Una religión centrada en las personas (2/3)


(Volver a la parte 1/3).

El anfitrión exclamó, complacido:
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–¡La paloma se ha transformado en halcón, y el gorrión, en almeja![6] ¡Qué reconfortante! ¡Usted se ha relacionado con un amigo en el salón perfumado de orquídeas, y ahora su postura es recta como la artemisa que crece entre el cáñamo![7] […] Pero el corazón del ser humano cambia con el paso del tiempo, y el entorno puede hacer que las cosas modifiquen su naturaleza. Tal como la luna reflejada sobre el agua se agita cuando se mecen las olas, tal como los soldados de la primera línea tiemblan ante las espadas enemigas, aunque en este momento usted diga creer en mis palabras, temo que después las olvide por completo.
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»Pero si queremos, ante todo, establecer la seguridad en el país y orar por nuestras existencias presentes y futuras, debemos observar y analizar la realidad con premura, y tomar medidas lo antes posible para remediar la situación.[8]

UN ESCRITO ENFOCADO EN UNA PAZ PARA TODAS LAS PERSONAS

Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra es un tratado escrito en forma de diálogo entre dos personas. Trata el despertar religioso y la consecución de la paz mundial. Y su propósito es brindar seguridad y felicidad a todas las personas. En el texto, el «huésped» se esclarece con respecto a la enseñanza budista correcta a través de su diálogo con el «anfitrión», y se compromete a dar continuidad al diálogo en aras de la paz. Es un escrito que inspira a emprender acciones positivas y esperanzadas.

Al inicio, el anfitrión (Nichiren Daishonin) y el huésped (el gobernante del país) se lamentan juntos del sufrimiento y la destrucción que una serie de desastres naturales están ocasionando a la gente. Después de tratar el asunto con un cierto detalle, el anfitrión revela que la causa fundamental de tales desastres es la incredulidad y la denigración de la Ley expuesta en el Sutra del loto, escrito que enseña el infinito potencial de los seres humanos y el carácter absolutamente preciado de la vida. No obstante, la primera reacción del huésped es de rechazo a esa denuncia del mal fundamental; ofuscado, amenaza con irse. El anfitrión, con una sonrisa serena, le ofrece argumentos razonables que lo convencen a quedarse, y, de ese modo, ambos prosiguen la conversación.

A medida que el anfitrión continúa presentando una comprensión correcta del budismo, el huésped despierta gradualmente a la verdad, y experimenta un cambio en su corazón. Finalmente, se compromete con su interlocutor a ponerse en acción para salvar a la gente del desastre. El pasaje que estudiamos en esta entrega es la alegre respuesta del anfitrión a este cambio de postura en su huésped.

Se dice que cuando uno entra en una habitación colmada de fragantes orquídeas, queda imbuido de su fragancia. La expresión «un amigo en el salón perfumado de orquídeas»[9] alude a una persona capaz de ejercer una influencia virtuosa sobre los demás; en otras palabras, lo que en el budismo se denomina «buen amigo».[10]

En general, la artemisa se propaga de manera dispersa y desordenada. Pero cuando es plantada entre los rectos tallos del cáñamo crece también de forma recta. De manera análoga, cuando la gente entabla relación con influencias positivas, mejora sus cualidades y vive rectamente. Los buenos amigos guían a todas las personas con las que se relacionan hacia el camino de la felicidad.

En la época actual, la Soka Gakkai es un cónclave de «buenos amigos», de «amigos en el salón perfumado de orquídeas». Como «buenos amigos» en el desafío compartido de lograr la revolución humana, nuestros miembros se esfuerzan por cultivar la bondad inherente en sí mismos y en los demás, mientras apoyan a cada persona para que crezca y se desarrolle. Lo logran a través de realizar esfuerzos prácticos para entablar conversaciones llenas de cálido aliento, especialmente en nuestras reuniones de diálogo.

LA TRADICIÓN DE LA SOKA GAKKAI ES TRABAJAR ENTRE LAS PERSONAS

El maestro Toda a menudo decía: «El presidente Makiguchi buscaba el encuentro con la gente, mantenía regularmente reuniones de diálogo y se dedicaba a ayudar a cada persona que conocía a superar sus problemas y sufrimientos. Esta es la orgullosa y digna historia de la Soka Gakkai». También señalaba: «El budismo Nichiren es la forma más elevada de democracia, y las reuniones de diálogo son el epítome de esa democracia».

