Erica Dunezat · Terrassa
Conocí el budismo en 2001 en Argentina y, ese mismo año, me vine a vivir a España. Aquí formé mi familia y empecé a participar en las reuniones de la SGEs, me suscribí a Civilización Global y recibí el Gohonzon. Pude establecer en mi corazón el juramento de luchar por el kosen-rufu.
A finales del 2006 regresamos a la Argentina. Asumí la responsabilidad de repartir el Argentina Seikyo, actividad que realizaba con mis hijos chiquitos, con alegría y sentido de misión. Oraba para que cada persona recibiera bien su diario y pudiera encontrarse de corazón con Ikeda Sensei, y también con el deseo de dar en mi vida una prueba real de la primera guía de la Soka Gakkai, «Fe para una familia armoniosa».
El pasado año volvimos a España. Enseguida quise recibir Civilizacion Global, decidida a luchar por el kosen-rufu en el lugar donde estoy. Recibir la revista cada mes es de gran aliento en este nuevo punto de partida familiar.
Hace un par de meses propuse en el grupo de diálogo hacer un encuentro de daimoku en domei semanalmente para la victoria del grupo y de cada persona. Después de la oración, compartimos unas palabras que escogemos de Civilización Global. Siento que no hay otra revista actual que transmita aliento y esperanza; en cada artículo palpita el corazón del maestro y de todos los miembros de la Soka en el deseo de contribuir a la paz, la cultura y la educación en la sociedad.