Cursos de verano en la SGEs
Un río de estudio y diálogo recorrió la SGEs entre finales de julio y agosto, en la forma de refrescantes cursos de verano.
El primero de esta serie de cursos tuvo lugar el sábado 23 de julio, y estuvo dirigido a los responsables del Comité de Buena Fortuna, que coordina los diversos grupos de capacitación encargados de hacer posible el buen desarrollo de las actividades en torno al Centro Cultural Soka en Rivas-Vaciamadrid. Su naturaleza propició que se realizara de manera presencial en el auditorio del centro, siguiendo diversas medidas de protección. Alentados como el conjunto de los participantes, los responsables del comité Darpan Lalwani y Eva de la Haza transmitieron su determinación renovada de avanzar colmados del espíritu de maestro y discípulo, con sentido de misión para la protección de este «castillo del kosen-rufu».
Seguidamente, desde el Este y el Norte (el 24 de julio), hasta Canarias, Sur y Centro (el 7 de agosto), el río de aliento estival recaló en cinco cursos por región organizativa, celebrados en línea. Dirigidos fundamentalmente a miembros, contaron con una participación cercana al millar de personas. Además de enriquecerse a través de experiencias, diálogos y decisiones de nuevo avance, los asistentes pudieron profundizar en la historia de la Soka Gakkai, a treinta años de su independencia espiritual.
En ese mismo período, el 31 de julio el formato virtual permitió reunir en el curso del Departamento de Estadística a todas las personas que realizan esta tan significativa actividad en cada rincón de España y que, por hacerlo habitualmente entre bastidores, aprecian particularmente las oportunidades de reunirse y recibir aliento y orientación.
Pero este refrescante río no conoce fronteras, ni de espacio ni de tiempo. Y, con la visión de no dejar que el río del kosen-rufu se seque jamás, el 6 y 7 de agosto dieciséis jóvenes de la SGEs participaron en el Curso Europeo de Estudiantes. Junto con compañeros y compañeras del resto del continente, ahondaron en temas como la esperanza y la misión del Departamento de Estudiantes, la educación, y la abolición de las armas nucleares. Y cerraron el curso lanzándose a emprender cada uno su propia campaña de diálogo.