Los miembros de la Soka Gakkai, haciendo flamear como un estandarte la misión de «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra», hemos trabajado para transformar la sociedad a través del diálogo, el camino más firme y seguro hacia adelante. Mediante diálogos de vida a vida, basados en la sinceridad y la confianza, hemos abierto sendas de paz y amistad. Una religión genuinamente dedicada a la felicidad de las personas se caracteriza por valorar el diálogo racional y respetuoso.

ACTIVAR LA BONDAD INNATA DEL SER HUMANO

En el tratado Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, la «fragancia» de la intención sincera y compasiva del anfitrión transforma a su interlocutor, el huésped. Las llaves que abren el corazón de las personas y que ensanchan el camino del diálogo son el poder de la personalidad, la humanidad y la conducta sincera.

Estos atributos no reflejan la posición social o los títulos de alguien, sino su forma de vivir como ser humano. En nuestra tenacidad en el diálogo dirigido a impulsar el kosen-rufu y el ideal de «establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra», llega un momento en que también nosotros manifestamos los nobles estados de bodisatva y de budeidad, fragantes como las orquídeas. Así, cuando nos acercamos a los demás y entablamos vinculos con ellos, activamos su bondad inherente.

El señor Toda decía que una religión llegaba a propagarse cuando sus practicantes eran respetados por su humanismo. Veía en ello un requisito crucial. Precisamente porque practicamos la enseñanza budista correcta, es fundamental que, ante todo, seamos merecedores de la confianza de nuestros semejantes. La razón es que, como afirma el Daishonin: «[T]odas las diversas enseñanzas del Buda son propagadas por seres humanos».[11]

Si nuestro movimiento Soka hoy abarca 192 países y territorios es porque los miembros han puesto en acción esta guía rigurosamente. Han contribuido de manera sustancial a mejorar la sociedad como buenos ciudadanos y han ganado, con su conducta, la amistad y la confianza de quienes los rodean.

ACCIONES OPORTUNAS Y DECISIVAS

El Daishonin continúa observando que el corazón de las personas cambia con el transcurso del tiempo. Aunque hoy alguien profese la fe –explica–, esa determinación puede disminuir o caer en el olvido más tarde. Por tal motivo, recalca la importancia de las acciones oportunas y decisivas. Una persona que se levanta y se pone en marcha inspira a otra a revitalizar su vida; esta, a su vez, inicia un nuevo diálogo, y así se genera una reacción en cadena, siempre creciente.

El cambio se vuelve posible cuando confiamos en el potencial positivo del ser humano y nos acercamos a los semejantes activamente para crear lazos de corazón a corazón. Esforcémonos más aún, tomando el entorno inmediato como punto de partida, para entablar relaciones con coraje, corazón abierto y compromiso incondicional. Es momento de armarnos de confianza y generar un oleaje de diálogo que inspire y revitalice los corazones de la gente.

El diálogo que une a las personas y los esfuerzos para apoyar y alentar a los demás con el deseo de que sean felices constituyen la esencia de una religión humanística.

(Continuar leyendo la parte 3/3).


[6] ↑ Se trata de expresiones tomadas de la antigua literatura china para describir un cambio drástico.

[7] ↑ El «amigo en el salón perfumado de orquídeas» indica a la persona de virtud. Esto sugiere que la compañía de una persona virtuosa obra como una buena influencia, de la misma manera que uno, al estar en un salón lleno de orquídeas, queda impregnado de su fragancia. Se dice que la artemisa que crece apoyada en el cáñamo, crece erguida.

[8] ↑ Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, págs. 24-25. Este texto es un tratado de advertencia escrito por el Daishonin, fechado el 16 de julio de 1260 y dirigido a Hojo Tokiyori, regente retirado que seguía siendo la figura más influyente del clan gobernante en Japón. Adopta la forma de un diálogo entre un anfitrión y un huésped, personajes que se interpretan como alusiones a Nichiren Daishonin y a Hojo Tokiyori, respectivamente. Predice que, si no se sigue la enseñanza correcta contenida en el Sutra del loto, el país sufriría en el futuro cercano la calamidad de una invasión extranjera y la calamidad de una rebelión interna, los únicos dos males entre los conocidos como «tres calamidades y siete desastres» que aún no habían afectado a Japón.

[9] ↑ Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, pág. 24.

[10] ↑ En el budismo, un «buen amigo» es una persona virtuosa y recta que guía a la gente hacia el budismo. El término se opone a «mal amigo», es decir, una mala influencia que aparta a las personas de la práctica budista o la obstaculiza. Buenos amigos son, por ejemplo, el maestro que enseña el budismo o los compañeros practicantes.

[11] ↑ Preguntas y respuestas referidas a abrazar el «Sutra del loto», en END, pág. 65.

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