Ignacio Mileo · Madrid
En La nueva revolución humana leemos: «En “La ofrenda de arroz”, Nichiren Daishonin alaba la sinceridad de una persona que le ofrendó el alimento necesario para subsistir. Escribe que el beneficio por tal acción es comparable al recibido por los sabios y venerables del pasado, […] quienes ofrecieron sus vidas por el budismo».[1]
Hacer aportación siempre me resulta desafiante. No solo por lo que implica en relación con los apegos, sino porque siempre me lleva a profundizar el espíritu con el que lo hago. Es «fácil» pensarlo en términos objetivos: aporto al avance de la Soka Gakkai y, por ende, al kosen-rufu; pero, más allá, me aseguro de desplegar la alegría y la convicción que hacen de mi ofrenda un acto verdaderamente significativo.
Preparando esta experiencia, encontré la carta de agradecimiento que recibí tras la primera aportación que realicé en España, en 2018. Recuerdo las enormes dificultades económicas por las que pasamos al llegar aquí, y lo mucho que representaba la humilde cantidad aportada en ese momento. Pero también recuerdo que la ofrendé con la firme convicción de triunfar sin falta sobre esas adversidades.
En el capítulo que he citado antes, Sensei escribe también: «Dedicarse al kosen-rufu significa “sembrar buenas semillas en el campo de la [buena] fortuna”; Shin’ichi había estado absolutamente convencido de esto desde su juventud».[2] No tengo la más mínima duda de que la experiencia profesional y el progreso económico que he adquirido en los últimos años, en los que he pasado de empleado a socio, están directamente relacionados con la postura con la que me he esforzado en contribuir al Buda Soka Gakkai.
Además, a tres décadas del segundo incidente provocado por el clero de la Nichiren Shoshu, he podido adquirir mayor conciencia de que la independencia económica también es independencia espiritual. Asumir la responsabilidad del sostén económico de nuestro movimiento nos permite avanzar fieles a nosotros mismos, sin doblegarnos ante intereses o presiones externas.
[1] ↑ IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, vols. 3 y 4, Rivas: Ediciones Civilización Global, 2009, pág. 265.
[2] ↑ Ib., pág. 267.