Desde el Centro Cultural Soka
El 1 de noviembre, el Centro Cultural Soka acogió una emotiva ceremonia de gongyo en memoria de los seres fallecidos, cuya introducción fue emitida en directo.
En sus palabras desde el auditorio en Rivas-Vaciamadrid, el director general de la SGEs, Enrique Caputo, señaló que las enseñanzas budistas surgieron para responder a las cuatro realidades de la vida: nacimiento, envejecimiento, enfermedad y muerte. La Ley Mística, myoho, comprende dos fases: myo, que representa la muerte, y ho, la vida; todos los fenómenos están sujetos a ellas, como partes inherentes de la vida. El budismo Nichiren nos invita a profundizar en la manera correcta de vivir.
Citando la orientación de Daisaku Ikeda, Caputo destacó que, cuando recitamos la Ley Mística por la felicidad de los difuntos, nuestra oración resuena con una fuerza vital poderosa que fortalece las vidas de quienes nos han antecedido en el camino, así como nuestras propias vidas.
A continuación de esta intervención, en el altar del auditorio del Centro Cultural Soka se depositó una carpeta que contenía los nombres de los seres fallecidos enviados previamente a la ceremonia y, tras finalizar la emisión, se realizó gongyo en domei con decenas de localidades de España.