Construir castillos de valores humanos y jardines de paz en todo el mundo


A continuación presentamos el extracto de un ensayo de Daisaku Ikeda perteneciente a la serie Nuestra brillante revolución humana.

El deseo de aprender es algo sublime y poderoso.

En una de sus cartas, Nichiren Daishonin elogia a Myoichi-nyo por el espíritu de búsqueda con que le pregunta sobre la doctrina de lograr la budeidad con la forma que uno posee. Llega incluso a exclamar: «[E]s algo realmente extraordinario. […] ¿Será que el buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas, se ha apropiado de usted?».[1]

Durante el «Año de los jóvenes y del triunfo» se llevaron a cabo exámenes y reuniones de estudio con tanto entusiasmo y en tantos lugares de Japón y el mundo que 2023 podría haberse llamado, también, «Año del estudio en todo el mundo». ¡Cuán feliz haría esto al Daishonin!

El maestro llama a los compañeros que avanzan con una gran filosofía de esperanza: «¡Avancemos juntos!» (el autor y su esposa en diciembre de 2003, en Hachioji, Tokio) | Foto: Seikyo Shimbun

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Como ejemplo de este énfasis global en el estudio, el mes pasado se realizó el Sexto Examen Panafricano de Estudios Budistas en el «continente de la esperanza». Participaron, imbuidos de ardiente espíritu de búsqueda, miembros de 28 países de África, como Costa de Marfil, Ghana, Togo, Camerún, Kenia, Madagascar y Zambia.

El primero de estos exámenes tuvo lugar en 2016 y, tras un paréntesis de dos años debido a la pandemia del COVID, la actividad se reanudó el año pasado. Los miembros están profundizando su comprensión del budismo a través de estudiar y alentarse cálidamente unos a otros en las diversas lenguas habladas en el continente.

Este año, por primera vez, el examen se realizó en la República de Seychelles, formada por 115 islas del océano Índico, situadas a unos 1300 kilómetros de la costa africana. Al enterarme de esta noticia, uní las palmas de mis manos con profundo respeto y gratitud, pensando también en la labor diligente de nuestros preciados miembros del Departamento Islas de la Victoria (antes, Departamento de Islas Periféricas) en Japón, que recientemente celebraron su 45.° aniversario (el 7 de octubre).

Me conmovió particularmente el alegre informe de un responsable de la SGI de Sudáfrica, quien declaró: «Unirnos todos en el estudio, en el Continente del Siglo XXI, fue una gran victoria».

En todo el mundo, nuestros compañeros Bodisatvas de la Tierra –muchos de ellos, enfrentados a indescriptibles retos– están estudiando sinceramente y poniendo en práctica principios esenciales para su transformación interior como la «posesión mutua de los diez estados» y los «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital».

Ya que cada persona corporifica el principio de la posesión mutua de los diez estados, todas poseen por igual el supremo y noble estado de la budeidad. Esta enseñanza del budismo Nichiren tiene mucho en común con la sabiduría africana del ubuntu, una filosofía que pone el énfasis en la compasión, la bondad innata y la interconexión de todas las personas, con la afirmación «Yo soy porque nosotros somos».

El expresidente sudafricano Nelson Mandela (1918-2013), intrépido defensor de los derechos humanos, recalcó la importancia del ubuntu. Proclamó, resumiendo la filosofía de vida que había adquirido en sus más de 27 años de encarcelamiento e incansable lucha por los derechos humanos: «La bondad del hombre es una llama que puede quedar oculta, pero que nunca se extingue».[2] Esta postura inquebrantable de respeto a todas las personas derribó las imponentes murallas del apartheid, un sistema de discriminación racial institucionalizada.

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Nuestro floreciente movimiento de estudio budista ejerce como una potente fuerza impulsora del kosen-rufu. La primera vez que la Soka Gakkai designó un «Año del estudio» fue hace seis décadas, en 1963.

Desde el comienzo de ese año se celebraron por todo Japón exámenes de nivel introductorio al Departamento de Estudio con la participación de unos 500 000 miembros de todas las edades y extracciones sociales. Esta gran corriente «del pueblo, por el pueblo y para el pueblo» dirigida a internalizar la filosofía del budismo Nichiren ha nutrido y enriquecido la sociedad japonesa silenciosamente, en un nivel profundo.

También ese año, en noviembre –el mes de la fundación de la Soka Gakkai– y los meses anteriores, viajé por todo Japón, diserté sobre los escritos del Daishonin y alenté a nuestros miembros a ponerse de pie y en acción. […]

Hoy, una vez más con este mismo sentimiento, les confío estas esxpectativas a ustedes.

