición era un recordatorio de la declaración que los líderes de estos cinco países hicieron el 3 de enero de este año, en la que afirmaban que «en una guerra nuclear no hay vencedores, y por eso jamás debemos participar en ella». Para que esta propuesta sea el principio rector que guíe la convivencia internacional hasta lograr el desarme completo, Ikeda propuso que, en el documento final de la Conferencia, se incorporaran algunos puntos dirigidos al logro de compromisos más firmes por parte de los Estados poseedores de armamento nuclear.
Con este mismo fin, el 4 de agosto, la SGI, la Misión Permanente ante la ONU de la República de Kazajstán –país marcado por la reiteración de ensayos nucleares en su territorio– y otras organizaciones celebraron un evento paralelo a la Conferencia titulado: «Evitar la guerra nuclear: ¿Qué medidas a corto plazo se pueden tomar?». En él, Hirotsugu Terasaki, director general de la SGI para la Paz y Asuntos Globales, presentó los esfuerzos que la organización está realizando para lograr el objetivo del desarme nuclear. Después del evento, la delegación de la SGI y otros participantes se reunieron con el presidente de la Conferencia, el embajador Gustavo Zlauvinen.
Otra contribución de la SGI fue la firma, junto con otro centenar de organizaciones religiosas, de una declaración interreligiosa pidiendo el desarme nuclear, el 5 de agosto. La declaración también fue presentada por la vicepresidenta del Comité de Paz de Mujeres de la Soka Gakkai, Chie Sunada, en un evento interreligioso que se llevó a cabo el mismo día en el Church Center de las Naciones Unidas.