Un paso adelante, del 3 de mayo al 3 de julio


Orientación para la SGEs


En un artículo publicado recientemente en el Seikyo Shimbun,[1] el presidente de la Soka Gakkai, Minoru Harada, nos ha animado a responder a los retos de la época que vivimos redoblando nuestros esfuerzos por compartir las enseñanzas del budismo con nuestro entorno, en este período desde el 3 de mayo, Día de la Soka Gakkai y Día de las Madres Soka, hasta el 3 de julio, solemne Día de Maestro y Discípulo. Propone hacerlo al tiempo que nos dedicamos a forjar a los jóvenes valores de nuestra organización y, en particular, a atesorar a los miembros del Departamento Futuro, a quienes homenajeamos el 5 de mayo, Día de los Sucesores. Si nos consagramos a estas nobles tareas –ha señalado–, podremos establecer la base de nuestro desarrollo futuro.

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Desde noviembre pasado, en la sección «Estudio» de esta revista podemos leer las sucesivas entregas de la última serie de disertaciones que escribió Daisaku Ikeda, dedicada a tratar pasajes fundamentales del Registro de las enseñanzas trasmitidas oralmente.[2] En relación con el primer tema subrayado por el presidente Harada, cabe señalar que al inicio de dicha serie Ikeda Sensei cita unas «palabras de oro» de Nichiren Daishonin extraídas de El verdadero aspecto de todos los fenómenos: «Enséñeles a otros con toda su capacidad, aunque sólo sea una oración o frase».[3] Tras aclarar que la propagación –es decir, la transmisión de las enseñanzas– constituye la vida de la religión, comenta:

La religión es parte de la historia humana. La religión no ha sido nunca, en ninguna sociedad o cultura, un asunto únicamente individual, sino que ha sido compartida y transmitida a otras personas. Ha tenido continuidad a través de las épocas y, en su difusión, ha llegado a lugares muy lejanos, superando un sinfín de adversidades. […] Nuestros miembros en cada lugar aspiran a dar a conocer esta valiosa enseñanza a la mayor cantidad posible de personas. Avanzan cada día con esperanza y entusiasmo incontenibles, motivados por el irreprimible deseo de compartir la Ley Mística y la alegría de la fe.[4]

El Sutra del loto enseña que hasta el más humilde acto de invitar a una persona a escuchar las enseñanzas del budismo u ofrecerle un asiento en un encuentro budista nos permite adquirir beneficios incalculables.[5] Además, asegura la existencia de la naturaleza de buda en todas las personas y expone la aparición del Buda para propagar la Ley y la de los Bodisatvas de la Tierra, que comparten su misma determinación a través de la relación de maestro y discípulo.

De ahí la creencia en la propia budeidad y en la budeidad de los demás, y la expansión de esta convicción por los Bodisatvas de la Tierra, que es la esencia de lo que llamamos kosen-rufu. Por si había alguna duda acerca de su identidad, en el gosho antes citado el Daishonin afirma que son Bodisatvas de la Tierra las personas que se consagran a propagar la enseñanza correcta con el mismo espíritu que él.[6]

Una característica de los Bodisatvas de la Tierra es que no retroceden ante ningún dificultad u obstáculo. Son eternos luchadores y luchadoras que se basan en la Ley Mística. La suya es una vida de avance incesante. El hecho de hacer surgir la ilimitada energía de estos bodisatvas en nuestra vida constituye la «irrupción de los Bodisatvas de la Tierra», que expone el Sutra del loto, dentro de nuestro ser. Representa un acto revolucionario, que atestigua la majestuosidad de la fuerza vital del ser humano. Cuando lo protagonizamos, podemos quebrar la cáscara del yo inferior que venía limitando nuestra vida hasta ese momento.

La teoría o enseñanza de los diez estados de la vida está extendida en varias escuelas budistas. Habitualmente, el estado de bodisatva se entiende como anterior al de la budeidad.

En la enseñanza de Nichiren Daishonin, la figura del Bodisatva de la Tierra posee ya desde un principio la condición de budeidad, que manifiesta ayudando a los demás. Aunque la verdadera condición de su vida es la de los budas, la manifiesta a través del comportamiento de los bodisatvas. En otras palabras, el Bodisatva de la Tierra propaga la Ley inmerso en la realidad de la sociedad a través de la fuerza de la budeidad.

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En relación con el segundo aspecto destacado por el presidente Harada (los esfuerzos por propiciar el crecimiento de los sucesores y el desarrollo de jóvenes valores humanos), una mirada a los orígenes de la Soka Gakkai nos muestra que ya el presidente fundador Tsunesaburo Makiguchi habló sobre la importancia del tema, y comparó la tarea de descubrir y forjar personas capaces con la de «tratar de encontrar oro en la arena».[7]

En la SGEs hemos hecho fluir una corriente dorada de gente talentosa a través de dar participación activa a los miembros en las diversas facetas de nuestro movimiento. De este modo hemos podido comprobar, sin lugar a duda, que esta es la mejor manera de forjar valores humanos.