En aquella época, sesenta años atrás, deposité expectativas especialmente en las actividades del Departamento de Hombres. En mi editorial para la edición de noviembre de 1963 del Daibyakurenge, nuestra revista mensual de estudio, escribí que la tarea de construir un gran castillo Soka del pueblo descansaba en los hombros del Departamento de Hombres, y pedí a sus integrantes que se dedicaran unidos a la grandiosa empresa del kosen-rufu hasta el último día de su vida.

Cuando los veteranos del valiente desafío se ponen en pie, pueden cambiar los tiempos y el rumbo de la historia.

Hace poco, los miembros del Departamento de Hombres de la Soka Gakkai de Bharat (India) me enviaron su canción: Bring It On! (¡Adelante!).

Una de las estrofas dice:

Valientes campeones, osados y fuertes,
con un mismo propósito, avanzando,
la oración valiente abre el camino.

¡Qué perfecta descripción del «corazón de un rey león»!

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[…] Recuerdo un Día de la Fundación de la Soka Gakkai especialmente luminoso y soleado, el 18 de noviembre de 1978. Se llevó a cabo una reunión de la sede central en el Centro Cultural de Arakawa, en Tokio, un bastión de «inspiradores miembros».[3] Era la fecha de publicación del décimo volumen de La revolución humana, en el cual narré la historia de la lucha conjunta que mis amados compañeros de Kansai, siempre victoriosos, habían librado a mi lado.

En el capítulo «La determinación» de ese volumen, había registrado las apasionadas palabras de mi maestro Josei Toda en una disertación de estudio en el Centro Cívico de Nakanoshima[4] (en 1956): «Estoy aquí, en Osaka, para dar una conferencia de estudio. ¿Por qué? Porque quiero liberar Osaka de la enfermedad y la pobreza. No tengo otro deseo».

¿Para qué participamos en las actividades? ¿Por qué forjamos valores humanos? Lo hacemos con el gran sueño de erradicar la infelicidad de la faz de la tierra.

En los primeros días de nuestro movimiento, los miembros de Kansai asumieron el espíritu del maestro Toda como propio y trabajaron valerosamente junto a mí para transformar su destino y el destino de su tierra. Esto nos permitió concretar el resultado sin precedentes de la Campaña de Osaka y lograr lo que todos creían imposible.[5]

El Centro Cívico de Nakanoshima fue también el primer lugar donde la Soka Gakkai llevó a cabo una reunión general de la sede central fuera de Tokio. Tengo hermosos recuerdos de esa actividad, que se celebró en diciembre de 1973, durante el segundo «Año del estudio» de nuestra organización. En ese mismo lugar se había desarrollado la Manifestación de Osaka[6] de 1957, impulsada por el invencible espíritu de lucha de los miembros. 1973 había sido también el «Año de los jóvenes», y nuestra juventud se había esforzado de manera notable.

En ese entonces, el precio del crudo se había disparado tremendamente a causa de la Guerra del Yom Kippur (cuarto enfrentamiento armado del conflicto árabe-israelí) y unas condiciones climáticas extremas habían ocasionado una crisis alimentaria global.

En aquella reunión general cité un pasaje citado en el tratado Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra: «Cuando el desorden se instala en un país, los espíritus son lo primero que muestra señales de desenfreno. Como proliferan los [malos] espíritus, todo el pueblo de la nación se descontrola».[7] En otras palabras, esto indica que el desorden social es, invariablemente, reflejo del desorden en el pensamiento y la mentalidad de la población.

En épocas así, a menudo se priorizan los intereses nacionales sobre la vida de los seres humanos, y se justifica la violencia causada por el odio. Por desgracia, quienes sufren las consecuencias de esta inversión de las prioridades suelen ser las personas comunes, las madres y los niños.

Hoy, la situación es aún más crítica. Por lo tanto, ya que practicamos la filosofía del budismo Nichiren, que afirma el valor de la vida, trabajemos para impulsar aún más nuestro movimiento con la convicción de que «Nada contribuye tanto a la felicidad como la paz»,[8] tomando como punto de partida el lugar donde cada cual cumple su misión. […]

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Han trascurrido diez años desde la inauguración de la Sede del Gran Juramento del Kosen-rufu.

Toda Sensei a menudo nos decía: «Determinen que, dentro de una década, cada uno de ustedes podrá decir con orgullo “Soy la persona más feliz del mundo”».[9] En los últimos diez años, nuestros miembros en todo el mundo han hecho exactamente eso, superando montañas de dificultades y construyendo vidas de felicidad y victoria.

Hoy, la asamblea de miembros unidos por un juramento común se extiende a 192 países y territorios; nuestra membresía en el extranjero asciende a casi tres millones de personas. En todas partes, nuestros compañeros están dando espléndidas pruebas reales de felicidad a través de la revolución humana. Como Bodisatvas de la Tierra, están danzando jubilosamente en el gran escenario del mundo: en América del Norte, en América Central y del Sur, en Asia y Oceanía, en Europa y África, y en Oriente Medio.

Cualesquiera sean las circunstancias, los miembros de la familia Soka están firmemente unidos con la postura de ser «distintas personas con un mismo propósito». Sus corazones arden con la llama de la valentía y, con la convicción de que «cuanto más oscura es la noche, más cerca está el amanecer», continúan avanzando e iluminando vivamente sus comunidades mediante sus acciones. Nada me hace más feliz que ver brillar a nuestros miembros.

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Imagen de la segunda conferencia de Daisaku Ikeda en la Universidad de Harvard (septiembre de 1993), en la que lo flanquean Harvey Cox (primero desde la derecha), John Kenneth Galbraith (junto a él) y Nur Yalman (primero desde la izquierda) | Foto: Seikyo Shimbun

En una entrevista, el profesor emérito de la Universidad de Harvard Harvey Cox, catedrático de Teología, observó que la SGI se ha involucrado activamente en la atención de diversos asuntos acuciantes que afronta la humanidad. También declaró que ese compromiso social es lo que lo distingue como movimiento budista de base ciudadana. En ello veía reflejada nuestra firme decisión de trabajar no solo por la felicidad personal, sino también por la felicidad de todas las personas.[10]

La Soka Gakkai, que sostiene la más sobresaliente filosofía para la felicidad humana, es la más sobresaliente asamblea de personas comunes, a quienes nada puede derrotar.

Las bases de nuestra Soka Gakkai juvenil en todo el mundo son firmes como una roca.

Convocando como nunca antes la pasión y la fuerza de los jóvenes Bodisatvas de la Tierra, ¡construyamos grandes castillos de valores humanos y cultivemos jardines de paz cada vez más extensos para una creación de valor que dirija a toda la familia global hacia la felicidad!

(Traducción del artículo publicado el 15 de noviembre de 2023 en el Seikyo Shimbun).


[1] ↑ The Attainment of Buddhahood in Principle and in Its Actual Aspect (El logro de la budeidad como principio y en su aspecto real), en WND-2, pág. 892.

[2] ↑ MANDELA, Nelson: El largo camino hacia la libertad: La autobiografía de Nelson Mandela, Madrid: Ed. Aguilar, 1995, pág. 645.

[3] ↑ Extraído de la canción de la Soka Gakkai de Tokio «¡Ah, nuestros inspiradores miembros!».

[4] ↑ Hoy conocido como el Centro Cívico Central de la Ciudad de Osaka.

[5] ↑ En mayo de 1956, los miembros de Kansai, unidos en torno al joven Daisaku Ikeda –quien había sido enviado a ese lugar por el segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, para servirles de apoyo–, lograron el ingreso a su distrito general de 11 111 nuevas familias en un solo mes. En las elecciones legislativas realizadas dos meses más tarde, en julio, el candidato apoyado por la organización en Kansai obtuvo un escaño en el Senado, hazaña considerada irrealizable por todos hasta aquel momento.

[6] ↑ Manifestación de Osaka: Marcha que llevó a cabo la Soka Gakkai para protestar contra la injusta detención de Daisaku Ikeda, en ese momento jefe de personal del Departamento de Jóvenes, por parte de la Fiscalía del distrito de Osaka en relación con el Incidente de Osaka. Se convocó en torno al Centro Cívico de Nakanoshima, en dicha ciudad, el 17 de julio de 1957, día en que el joven Ikeda fue liberado tras dos semanas de interrogatorios a cargo de las autoridades.

[7] ↑ Palabras del Sutra de los reyes benevolentes citadas en Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, pág. 8.

[8] ↑ Frase extraída y adaptada del primer volumen de La nueva revolución humana.

[9] ↑ Véase TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1984, vol. 4, pág. 441.

[10] ↑ De una entrevista publicada en el Seikyo Shimbun el 1 de enero de 2016.

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