Por ejemplo, las asambleas «El despertar del discípulo», conmemorativas del 16 de marzo, han constituido una prueba real de esa participación activa, entusiasta y responsable de los más jóvenes de nuestra organización, acompañados de los miembros de los departamentos de Mujeres y Hombres y de invitados.[8] Volviendo a la serie de disertaciones de estudio a la que nos referimos antes, en la entrega incluida en el número anterior de esta revista pudimos leer que la «ciudad fantasma» –a la que alude una célebre parábola del Sutra del loto– y la «tierra de los tesoros» no son entidades distintas.[9] Las asambleas de marzo, ciudades fantasma, convirtieron cada encuentro de diálogo en una tierra de los tesoros.

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Con el espíritu de avance incesante que, según vimos antes, caracteriza a los Bodisatvas de la Tierra, proponemos dar desde este 3 de mayo un nuevo paso hacia delante, para avanzar tanto en la aventura de compartir la alegría de la fe en el lugar donde nos encontramos como en el apoyo al desarrollo de los jóvenes sucesores. Las reuniones de diálogo de este mes, verdaderas celebraciones del Día de los Sucesores, representan una oportunidad de oro, como también las otras actividades programadas en cada lugar durante mayo.

TRES CARACTERÍSTICAS DE LOS BODISATVAS DE LA TIERRA
A partir de El verdadero aspecto de todos los fenómenos

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A través del estudio de El verdadero aspecto de todos los fenómenos podemos profundizar en al menos tres características del comportamiento de los Bodisatvas de la Tierra.
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La carta comienza con una exhortación a Sairen-bo, su destinatario, que refleja la postura e intención de Nichiren Daishonin: «Ahora, pase lo que pase, persevere en la fe y hágase conocer como devoto del Sutra del loto».[10]
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Cuando el Daishonin exhorta a Sairen-bo a perseverar en la fe «ahora», subraya –considerando lo cambiante que es la vida momento a momento y a lo largo del pasado, el presente y el futuro– la importancia de la actitud en el momento actual, en el que ha conocido el Sutra del loto y a su maestro.
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Con «devoto del Sutra del loto» se refiere a la persona que tiene la postura de leer el sutra con su existencia entera, con su cuerpo; es decir, la persona que se basa en la Ley que dirige a toda la humanidad hacia la iluminación sin escatimar su vida. En otras palabras, el Daishonin aclara cuál es la actitud correcta en la fe para manifestar la budeidad. No escatimar la vida significa luchar constantemente por superarse a uno mismo, en bien de la felicidad propia y de los demás y venciendo.
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A partir de lo expuesto hasta aquí, podemos afirmar que la primera característica de un Bodisatva de la Tierra es la firme postura de enfrentar los obstáculos sin ser derrotado, desde el principio hasta el final.
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La segunda característica de un Bodisatva de la Tierra es que no retrocede jamás, manteniendo la relación de maestro y discípulo.
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En el Último Día de la Ley, el Daishonin condensó el mensaje del Sutra del loto en la meta de «seguir siendo discípulos de Nichiren»,[11] dado que la persona que consagró su vida al sutra fue él. En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente se lee: «[H]oy, cuando Nichiren entona Nam-myoho-renge-kyo, está permitiendo a todos los seres vivos lograr la Budeidad en los diez mil años del Último Día de la Ley».[12] Avanzar con esta conciencia, experimentando la fuerza y la alegría de la práctica, y el coraje para propagar la Ley, distingue esta segunda característica.
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La tercera característica de un Bodisatva de la Tierra es que «comparte el mismo corazón que Nichiren».[13] Se trata del requisito fundamental para ser un Bodisatva de la Tierra: mantener el juramento con la misma postura que el maestro.
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(Volver a la mención en el texto principal del artículo).


[1] ↑ En la edición del 13/4/2024. El Seikyo Shimbun es el periódico de la Soka Gakkai editado en Japón.

[2] ↑ La versión original en japonés de la serie se empezó a publicar, también por entregas mensuales un año antes (desde noviembre de 2022) en la revista de estudio de la Soka Gakkai editada en Japón Daibyakurenge.

[3] ↑ En END, pág. 408. citado en la revista CG, n.º 223, noviembre 2023, sección «Estudio».

[4] ↑ CG, n.º 223, op. cit.

[5] ↑ Véase SL, cap. 18, «Los beneficios de responder con alegría», pág. 243 y sig.

[6] ↑ En END, pág. 407. El pasaje dice: «Ahora, pase lo que pase, persevere en la fe y hágase conocer como devoto del Sutra del loto; siga siendo mi discípulo por el resto de sus días. Si usted comparte el mismo corazón que Nichiren, tiene que ser un Bodhisattva de la Tierra».

[7] ↑ MAKIGUCHI, Tsunesaburo: Makiguchi Tsunesaburo Zenshu (Obras completas de Tsunesaburo Makiguchi), Tokio: Daisanbunmei-sha, 1987, vol. 10, pág. 22.

[8] ↑ Véase una noticia al respecto en la sección de «Actualidad» de este número.

[9] ↑ Véase la revista CG, n.º 228, abril 2024, sección «Estudio».

[10] ↑ En END, pág. 407.

[11] ↑ Véase ib.

[12] ↑ Véase OTT, pág. 41.

[13] ↑ En END, pág. 408.

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